Acapulco: cuando la realidad nos alcanzó

Por Christian del Havre

 

“Organizaciones de la sociedad empresarial, laboral y civil, tienen habilidades y recursos vitales para ayudar a construir una comunidad global más robusta”     Kofi Annan

“La tierra se movió, todo crujía; un estruendo, ante nuestros ojos el edificio Nuevo León se vino abajo, una enorme nube de polvo lo oscureció todo. Después, sólo quedó el silencio”, Cuauhtémoc Abarca, residente de Tlatelolco en 1985.

 “Lo sucedido esa mañana fue ‘el peor temblor en México’ y enfatizó la solidaridad de los voluntarios que entre los escombros rescataban a personas atrapadas”, crónica del periódico La Jornada, 1985.

«Como a las 11 de la noche se fue la luz y los vientos estuvieron a todo lo que da, a 260 (km/h) o más y me escondí en el clóset, me puse a rezar y a tratar de calmarme, aunque el pánico se apoderó de mí», relató Luis Peña, turista en Acapulco octubre 2023.

“Era imposible salir. Todo estaba oscuro, inundando y lleno de escombros, así que la indicación fue esperar a que amaneciera para al menos tener luz de día y ver por dónde pisar…  Lo que veíamos era brutal: hoteles completos desgajados, autos volteados, palmeras y árboles partidos, todo inundado”, asistente de la Expo Minera Acapulco octubre 2023.

 

 

Estos relatos enmarcados en el contexto de dos de las tragedias que serán una marca imborrable para nuestro país. El temblor del 85 dejó clara la falta de preparación de un gobierno, la no prevención ante los desastres y una sociedad que puede despertar ante la contingencia; el huracán Otis de este 2023, además de las anteriores, deja un gobierno descoordinado en los tres ámbitos, la miseria del autoritarismo de algunos elementos de las fuerzas armadas y el afán de protagonismo.

Los desastres naturales sirven para ver si un gobierno está preparado, precisamente para administrar eficientemente y sacar adelante una sociedad. Si los integrantes de la misma, sabrán responder a las circunstancias mediante la voluntad, apoyo y generosidad. Nos muestran, al fin de cuentas,  la cara más cruda de ambas entidades gobierno y sociedad.

La fotografía del Jeep atascado en el lodo durante el viaje propagandístico del presidente hacia el puerto, es un reflejo del gobierno. Primero, porque emprende una acción sin planeación e información sólo por capricho. Segundo, su personal no le genera información o este no la escucha, eso es falta de criterio.  Tercero, al verse rebasado por la realidad, su personal no está capacitado para resolver problemas, es decir incapacidad para administrar riesgos. Cuarto, afán de protagonizar más allá de resolver situaciones y concentrar todas las miradas hacia su persona, buscar desviar la atención del verdadero problema. Quinto, tratar de ser el ojo de miradas de lástima de toda la realidad, es decir victimizarse ante la desgracia. Sexto, generar gasto de recursos sin sentido con tal de salir en la foto, miseria humana ante el dolor ajeno. Séptimo, torcer u ocultar la realidad ante los demás, falta de transparencia o corrupción.

Después de 5 años de este gobierno es hora de preguntarnos ¿tiene la capacidad para gobernar y sacar adelante el país?

Algo que es de preocupar, según los testimonios en redes sociales y medios de comunicación, es la actuación de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional. Con esto, no busco generalizar pero sí puntualizar, se han filtrado videos y audios de la supuesta impunidad e intransigencia con la que han actuado estas fuerzas federales, saqueando negocios, timando a ciudadanos que iban a apoyar a los damnificados y abusando de su estatus ante los pobladores de Acapulco. Preguntémonos ¿cómo actuaran las fuerzas armadas de hoy en adelante ante una crisis?

La indolencia y falta de empatía es la marca de los gobiernos de Morena, siempre se nos ha dicho que si el municipio, estado y federación son gobernados por el mismo partido  le va a ir bien a los poblados, nada más erróneo actualmente.  Esto porque la alcaldesa de Acapulco se ha limitado a justificar el pillaje, la gobernadora de Guerrero a ser porrista del presidente y el presiente se enfoca sus dichos fuera de la realidad, en lugar de procurar unir a la población en la tragedia.

Faltarán muchos recursos, manos e ingenio para reconstruir el puerto. Desgraciadamente, el huracán llegó en el peor momento, con un gobierno enfocando sus recursos en sus tres caprichos, un estado gobernado por la frivolidad y un municipio por la ignorancia. Te pregunto ¿Cómo te va con tus gobiernos, están coordinados para resolver tus problemas?

La falta de información y coordinación llevó a este gobierno a justificar que no avisó  a tiempo, más allá de si fue atípico o no el fenómeno.  En el puerto se desarrollaba una convención de gran calado, la de Minería,  donde había empresarios, gobiernos y expositores de todo el país, no hubo canales de información, recursos para transmitir mensajes y acciones de prevención, mientras agencias mundiales ya anunciaban, horas antes, la posibilidad de un desastre ¿Será indolencia, falta de capacidad o ambas?

Reflexionemos. Después de leer estas líneas, cierra los ojos e imagina:  si  de un de repente se destruyera tu casa junto con muebles y documentos, perdieras tu auto o no hubiera cómo moverte en transporte público, abres las llaves cercanas para obtener agua y no hay, tus vecinos están en las mismas o peores circunstancias, la batería de tu celular se está agotando pero no tienes donde conectarlo, además no tiene señal para comunicarte con tu familia o seres queridos, tienes un familiar en el hospital y no sabes cuál es su situación, ¿Qué harías?

Esta es la situación que enfrentan  miles de hermanos en Guerrero, coopera, apoya y solidarízate, busca las instituciones que creas de confianza y lleva tu granito de arena. ¡Guerrero nos necesita!