“No hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo nunca han dado.”
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Cinismo marca PRI.
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El perro que ya es huevero, aunque le quemen el hocico
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Detención de César Duarte ¿Ofrenda de buena voluntad?
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“La amistad” entre AMLO y Trump
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Conveniencias
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Y en las breves
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Catalina muy activa
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Mario Delgado adelanta en encuesta por la dirigencia de Morena
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Despido injustificado en Villa de Cos
Cinismo marca PRI.- Nada le mueve a Alejandro Moreno -dirigente nacional del PRI- el hecho de que su partido, es actualmente el más repudiado a nivel nacional. Antecedido con la más estruendosa derrota, el martes “Alito” concedió una entrevista a Milenio, donde haciendo gala de una soberbia que no cuadra con la realidad del tricolor, señaló que los mexicanos extrañan la forma de gobernar del PRI. El comentario de Moreno, dejó claro que la esperanza del priismo a nivel nacional, para renacer de sus cenizas como ave fénix en elecciones futuras, está sentada en los errores de la administración de López Obrador. La aspiración mediocre del dirigente del partido que presume todavía una estructura fuerte como su principal virtud, es que la gente se harte de la gestión de AMLO y arrepentida vuelva en las urnas con el partido que surgió como remanente de la revolución mexicana. Con esa idea, no hay en el tricolor ni un ápice de arrepentimiento sobre el pasado reciente en el que su marca fue la corrupción más descarada y nauseabunda de que se tenga memoria.
El perro que ya es huevero, aunque le quemen el hocico.- Tan normalizada estuvo la corrupción que incluso aunque en la demagogia el tricolor ensaye la mea culpa, en la realidad sigue solapando a impresentables como nuestro ilustre ex gobernador Alonso Reyes, quien ahora cobra como Secretario Adjunto del tricolor y quien por cierto, trascendió en la historia justo por eso; practicar sin pudor el desvío de recursos. Con todo eso, el PRI, sigue en su dinámica de señalar vigas en ojos ajenos esperando que los errores de la administración de Morena los resuciten en las urnas. ¿Será posible tanto masoquismo del pueblo? Ojalá que la gente esté dispuesta a echar tierra a un partido que pese a tener los más nobles estatutos, se dejó podrir arropando entre sus colores a sátrapas como César Duarte, quien después de años de estar prófugo de la ley, fue detenido el miércoles en Miami, Florida.
Detención de César Duarte ¿Ofrenda de buena voluntad? Por cierto, la cereza del pastel de la exitosa visita de Andrés Manuel López Obrador a Washington, sin duda la puso la detención del corrupto ex gobernador priista de Chihuahua. Y es que, si bien es cierto que el cabildeo, las denuncias y mucho del trabajo que llevaron a su detención fueron iniciadas por Javier Correa, actual mandatario de ese estado norteño, tal parece que López cumplió su parte al quitarle toda la protección que le devengó de manera reiterada Enrique Peña Nieto al ahora detenido. Trump, quien el pasado miércoles derrochó condescendencia hacia el Presidente mexicano, quiso cerrar la visita de nuestro mandatario reivindicando la percepción de que en la 4T, si es en serio la lucha contra los corruptos y si son de partidos opositores, pues mucho mejor. ¿Cómo ve?
“La amistad” entre AMLO y Trump.- A propósito y a sabiendas de que del beneplácito que exudó el Presidente de los Estados Unidos durante la visita del Peje, se debe entre las razones más evidentes a que quiere congraciarse con los votantes de origen latino, hay además entre los mandatarios acuerdos que al final terminan beneficiando a Trump. Y es que AMLO, pese al enardecido discurso que en lo personal me pareció muy atinado en el que supo captar el sentir de la gente y trasmitirlo al pueblo del país de las barras y las estrellas, también ha puesto de su parte para tener contento al voluble Trump. Cedió desde el inicio de su administración en temas migratorios de contención con el hecho de construir un muro de soldados de la Guardia Nacional en nuestra frontera sur para parar la migración de centroamericanos.
Conveniencias.- Asimismo, aceptó la condición de convertir a nuestro territorio en país receptor de migrantes casi sin chistar, bajo el argumento de la empatía y el humanismo. Nada le debe y todo le ha cumplido el presidente de México a Trump pese al discurso incendiario en el que no omitió mencionar que también albergamos a más de un millón de estadounidenses que viven muy a gusto en Cancún, Michoacán, San Miguel Allende y otras regiones, que han hecho suyas. Y como no mencionar que en el T-Mec pretexto de la reunión, las modificaciones que hizo la delegación norteamericana en los días del estira y afloja y del chantaje del vecino del norte que amenazó con su cancelación, resultaron en cierta medida ventajosas para ellos. Ante todo eso, lo justo era que al menos en el discurso nuestro Presidente reivindicara a nuestros migrantes, le hablara de historia y le cantara tres ¡Viva México! en la cara a Donald Trump. Era lo menos ¿no?
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