Sigfrido Benavides Servicios Especiales
Durante reciente visita a Zacatecas, el economista estadounidense James K. Galbraith señaló que las pláticas sobre la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), que realizan en este momento funcionarios de Canadá, Estados Unidos y México son un show mediático.
Al realizar la exposición denominada Desigualdad y poder financiero, en el auditorio de Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), el hijo del renombrado economista John Kenneth Galbraith, doctorado en Yale en 1981 destacó que Donald Trump tratará de cumplir hasta donde pueda con los electores republicanos que lo llevaron al poder, pero que eso no significa la cancelación de dicho acuerdo, por lo que se trata de una postura mediática.
Durante su alocución, el economista trató temas derivados de ingreso, desarrollo, migración y desarrollo tecnológico y científico como factores de definición para el acercamiento a una realidad más compleja para definir cuáles son algunos de los parámetros de la desigualdad en el planeta en este mometo.
Acompañado de una serie de gráficas por medio de las cuales el expositor ilustró su discurso, detalló que “si se permitiese la libre competencia en una industria o profesión, la desigualdad de ingresos se reduciría. Del mismo modo, la eliminación de los derechos de autor o de las protecciones de patentes también reduciría el precio de los libros, las películas y las innovaciones, ya que el mundo siempre tiende a copiar y reproducir aquello que encuentra útil; la premisa de este argumento es que las protecciones en cuestión no tienen una función social útil”.
Galbraith utilizó comparativos de los niveles de desarrollo y desigualdad en diversos países desde la década de los 60 y refirió que fue a fines de la década de los 90 cuando los cierres de fronteras limitaron la migración y comenzaron a restringir el acceso a un mejor desarrollo económico, como en el caso de Estados Unidos, que ahora desea cerrar su frontera sur con México.
Añadió que, por el momento, México va a tener dificultades para frenar sus crecientes niveles de pobreza, porque los límites de su desarrollo se circunscriben a recursos de carácter especulativo, que son aquellos con los que opera de manera fundamental la economía norteamericana respecto de nuestro país.
Primero tendría que darse un proceso de cambio sobre la forma en que Estados Unidos mira por dentro las necesidades económicas de México pero no creo que eso vaya a importarle por ahora.
“Tendría que haber primero una real revolución dentro de Partido Demócrata, lo que no deja de ser un dilema, de difícil solución si queremos frenar o que frene por si sola, la especulación financiera que, de acuerdo con el nuevo sistema económico neoliberal, forma parte de una estructura formal de pensamiento respecto de Estados Unidos a México”.
Un factor fronterizo
Luego de citar que la enorme dependencia de México es su frontera con Estados Unidos y de señalar que México se encuentra, por desgracia muy lejos de Dios y muy cerca de Estados Unidos, puso como ejemplo el enorme grado de desarrollo capitalista que ha tenido China y otros puntos geográficos del planeta, fuera del rango de influencia norteamericano.
Aludió en el segmento de respuestas a la enorme concentración de poder monopólico que tienen muchas empresas norteamericanas alrededor del mundo que influyen de manera directa, conflictiva en ocasiones, respecto de la dependencia de la economía mexicana.
Centró sobre todo sus puntos de vista en el desarrollo de los países poderosos en tanto que promotores de un desarrollo que lleva a naciones como la mexicana, a ser claramente dependientes de las necesidades de ese tipo de órdenes estructurales.
Al hablar sobre la posición dominante de Estados Unidos, prevaleciente en su relación con México, K. Galbraith indicó que la regulación es otro factor importante para frenar la especulación mientras que tal hecho fue impulsado desde los gobiernos de los países dominantes, para el caso concreto de México.
Y el hecho es si debemos actuar o no en contra de ellos, en calidad de reguladores para la economía de diversas naciones del país.
Respecto del TLC con Estados Unidos y Canadá dijo que por el momento se trata de un show mediático que mantiene ocupados a los representantes de los tres países, al poner de rodillas de manera eventual a México cuando en realidad se trata de una suerte de distractor para que Trump se congratule con sus votantes, y en ello, de cualquier manera perjudique a México.
Lo anterior ocurre en un momento en el que todo depende de la regulación, incluido el consumo de cualquier tipo de producto comestible, sujeto a las leyes de producción reguladas en el mundo entero.