A punto de irme de su galería, espacio en el quedamos para la entrevista, ella deja ver su espíritu desprendido al obsequiarme un retazo de su obra plasmada en una taza.
Así, generosa, es Guadalupe Reyes, la artista cosmopolita que nació en Oaxaca pero que es zacatecana por convicción. Y esa es la raíz del sueño en la que la acompañan valiosas mujeres del arte, la academia y el activismo que comparten esa característica de sus pueblos; dar aunque nada tengan.
¿Sus nombres? la guerrerense Rocío Angélica Mejía Gallardo, la veracruzana Delfina de la Cruz de la Cruz y la oaxaqueña Cecilia Rivera Martínez (Jta Fatee “Voz brillante” en mazateco).
Pintura de Rocío Angélica por Guadalupe Reyes
Ellas encarnan los más nobles valores de nuestro México: el deseo innato de compartir, la lucha cotidiana por prosperar y el orgullo de sus culturas y lenguas.
Al tratarse de un proyecto transnacional porque el arte no tiene fronteras, cuenta con el respaldo de la docente e investigadora lingüista estadunidense Kathleen Tacelosky, quien forma parte de este proyecto que se relaciona con el desprendimiento, dar por amor al prójimo. Hablo de “El lenguaje de un corazón artístico”, un sueño colectivo que nace de la hermandad, del deseo de ayudar a través de la expresión artística.
Cecilia pintada por Guadalupe Reyes
La idea toral del plan que requiere la solidaridad social para lograr la impresión de los cuatro libros de colorear, es, que serán regalados a pequeños de comunidades marginadas de diferentes estados de la República mexicana. Se pretende arrancar la entrega en la montaña guerrerense, lugar en el que se gestó parte de la idea. El objetivo es entregar 52 dibujos que componen las cinco series que se condensan en cuatro títulos.
Un compilado que contempla bosquejos de las mencionadas fotografías, además de obra exclusiva de Guadalupe Reyes con textos destinados a comunidades de habla náhuatl, mixteca y mazateca traducidos al español y el inglés. Dos libros contendrán las series: Ñuu yivi o Pueblo de los vivos, Ñuu ndii o Pueblo de los muertos y Ña sávi o mujeres de la lluvia en idioma mixteco.
Delfina
Ese compilado, representa a quienes habitan en comunidades alejadas de Guerrero, capturadas bajo la mirada sensible de Rocío Angélica y trasladadas al dibujo por la artista enclavada en la capital zacatecana. La tercer serie intitulada Regresando al corazón, contendrá además de ilustraciones exclusivas de la misma artista, textos de Delfina de la Cruz, en náhuatl. Dos espíritus, es el cuarto grupo también con dibujos de la oaxaqueña y llegará a través del lenguaje mazateca en narraciones a cargo de Cecilia Rivera, a habitantes de lugares de lugares con esa habla.
Kathleen