La trastienda: Zacatecas y el riesgo de una generación perdida

Por: Cuauhtémoc Calderón*

En la trastienda de la economía zacatecana, lejos de los discursos oficiales y los boletines de gobierno, la conversación entre empresarios y comerciantes es la misma: no hay quien trabaje, no hay quien emprenda y no hay quien se quiera quedar.

La juventud zacatecana está enfrentando un dilema brutal: arriesgarse a un futuro incierto en el estado o salir a buscar oportunidades en otro lugar. Y la mayoría ya decidió. Cada vez son más los jóvenes que optan por irse a otros estados o, en el mejor de los casos, a Estados Unidos, porque aquí no ven ninguna posibilidad real de crecimiento. Zacatecas está perdiendo a su generación de relevo, y con ella, está hipotecando su futuro.

Trabajo hay… pero no donde debería

El problema no es solo la falta de empleo, sino la calidad de los empleos que existen. ¿Cuántos profesionistas zacatecanos logran encontrar un trabajo bien pagado en su área? ¿Cuántos jóvenes que terminan una carrera tienen que conformarse con salarios bajos en empleos que no requieren estudios? La brecha entre la preparación académica y la oferta laboral es enorme.

Mientras tanto, las empresas enfrentan su propia crisis. La falta de mano de obra afecta a distintos sectores, desde la industria hasta el comercio, porque muchos jóvenes optan por migrar en busca de estabilidad y mejores perspectivas. No es que no haya oportunidades laborales en Zacatecas, pero el problema es que muchos no ven aquí un futuro claro de crecimiento a largo plazo.

La tormenta perfecta: inseguridad, migración y abandono

Pero el empleo no es el único problema. La inseguridad sigue siendo una de las principales razones por las que la gente se va. No importa cuántas veces repita el gobierno que los delitos han bajado, la percepción de miedo sigue instalada en las calles. Para muchos jóvenes, la opción no es solo entre quedarse o irse, sino entre vivir con miedo o buscar un lugar donde puedan caminar tranquilos.

A esto hay que sumarle el impacto de la migración. Los jóvenes que no encuentran oportunidades en Zacatecas están viendo a Estados Unidos como su única salida. Y el problema no es solo que se vayan, sino que muchos ya no regresan. Las remesas sostienen la economía de muchas familias, pero no sustituyen el talento y la capacidad de una generación que, de haberse quedado, podría haber transformado el estado.

Un gobierno ausente en el problema más grave

En la trastienda del poder, este tema ni siquiera está en la agenda. No hay políticas públicas serias para frenar la fuga de talento, no hay incentivos para que las empresas generen empleos de calidad, no hay estrategia para retener a los jóvenes más preparados. Lo único que hay son promesas recicladas y programas que no resuelven nada.

Mientras tanto, Zacatecas sigue en la misma inercia: un estado donde la gente se va, los negocios cierran y el futuro se diluye. No es solo un problema de economía, es un problema de viabilidad. Porque cuando un estado pierde a su juventud, pierde la posibilidad de salir adelante.

En la trastienda del comercio, los empresarios ya lo saben: sin jóvenes, no hay trabajadores, no hay clientes, no hay crecimiento. En la trastienda de la política, el problema sigue sin importarles. Pero llegará el momento en que se den cuenta de que, sin una nueva generación que tome el relevo, Zacatecas no tendrá futuro.

* Empresario y político zacatecano