Las calamidades milmillonarias

Por Gabriel Rodríguez Piña

Por todos es sabido que el próximo gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila, encontrará una entidad saqueada en sus arcas con multiplicidad de faltantes, pues a los 22 mil millones de pesos que la entidad debe en distintos rubros por diversos conceptos y ante entidades diversas, el Electo, deberá contender con una élite burocrática de súper consentidos que, en calidad de aviadores o bien de recipiendarios por cantidades que van de 20 mil a 100 mil pesos en nómina, hicieron del último gobierno el peor de los episodios de la burocracia dorada de élite estatal.

Nadie ignora que el chofer de la señora honorífica del DIF, percibe un salario que ronda los 80 mil pesos mensuales ¿En aras de qué? se preguntará usted, mientras la mayoría de zacatecanos atraviesa por periodos de paulatino empobrecimiento.

En un momento, como el actual, en que los hospitales, reconvertidos para Covid-19, tienen demanda creciente para atender o intubar a niños y jóvenes que solamente han recibido migajas de la política estatal que se va.

La que parte fue una burocracia de lujo, que llegaba a las 11 de la mañana, si bien nos iba. La misma que se disponía a desayunar opíparamente y que podía permanecer en esa actitud todo el turno, en espera de salir y checar ante el reloj. 

La misma que nunca atendió porque nunca entendió los problemas de los seres comunes, como usted y yo, necesitados de que Gobierno del Estado tuviera a bien resolver un problema social práctico porque no contó con la capacidad para ello, pero además, no entendió las particularidades en las necesidades de los zacatecanos para confiar en su gobierno.

Prácticamente no hay esfera gubernamental que no fuera tocada por ese desastre quinquenal, oficina, dependencia, secretaría o lo que se requiriera.

Todas ellas, Educación, Cultura, Deporte, Economía, Salud u otras estuvieron infectadas por ese afán de enriquecerse de súbito y pasar un rato chacotero de lo más lindo posible y acumular ganancias sin devolver al pueblo de Zacatecas una proporción mínima de todo lo que se le ha quitado. Pero ya se van

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