El recuento de los daños. 2024 y sin grandes expectativas en la Nueva gobernanza 

 

 

Por Norma Galarza Flores

 

Llegó 2024 y sin novedades para el territorio que emula al caballito de mar. Aun cuando la nueva gobernanza bautizó éste como el año de la paz, arrancó con balaceras y enfrentamientos. Hasta el lunes, se registraron 12 homicidios dolosos. Sobresalen las cifras de 5 asesinados del primero de enero, según las cuentas que llevan tanto la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) como el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública Ciudadana (SESSPC). 

Para contrastar con las cuentas alegres de disminución de homicidios dolosos, despedimos los 12 meses de 2023 con la tasa más alta del país, en desapariciones por cada 100 mil habitantes. De acuerdo a datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, el año que recién pasó, 776 personas se reportaron como desaparecidas. Ese dato, cabe recalcar, no incluye la cifra negra que analistas señalan, es del 80 por ciento de los casos que ocurren en la entidad. La tasa de desapariciones fue de 47.84, superando a las dos entidades mexicanas más densamente pobladas: El Estado de México y la Ciudad de México. En dichas demarcaciones, el registro fue de 19.29 y 19.66 respectivamente. 

Haciendo recuento de daños que cargamos de 2023 y que no se les ve solución en el año que abordamos, hoy se cumple un año más 10 días sin justicia por el asesinato del músico Raúl Calderón Samaniego. El caso que involucra al ex alcalde morenista Julio César Chávez y su esposa María de Jesús Solís, resalta por la evidente laxitud de la FGJEZ que no se toma en serio su labor de investigación. Con una Fiscalía que pone en entredicho su vocación autónoma, incrementan las sospechas. Y es que, hay indicios que sobre Julio “N” cae un manto protector desde el poder que provoca la percepción de que la cúpula tiene la determinación de garantizarles impunidad. Respecto a la localización de los presuntos homicidas, es tal la incertidumbre, que ya se volvieron leyenda urbana. Hay quienes afirman que se esconden en el rancho familiar de los Monreal, otros que en Tayahua y algunos se atreven a aseverar que incluso, radican de muy bajo perfil, en el que sigue siendo su territorio de influencia: Guadalupe. Serán peras o manzanas, lo único cierto es que no existe voluntad institucional para garantizar que los dolientes por el asesinato de Calderón Samaniego tengan la justicia que merecen.  

Para continuar con las cuentas nada alegres, un conflicto que generó este gobierno y que está determinado a no darle fin, es el que contrajo con jubilados y pensionados del ISSSTEZAC. Los derechohabientes de ese instituto suman tres diciembres sin recibir las pensiones completas y otros beneficios, que por su trabajo, el estado les asignó. La incongruencia de esta gestión se manifiestó al iniciar la cruzada contra el personal adscrito a sindicatos de telesecundarias y agremiados a la sección 58 del SNTE, con un falso discurso de austeridad.  Con ese pretexto, pasó tijera por pensiones ganadas por años de servicio, bajo la estrategia de criminalizar a los maestros y llamar “pensiones doradas” a sus ingresos ganados por ley. A pesar de las múltiples demandas, el gobierno de David Monreal, a través de Ignacio Sánchez, paga pensiones incompletas. Reducciones que van deel 28 a más del 80 por ciento respecto al monto original, mantienen en la zozobra a cientos de maestras y maestros. Lo peor es que no existe voluntad política para enmendar el conflicto que se arrastra de administraciones anteriores tras un saqueo crónico al ISSSTEZAC. Saqueo que esta administración busca esconder y minimizar a toda costa. 

La reforma que quiso meter de albazo Alejandro Tello para pavimentar el camino de David Monreal, sigue acumulando polvo. Y hace bien, porque al final, fue una intentona legaloide para tapar las cloacas en ese organismo, dar los santos óleos al instituto y procurar que los agremiados pagaran los pecados ajenos. Si bien urge una reforma, no se puede permitir que vaya en contra de los intereses de la burocracia, jubilados y pensionados zacatecanos. Como comparsa del ejecutivo, actúa la LXIV legislatura.  El grupo de 30 que llegó en 2021, merece que con letras doradas se imprima en el muro del congreso un recordatorio a su abúlica y mediocre gestión. No cabe duda que han nadado de muertito en el rubro de darle una nueva reforma al Instituto. Hasta hoy, domina la resistencia a meter mano en el tema escabroso del ISSSTEZAC, por lo que no se ve claro si será este año que se dará una salida que complazca a todos los involucrados. 

En fin, así inicia 2024. Con un gobierno que creó algunos de sus infiernillos y ha demostrado incapacidad para controlarlos. De los problemas añejos que arrastra la entidad y que este gobierno acentuó, como una economía paralizada, marcada por inercias transexenales, ya ni hablamos. Por lo pronto, seamos optimistas porque por decreto, este es el año de la paz. Que su año sea feliz. Espero el favor de su lectura el viernes.