La iconoclasia del 8M, #FuimosTodas

Por Pilar Pino Acevedo

La marcha del 8M en Zacatecas ha sido muy criticada por las acciones iconoclastas de El bloque negro. Lo cierto, es que se trató de una manifestación histórica en la que participamos alrededor de 20 mil mujeres, marchamos porque estamos enojadas, cansadas de que nuestras exigencias no sean escuchadas por un Estado omiso, indolente e ineficiente.

Estamos cansadas de vivir con miedo en un país donde ocurren 11 feminicidios al día, de los cuales solo el 1% obtiene justicia y la tasa promedio de impunidad es de 95%; a diario, 34 niñas se convierten en madres y se levantan 9 reportes por la desaparición de mujeres menores de edad; el 72% de las violencias que se ejercen sobre mujeres y niñas ocurren dentro de los hogares. México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil y en el consumo de pornografía infantil, y el tercer lugar en la trata de personas, siendo Zacatecas la quinta entidad donde prevalece este delito. 

Algo que nos ha indignado a las zacatecanas es la postura oficial y criminalizante, por parte de la titular de la Semujer, Zaira Ivonne Villagrana. Quien nunca se ha pronunciado por los feminicidios y homicidios dolosos de mujeres, las desaparecidas, ni los ataques a mujeres policías junto a sus hijos e hijas. Además, que es una verdad común el acoso y violencia que ejerce contra sus trabajadoras.

La opinión pública y los medios afines al poder confunden la iconoclasia con la destrucción arbitraria de bienes sin ningún objetivo social, es decir, con el vandalismo. La iconoclasia es definida como la destrucción de imágenes, iconos, monumentos o espacios que tienen cierto valor para la sociedad como respuesta a la violación de los derechos humanos, falta de democracia o reclamar justicia; lo cual hace que se desestabilicen los antiguos símbolos y se visibilicen las demandas del grupo que realizó la iconoclasia. 

La iconoclasia no es exclusiva del movimiento feminista, se ha realizado en otras manifestaciones, en la marcha de los 43 de Ayotzinapa, por ejemplo. Dentro del movimiento feminista ha sido más recurrente, por el hartazgo de no ser escuchadas, de que las demandas de las mujeres sean soslayadas y silenciadas. Las exigencias siguen siendo las mismas que en las manifestaciones pacíficas: seguridad, justicia, igualdad salarial y de oportunidades y despenalizar el aborto, sin embargo, no son escuchadas. 

Toda lucha social recurre a protestas que incomodan y a cosas a las que la gente no esta acostumbrada a ver. Ese es su objetivo, que nos cuestionemos y generemos empatía ante una situación donde no se obtiene justicia. Madres, padres, familias enteras que buscan a sus hijos e hijas, mientras el Estado se lava las manos.

La iconoclasia feminista es una acción política, como tal gana más atención y más críticas. Nuestras principales demandas son seguridad y justicia. Los monumentos son usados para recordar nuestra historia, las intervenciones feministas no hacen que se olvide, por el contrario, le dan un valor extra ya que las generaciones futuras van a recordar. 

Los símbolos del patriotismo no valen nada sino representan la búsqueda de justicia o cualquier motivo social. El objetivo de El bloque negro, es directamente sobre el gobierno; las grandes marcas, empresas y cadenas comerciales que representan al capitalismo. 

Influyen enormemente las noticias y medios afines al poder para desacreditar la protesta. No es justo que desde el poder y los privilegios se nos diga a las mujeres cómo es correcto o no,  manifestarnos,  porque es una acción patriarcal.

Se ha expuesto las lesiones causadas a las mujeres policías en la manifestación (hecho profundamente lamentatable), sin importar que fueron ellas quienes comenzaron a agredir a las manifestantes. Yo me pregunto, ¿por qué no merecen la misma cobertura las mujeres policías que han sido asesinadas en el cumplimiento de su deber, en la calle, en sus casas; las que mataron delante y junto a sus hijos e hijas? Muertes por las que la Nueva Gobernanza no se posicionó ni para lamentarlo. Me hace creer que se busca desviar la atención de que las manifestaciones en la entidad cada día crecen en tamaño y en acción de sus participantes