La muerte del ciudadano

Por Christian Del Havre

Los ciudadanos que eligen políticos corruptos o inútiles, no son víctimas, son cómplices

Idiota, según los griegos, es aquel ciudadano que no se ocupaba de los asuntos públicos, es decir de la polis, de la ciudad, esto lo reafirmó Platón al mencionar “Uno de los castigos por negarse a participar en política es que, al final, puedes terminar siendo gobernado por tus inferiores”. La pregunta obligada es ¿debo participar en política? Y la respuesta nos la acaban de dar los antiguos griegos.

En un país donde tenemos un promedio de 40% de abstencionismo, es decir 4 de cada 10 personas no participan en la actividad fundamental de la democracia que es elegir a sus representantes, las causas pueden ser variadas y hasta tratar de justificarlas, pero el gran problema es que no vinculamos esto con la exigencia que debemos hacer de tener gobiernos eficaces, honestos, capaces y transparentes ¿Por qué dejamos en otros la responsabilidad que nos toca?

Por los medios informativos nos damos cuenta de escándalos, corrupción e incoherencia de algunos actores políticos que hasta se reciclan o ‘chapulinean’, como dice la expresión política, pero debo recordar que éstos no emergen de la tierra o llegan de otro país, son personas con las que convivimos a diario, son parte de familias y comunidades como tú y yo, entonces ¿Qué sucede con la esperanza que venden a cada elección? Más aún ¿Por qué si conocemos sus tropelías o posibles delitos, les damos el voto de confianza? ¿Somos acaso masoquistas o apáticos? O como dijeran los griegos ¿Somos idiotas?

Decía un refrán popular “no le pidas peras al olmo”, ante esta crisis donde los ciudadanos estamos al borde de la muerte social, es necesario recordar que nuestro país, desde hace varias décadas ha tratado de generar cambios que han hecho emerger instituciones que han consolidado su participación, me refiero a iniciativas como la de los bajacalifornianos con la credencial para votar con fotografía, la organización de elecciones libres del aparato de gobierno en turno, el IFE y después INE, la metodología electoral que trata de garantizar la secrecía y certeza del voto con la participación de ciudadanos en los puestos directivos de las casillas, esto por el lado electoral; en la actual sociedad la democracia ya no sólo se trata de que te garanticen el voto, ahora también buscamos la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información, esta que llegó después de la transición del 2000, y se refrendó en la ley federal de 2002 y sus sucesivas reformas 2007, 2014, 2015 y 2016, que concretaron institutos y derechos que son garantes que tu como ciudadano tengas acceso a las actividades del gobierno y sobre todo a saber en qué se gasta el dinero que es nuestro. ¿Por qué si tenemos instrumentos para saber quién gobierna bien, seguimos siendo víctimas de campañas que venden espejitos? ¿Es irresponsabilidad o complicidad?

Una cita bíblica dice “por sus frutos los conoceréis”, para evitar estar muerte social, es necesario comenzar a tomar las decisiones que nos tocan como ciudadanos, si es que queremos que se concrete ese cambio que esperamos, donde todos gocemos de oportunidades, de justicia y seguridad.

Para ello propongo retos que hace ya varios años planteó un ciudadano ejemplar Carlos Abascal, y que más allá de filias o fobias son elementos que debemos de buscar en nuestros políticos, si a ti te interesa ser parte de las decisiones de nuestro país también los adoptes como ideal a seguir.

Lo primero es que se debe tener el conocimiento de la responsabilidad pública que se asumirá, no sólo es llegar al puesto sin conocimiento de lo que vas a hacer, es conocer y empaparte de como ejercerás la posición.

Segundo ser confiables, que tu pensamiento, palabra y acciones sean uno mismo, es decir coherentes.

Buscar la construcción del bien común, dejar de pensar en el siguiente escalón, si no has dado tu esfuerzo máximo en hacer lo mejor posible en la posición que representas.

Dejar de lado el robo y el tráfico de influencias, es decir la corrupción que tanto lastima al país y a nosotros.

Elegir a los políticos que sean congruentes, con sus principios, palabras y acciones; que vivan según lo que dicen, de lo contrario solo nos venderán palabras huecas.

Que sean agentes de cambio, es difícil que alguien que no muestre una actitud propositiva durante sus responsabilidades, busque algún cambio en posiciones de mayor compromiso, como dijera un profesor de la secundaria, solo va a ir a calentar la silla.

Sea una persona que escuche, que mediante esta habilidad genere soluciones a los problemas que enfrenta, ya que el que sólo se dedica a hablar solo ofrecerá esperanza, pero no generará cambios.

Vayamos con aquellos que busquen el dialogo como forma de solucionar los problemas, que no cierre la puerta a la comunicación y construcción social, las verdades personales siempre conducirán al autoritarismo, ese que se supone ya superamos.

Elegir solo aquellos que veamos con una verdadera actitud al servicio, que tenga una actitud de humildad ante sus gobernados, como dijera una frase “que no se deje marear, solo por subir el escalón”, que la mayoría de las ocasiones es del tamaño de una hoja de papel.

Solo aquellos que trabajen en equipo por la construcción del bien común, que no tengan cola que les pisen, serán los que generaran cambios, porque no tendrán compromisos previos que llevar a cabo.

Sé que estos retos para algunos suenan a añoranzas o sueños sin cumplir, pero lo que debemos hacer como ciudadanos es buscar los mejores perfiles para que sean nuestros gobernantes, que a la hora de elegir no actuemos como dijeran los griegos, sólo por ver el futbol u otra distracción; que tengamos conocimiento que aquellos que nos dan sus prebendas para ir a marcar la boleta, tienen ese presupuesto comprometido y no te darán lo que prometieron.

La construcción del cambio comienza en ti, nadie vendrá a rescatarte de la situación que estás viviendo, si no es por tus fuerzas, en ese sentido el cambio en nuestro país también necesita de ti, última pregunta ¿quieres seguir siendo cómplice?

MIRADAS

La sabiduría, generosidad, honrar la palabra, lealtad, fe, esperanza y compromiso, son parte de lo que es necesario para actuar en política y más aún para enseñar a cada generación, cabe recordar que son pocos los que pueden ser parte de la frase“solo aquellos que enseñan la justicia, brillarán como estrellas por la eternidad” hasta pronto Joel Arce.

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