Último aliento

Por Cristian Adalid del Havre

 

“Los hombres que intentan algo y fracasan son definitivamente mejores que aquellos que intentan no hacer nada y tienen éxito” Llyod Jones.

En las últimas semanas el “trending” o tendencia en la red social X, es el señalamiento  contra el presidente,  su partido y candidata, de relación con el narco.  Esto a raíz de que el medio ProPublica y su periodista Tim Golden señalaran aportaciones del Cartel de Sinaloa a la campaña presidencial de Andrés Manuel el 2006.  Ésto desató el trend #NarcoPresidentAMLO.

Cabe señalar que esta euforia no solo es a raíz del reportaje presentado por el medio ProPublica, sino también basado en la realidad de la estrategia fallida de “abrazos y no balazos” donde pareciera que los primeros son para los delincuentes y los balazos para la sociedad. Una estrategia  que ha provocado migraciones de población, desplazamiento de pueblos, creación de autodefensas infantiles y terror carretero, que  sufren  viajantes y transportistas; estamos ante el pueblo sin ley.

El presidente salió a desprestigiar en sus típicas mañaneras bananeras al reportero y al medio, señalando que son dichos de delincuentes, el asunto es que en Estados Unidos esta en la cárcel García Luna señalado por los mismos dichos y por los mismos testigos protegidos que ahora tocan al prpresidente. Al tiempo veremos quién tiene la razón, pero ese hecho  hace sospechar a la sociedad de este pacto del narco con el gobierno.

En las calles los ciudadanos están señalando que ocupamos un Bukele que ponga orden en México, creo que es un problema sintomático de los latinoamericanos esperar a un caudillo o líder que resuelva todos los problemas, lo que hace falta verdaderamente es un Estado de Derecho que aplique la ley sin importar posición económica, política o social; que se aplique la ley sin que influya el compadrazgo, amigazgo o relaciones familiares; que la ley sea lo único que incida en las resoluciones judiciales, más que la mal integración de las carpetas en las fiscalías. Tenemos un estado fallido con una impunidad rampante. Por cada 100 delitos cometidos, solo se denuncian 6 y menos de uno se resuelve, según lo señalado por la organización “Impunidad cero”. No se duda que se necesitan instituciones fuertes.

El problema está que el primero en violar la ley es el que debe rerespetarla. Con dichos y hechos en la mañanera como el de  “no me salgan que la ley es la ley”, su ataque a la Suprema Corte de Justicia y a los ministros que se oponen a sus ococurrencias. Además, está ejerciendo lo mismo de lo que él se quejó desde 2006, una intromisión del presidente en las campañas a favor de algún candidato, por ser el principal promotor de un partido político y sus candidatos, está violando la ley electoral y la equidad en la cocontienda. Recordemos su frase “al diablo las instituciones”.

Ante esta campaña diaria desde el palacio nacional, ¿qué nos queda como ciudadanos libres? el quedarnos callados, sordos y mudos como los emojis, o salir a manifestar nuestra inconformidad, el defender las instituciones que han sido garante de la democracia y libertad; el rescatar lo que nos queda de país, ante el crimen que avanza, ante la corrupción que se quiere ocultar y ante la libertad que se quiere velar.

Debemos señalar que es nuestra responsabilidad la construcción de un país de oportunidades, de nosotros depende que tengamos diputados, senadores, alcaldes y gobernadores con verdaderos proyectos de gobierno para la sociedad.

Apreciable lector te hago un llamado a la acción, si estas irritado, enojado porque no se te atendió en el sector salud, si estas harto de las injusticias del crimen, si ya no te alcanza para salir adelante cada semana o quincena, si sufres de hostigamiento por parte de los servidores de la nación o si quieres mejorar tu ciudad te pido que este domingo 18 de febrero hagas un esfuerzo para salir a demostrar que aun quieres algo mejor para ti y tus hijos.  Ve a la Marcha Ciudadana por la Democracia, acude en  o amigos con una prenda blanca o rosa.

DE DESPEDIDA

En las calles y comunidades de la capital están recorriendo vientos de cambio, una esperanza de mejores servicios y gobierno, habrá señales, esperemos porque lo mejor va a llegar.