En los comicios del domingo pasado en el Estado de México, el grupo Atlacomulco, la formación política -y para algunos mafiosa- creada por Isidro Fabela en 1940, fue derrotado por Morena. El PRI perdió su último bastión después de 94 años, aunque también hay quienes cuestionan que la derrota fue resultado de un pacto para » entregar la plaza», en en el que participó Alfredo del Mazo.
Durante mas de 50 años elgrupo Atlacomulco mantuvo el poder en la entidad federativa más importante del país, logrando una cohesión y un cacicazgo, que impidió su fragmentación. Se trataba de una clase política local en forma, orgullosa de su conocimiento del terreno y de su dominio en la vida política regional; un modelo particular de priismo exitoso. Dicho grupo, logro llevar a uno de los suyos a la Presidencia de la República tras décadas de esfuerzos, en la elección de 2012.
Lamentablemente durante la administración de Enrique Peña Nieto, en lugar de hacer honor a su añeja tradición de oficio y olfato político, los mexiquenses reprodujeron a escala nacional prácticas políticas que extendieron la corrupción que culminó en el hartazgo social. Lo anterior, llevó a un triunfo sin precedentes a Andrés Manuel López Obrador en 2018. Para justificar esa derrota, dentro de la militancia priista, hay quienes creen que el tricolor no buscó un enfrentamiento real con Morena y sus aliados en la elección de hace casi un lustro. Lanzaron un candidato que no tenía experiencia electoral ni historia dentro del partido. Luego de la elección, los gobernadores priistas fueron entregando sus estados al nuevo gobierno en términos administrativos y regalando terrenos electorales a cambio de inmunidad o cargos diplomáticos.Además, la militancia del PRI encontró cupo en Morena, donde sus pecados fueron lavados. La sospecha de la cercanía del Revolucionario Institucional con el partido oficial creció en 2019 cuando llegó Alejandro Moreno Cárdenas a la dirigencia Nacional. Los acuerdos con Morena han sido evidentesa tal punto que en lugar de “Alito” Moreno hay quien llama a dicho personaje “Amlito” Moreno.
De los resquicios de tales acuerdos, quedó para muestra la elección del domingo en el Estado de México.El villanoes el gobernador Alfredo del Mazo. Lamilitancia lo culpa de perder el bastión que fue gobernado por el PRI casi un siglo. Las acusaciones son de traición, ausencia y falta de apoyo a la candidata Alejandra del Moral. La pérdida de esa entidad es uno de los descalabros más duros en la historia del PRI. Se habla de un supuesto pacto de Del Mazo con el presidente para entregar su coto de podern mas importante, a cambio de algo, probablemente inmunidad ya que ha sido señalado desde la federación por corrupción y peculado.
Aunque el triunfo de Delfina Gómez golpea al partido en esa demarcación,el gobierno de la 4T no acabará con la dinastía de priístas que hoy navegan detrás de cientos de empresas forjadas en las décadas doradas del Grupo Atlacomulco. El golpe electoral sufrido, es evidencia del hartazgo social, del hartazgo de millones que decidieron poner alto a la vieja casta de criminales que gobernaron el Estado de México por décadas.
No obstante, el triunfo de Morena no significará el fin de la corrupción. Con la llegada al poder de un candidata señalada de uso incorrecto de recursos públicos, incluso en su último puesto como secretaria de Educación, no hay expectativas de que se erradique.
Aunque el presidente en el discurso ha sido enfático en que la lucha contra la corrupción es la columna vertebral de su gobierno, en los hechos, justifica a personajes señalados de diversos delitos. Da protección a “su mafia en el poder”,mientras sus pasados ilegales son purificados para participar en proyectos conjuntos que aumentan sus fortunas.
Detrás del intento por recomponer la confianza en las instituciones, se preserva la casta empresarial y política del Grupo Atlacomulco, bajo acuerdos estratégicos capitalistas. Al mismo tiempo que una familia cobra por una licitación más de 440 millones de dólares y el 38.4% de las familias trabajadoras vive con 8.11 a 9.96 dólares diarios; la 4T celebra el salario mínimo como un histórico y exitoso consenso con empresarios y trabajadores. ¿Realmente son primero los pobres?
Lo cierto es que al famoso grupo político mexiquense ya no necesita ni le interesa el Estado de México. Disponen de fortunas inmensas para establecerse en Madrid, en Boston o en cualquier parte del mundo.