Por Claudia Anaya Mota
El nuevo gobierno de MORENA, presentó a la Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores a través del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, su propuesta de Paquete Económico 2025, que incluye el Presupuesto de Egresos, la Ley de Ingresos y los Criterios Generales de Política Económica. Aunque se espera que el gasto total aumente a 9.3 billones de pesos, la realidad es que, después de restar el costo financiero de la deuda (1.3 billones), el gasto público real será de solo 8 billones.
Este recorte se debe a la necesidad de reducir el déficit (que es la diferencia negativa entre los ingresos y los gastos de una administración federal) y que actualmente, la que heredamos del anterior sexenio, llega a 6% del Producto Interno Bruto (PIB).
La Agencia Calificadora Moody’s ha advertido sobre este desbordado déficit público, bajando nuestro rating de “estable” a “negativa”, elemento que sin duda, no se debe soslayar, pues una de las labores esenciales de las calificadoras, es generar datos, inteligencia y herramientas analíticas que sirven a los líderes empresariales y financieros, tanto nacionales como extranjeros a tomar decisiones seguras sobre sus inversiones en su propio país u otras naciones.
Como conocedora del funcionamiento de la administración pública y las finanzas públicas, vislumbro dos aspectos muy dolorosos a enfrentar el próximo año:
– El Costo financiero de la deuda: El pago de intereses y de comisiones por la deuda pública que será similar al monto que se pedirá prestado (1.4 billones de pesos).
– Recortes en el gasto público: Afectando sectores muy sensibles para que tienen que ver con la calidad de vida de las personas, como la salud, educación, infraestructura y otros sectores.
Es importante no dejar de mencionar que la deuda pública ha aumentado significativamente al culminar el sexenio anterior, pasando de 45% del PIB en 2018 a 51% en la actualidad. Esto plantea muchas dudas entre los expertos, sobre la capacidad del gobierno para gestionar las finanzas públicas.
En resumen, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 enfrenta desafíos significativos y su implementación, tendrá un impacto directo en la economía y el bienestar de las familias mexicanas. La administración federal debe manejarse con mucha cautela y responsabilidad, porque la confianza que obtuvieron de la ciudadanía fue tan grande, que es del mismo tamaño de las expectativas que generaron.