Mujeres…

La libertad no consiste en estar libres de algo, sino en estar libres para hacer algo”      Angela Merkel

Por Christian del Havre

En pleno siglo XXI, de 193 países, sólo 10 están gobernados por mujeres y ellas ocupan  el 76% de los parlamentos. Un estudio hecho por las Naciones Unidas en el 2015, mencionaba que se proyectaba que en 30 años se cerraría esa brecha, pero nuevas estimaciones según la tendencia actual, indican que tomará 107 años.

Hace un mes, el Instituto Nacional Electoral aprobó la paridad en las candidaturas a  las 15 gubernaturas en juego de las cuales 7 corresponderían a mujeres, esto fue ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el pasado miércoles. 

Aunque nuestra entidad ya ha sido gobernada por una mujer y desde hace dos elecciones municipales la paridad forma parte de la ley, se ha pedido que se generen espacios competitivos en la candidatura al Poder Ejecutivo

Aun y cuando nuestro estado ha sido punta de lanza para la paridad, falta mucho por hacer; la actual legislatura tiene un 50% de cada género y 15 presidentas municipales. Algunos indican que este tipo de leyes forzan candidaturas donde no las hay, o son leyes de espacios; pero precisamente lo que han demostrado es la falta de promoción de los organismos de interés público para fortalecer que sus estructuras de decisión recaigan en mujeres. Actualmente, de los partidos políticos con registro en nuestra entidad, según el Instituto Electoral, sólo dos institutos cuentan con mujeres dirigentes: Acción Nacional y Movimiento Dignidad.

Lo más extraño de esta situación, es que cuando hay juntas o eventos de campaña, quien abunda en este tipo de reuniones son los niños y mujeres, sí, ellas que representan más del 51% de población y 52% del padrón electoral. Sin leyes que promuevan la paridad sería difícil acceder a espacios públicos, en un mundo donde a veces la apariencia pesa más que la capacidad; en un ámbito donde es necesaria la cualidad de la mujer para darle sentido humano al servicio público.

Como seres humanos debemos tener los mismos derechos, se puede argumentar, pero esos derechos no se habían actualizado hasta los años 50’s con el sufragio universal, y la difícil tarea de dejar familia o vida profesional a un lado por escoger una o la otra, ya no se diga en la ataviada tarea de hacer política donde el caciquismo aún no termina de extinguirse y donde las expresiones de hombres y mujeres de sufragar por una dama, aun se vuelven comentarios misóginos y  discriminatorios.

Se debe pues generar una cultura en gobierno y sociedad de igualdad y equidad, delineado leyes, sí, pero también políticas que fomenten que las mujeres puedan salir adelante por su talento y capacidad, donde el gobierno en un tono subsidiario sea capaz de apoyar a transformar su realidad.

En este sentido se ha dicho que la defensa a los derechos de la mujer es una bandera de izquierda, puedo decir que no es una lucha exclusiva de alguna ideología o doctrina, de hecho quienes han abierto sus espacios a mujeres han sido todos los partidos políticos y quien inició con una organización interna en sus filas fue Acción Nacional entre el 39 y 40, más de 15 años antes de que sufragaran.

En este sentido debemos analizar cuál ha sido el papel del actual gobierno hacia las mujeres, ya que si bien se dice de izquierda y en sus filas hay mujeres de lucha histórica, en el gabinete ha integrado mujeres, pero recuerden que su fidelidad debe ser ciega para poder salir adelante.

El Gobierno de la República, en su afán transformador, dejó de lado programas en apoyo a la mujer como las estancias infantiles de SEDESOL, que generaban respaldo a mujeres trabajadoras, sin proponer una política pública que pudiera paliar o enfrentar esta problemática social, bueno, sí otorgó transferencias directas, dejando a la deriva a emprendedoras y personal de apoyo de las mismas, que en su mayoría son mujeres.

En el tema de los refugios para mujeres víctimas de violencia extrema, justificándose en la corrupción y opacidad de asignación de recursos, generó un cierre al financiamiento de los mismos que llevó a que, al ser un organismo que protegía a mujeres, niñas y niños de la violencia en sus hogares sobre todo aquellas tocadas por el crimen organizado ya no tuvieran un lugar al que acudir.  Al cerrarle la llave del dinero dejó a su suerte a todas estas personas.

Ya ni hablar de las niñas afectadas por la falta de distribución en tratamientos contra el cáncer.

Se debe garantizar no solo el acceso a los puestos públicos, sino que en esos puestos haya personas de capacidad y con la vocación de servicio necesaria para generar y producir cambios; puedo decir que gracias a estas leyes, hay más mujeres DIRIGIENDO y hay mujeres que sin esas leyes en la vida hubieran llegado a servir a sus comunidades o distritos.

Tenemos grandes ejemplos de mujeres gobernando en la actualidad que han controlado temas como la pandemia COVID-19, mejor que mandatarios varones, dos ejemplos, la canciller alemana Angela Markel y la primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern, que a base de decisiones firmes implementaron políticas públicas que tienen a sus países en una estabilidad que muchos envidiamos.

No se trata de una guerra de quien puede más, se trata de quien tiene la voluntad para dialogar y transformar, quien tiene la honestidad que genere esperanza de cambio, pero sobre todo quien entiende la realidad y por ende tiene capacidad para generar soluciones para todos.

Se deben abrir espacios para la participación política de la mujer, sí, pero desde estos espacios las mujeres y hombres deben generan políticas públicas que garanticen el bienestar y promoción de las mismas en toda la gama de facetas de las que son parte.

Como decía Carlos Abascal, para transformar la política hace falta amor, como un valor para el servicio a la comunidad y a las personas, ya que sólo buscando el bien del otro es como transformaremos esta realidad.

Miradas

Como noticia de un futuro distante nos sorprendió la nota que desde ayer, el agua cotiza en la bolsa de Valores de Wall Street, así como el petróleo y el oro; no se asusten solo sean precavidos es el agua de una de las entidades más prósperas de Estado Unidos, California; los agricultores, municipios y fondos de cobertura ya pueden especular o prevenir catástrofes por falta del vital líquido; espero no se actualice esa fatídica predicción de que la próxima gran guerra será por el líquido que da vida y que no se recrudezcan los conflictos por las cuotas de la misma entre los países ‘amigous’.

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