El 2020 y la espera que alarga la agonía

A pocos días de terminar el 2020, es válido invitar a la reflexión. Ha sido un año difícil para toda la civilización humana debido a la pandemia del coronavirus, la crisis económica y de derechos humanos que trajo consigo.

Ante la aprobación por parte de varios gobiernos -incluido el de México- de la vacuna contra el COVID renació la esperanza en la población. Sin embargo, la.vacuna, no resolverá el impacto devastador que ha tenido la pandemia en la economía y el empleo, así como la caída en pobreza y pobreza alimentaria de millones de personas, lo que provocó  un retroceso en el desarrollo y en el esfuerzo por reducir la pobreza, así como mejorar la situación de niñas, niños y mujeres.

Lo cierto es que los mercados financieros  ya especulan  en torno a las farmacéuticas, lo que será un nuevo proceso de acumulación de capital para volver a unos pocos más ricos y millones más pobres. 

Quienes sufren las repercusiones de manera inmediata y devastadora de la pandemia,  son la mujeres, niñas y niños,  debido al aumento de la violencia doméstica, no sólo en nuestro país, sino que en todo el mundo. Un gran número de mujeres que trabajaban se han quedado sin empleo, ni forma de mantener a sus familias, otras, las “afortunadas” entraron al sector informal y tienen ingresos más bajos que los hombres y dedican mayor número de horas al trabajo doméstico.

Otros derechos que se han visto afectados durante la pandemia son el de la libre expresión, reunión y participación en la vida pública, por las restricciones impuestas para evitar la propagación, sin  contar que los grupos del crimen organizado han recrudecido sus actividades en todo el país.

¿Qué nos espera al terminar la pandemia?

Escucho a varias personas esperanzadas ante la idea de que después de la distribución de la vacuna regresaremos a la normalidad. La pandemia nos hizo olvidar que la normalidad es la crisis, el mundo y México no se habían recuperado de la recesión económica de 2008 cuando llego el COVID y con él la recesión. Aunque el presidente ha puesto todos sus esfuerzos en reformar al país, la estructura económica poco o nada ha cambiado.

Este año nos salvarán los migrantes, según el docente investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Rodolfo García Zamora, este año las remesas fueron 40 mil millones de dólares, de los cuales 1 mil 200 llegaron al estado.

Pese a lo anterior, seguimos dependiendo del estractivismo, proceso de extracción o eliminación de recursos naturales y materias primas de la tierra para vender en el mercado mundial. Espero que entre las reformas que plantea Andrés Manuel López Obrador sea una transición hacia un extractivismo regulado, que tenga candados para que evitar la destrucción salvaje de los ecosistemas y las comunidades. 

Le aplaudo a la 4T el incremento al salario mínimo, lo que dignificará la vida de miles de personas. Sin embargo, hace falta  política nacional de empleo, para frenar la creciente pobreza  y una alternativa contrarrestar la violencia del crimen organizado.

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