Institución en peligro de extinción

“Una institución es la sombra alargada de un hombre” Ralph Waldo Emerson

 

Por Christian del Havre

En los tiempos de lo efímero, de la moda de la frivolidad, de la identidad difusa y el presente continuo, es difícil tener arraigo en entidades que generen raíz y sentido, ya que el inmediatismo del hoy es ley.

Este pensamiento también se inserta en la crisis democrática que tenemos en el país, donde no se ven resultados inmediatos o palpables; pero a la vez por una visión personalista del poder, derivando en una falta de credibilidad de la democracia.

Pero el sistema democrático tiene dos vertientes de fortaleza por un lado la participación ciudadana y por el otro las instituciones que dan cauce a las demandas y productos hacia los ciudadanos generando una sinergia entre el poder y el pueblo.

En este momento debemos plantearnos cuál es la utilidad de las instituciones para mi vida diaria o si por el contrario estamos de acuerdo en el llamado de guerra ¡al diablo las instituciones!

Las instituciones sirven para dar equilibrio, legitimidad, legalidad y mejora continua a los servicios que prestan las instancias de gobierno.

Desde que desaparecieron los representantes de las delegaciones federales en los estados y se nombró a una única persona para coordinar los esfuerzos de gestión, se han limitado los recursos a las entidades y falta de desarrollo, trajo consigo el empoderamiento paralelo de los delegados del bienestar y se usó como trampolín político.

A un ciudadano de a pie en que afectó este juego del poder, en que las reglas y procedimientos que le dan estabilidad a una institución se dejan llevar por el contentillo de una sola persona.

La corrupción comienza a corroer las instituciones, ya que al generar incertidumbre en la aplicación de programas y recursos genera opacidad en su ejecución.

Este desmantelamiento institucional no solo va en detrimento de las mismas del ejecutivo, sino también de los otros poderes y hasta de organismos autónomos que regulan la actuación del ejecutivo. 

¿Por qué algunos políticos les aterra tener instituciones fuertes? porque mediante ellas se controlan procesos para que tengas mejores servicios públicos; generan políticas para una mejora en competencia y en procesos que beneficien a la población como en materia energética; garantizan libertad de expresión, asociación y reunión; provocan que haya reportajes donde se descubren actos de corrupción o el manejo de los recursos públicos; dan certeza a las decisiones que se toman para que alguien encabeza o represente a la ciudadanía; buscan mejorar instituciones, programas o políticas en favor de los ciudadanos y por último hacen que la representación ciudadana tenga peso en las decisiones del gobierno.

Las instituciones son fundamentales para dar viabilidad a una sociedad, que quiera sentirse escuchada, representada y libre, no bajemos la guardia, no solo se debe defender al INE, sino también al INAI, a los sistemas de evaluación, de información, aquellas instituciones que den certeza y garantía de justicia.

¿De qué lado estás, del fortalecimiento institucional o de mandar al diablo a las instituciones?

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