«La paciencia hace sabios, la insensibilidad monstruos»
Denis Diderot (Escritor y filósofo francés)
➡️Marcha por la paz
➡️Luto
➡️Consignas
➡️Pan y Circo
Marcha por la paz.- Hay récords oprobiosos como los que ha logrado la Cuarta Transformación y sus aliados en el estado de Zacatecas. Uno de ellos es el número de marchas que han motivado por su falta de pericia en la administración pública y la manera indolente con la que enfrentan los hechos de inseguridad. La gente de Jerez se sumó ayer a la tendencia de salir a las calles en una sentida exigencia de justicia por el asesinato de 8 personas, a las que se suman 7 más que luchan por su vida en nosocomios. Vestidos de negro, con globos blancos en las manos, cientos de personas dieron voz a las decenas de personas asesinadas, desaparecidas y desplazadas de ese municipio. Recorrieron las principales calles de ese pueblo mágico que hoy se cubre de luto y miedo, para hacer una escala en “El Venadito” y colocar cartulinas con consignas de indignación. “Ni un niño más, ni un maestro más, ni un jerezano más… Somos muchos los buenos, Omisión-inacción igual a corrupción”, se lee en uno de ellos.
Luto.- Del bar donde hace 8 días se derramó sangre inocente, pendían globos blancos como símbolo de la añoranza de una paz, que ya no existe en ese municipio de gente buena. La marcha terminó frente a la Presidencia Municipal donde no hubo ni una sola atención de parte de las autoridades. En el alto frente a ese céntrico edificio, a manera de catarsis, los ciudadanos enunciaron consignas durante cerca de 15 minutos . La población muy dolida, gritaba por justicia, por no más desplazados, por recuperar a sus desaparecidos. “No a la feria, no a la feria, Jerez está de luto”, dijeron. Calaron hondo en voz de los jerezanos, los nombres de las víctimas de homicidio y desaparición forzada: Orlando, Estrella, Toñito, Lisset, Gerardo, Raudel, Oscar, Jesús… una lista interminable, una herida profunda, que unió a ese pueblo migrante, trabajador y lastimado hoy. No faltó el reclamo político: Si no pueden con el cargo ¡Déjenlo! ¡Que renuncien si no pueden!
Salazar no puede.- Cuando el doctor José Humberto Salazar Contreras oyó la petición de su compadre Ricardo Monreal de que se lanzara de candidato a la alcaldía, no midió a lo que enfrentaba. Supuso que sería miel sobre hojuelas, él, un hombre conocido, arraigado, un galeno respetado, decidió convertirse en político. Craso error. En el pecado lleva la penitencia. Si bien sabía que la delincuencia ya había marcado territorio en esa demarcación, supuso que con repartir ayudas y organizar ferias, su trabajo estaría cumplido. No por nada ayer le gritaron: ¡Qué grande te quedó el puesto, Salazar!