
Por Christian Adalid del Havre
“La energía y la persistencia, conquistan todas las cosas” Benjamín Franklin
En cinco años nuestro país ha cambiado definitivamente en los contextos social, político y económico, tanto así que nos ha impactado en la vida diaria,.
No hemos dejado de sentirnos inseguros al salir de casa, no solo por el virus, sino por la epidemia de la inseguridad que ha trastocado vidas, negocios y aspiraciones. Nos hemos acostumbrado a las noticias trágicas que ya vemos más cifras que historias de vidas y humanos.
En nuestro país desde la llegada del que se autodenomina nuevo régimen, se han perdido alrededor de un millón de vidas entre la pandemia del virus y la inseguridad; ya no solo decimos dónde están los 43, sin dónde está el millón de mexicanos.
Este gobierno quiere ocultar las cifras de los desaparecidos, lo mismo de nacidos aquí que de migrantes que pasan por nuestro país y que están siendo acechados por el crimen y abusados por las autoridades.
El sistema de salud deficiente, tambien causa muertes. Es prioritario buscar su consolidación es necesiario uno, donde cualquier mexicano sea atendido de forma eficiente y con trato humano, que se garantice el ejercicio seguro de los trabajadores y profesionales de los hospitales públicos y privados. Algunas voces dirán que regrese el seguro popular, yo diría que se mejore y se amplié en coordinación con estados, se busque la consolidación de un sistema único de salud que incluya una estrategia primordial de prevención.
¿Cuántas historias hemos escuchado de cercanos o en los noticieros, de familias, jóvenes, chóferes o repartidores que fueron víctimas de asaltos, despojo o hasta violentados en los múltiples caminos y carreteras, quedando a merced de un crimen que sí está organizado?
Es fundamental que se combata a los criminales y se vuelva a las carreteras seguras, pero también a carreteras bien pavimentadas, la red carretera en óptimas condiciones es vital para generar economía en ciudades y pueblos.
En el pasado reciente nos decían que “el que no tranza no avanza”, nos acostumbramos a ver políticos que se volvían millonarios, o empresarios amigos o socios de ellos, que de tener negocios pequeños acababan con grandes constructoras o empresas; pero ahora para mentirnos en la cara, con cinismo nos dicen “yo tengo otros datos”, distorsionando la realidad y queriendo zafarse de forma chusca de los cuestionamientos de mal ejercicio de los recursos públicos.
Los otros datos son negar la realidad de los números de corrupción, de inseguridad, es negar el problema en el pésimo servicio de salud, es dejar a un lado que fuimos de los países de peor manejo de la pandemia. Es voltear la cara a la deuda pública que se va a dejar, cuando se prometió no endeudarse ni un centavo, es negar el sobrecosto en las mega obras y su fracaso rotundo, por un lado un aeropuerto que a estas alturas se está financiando con presupuesto público por no tener viabilidad comercial; una refinería de Dos Bocas que además de costar tres veces mas, no ha refinado ni un litro de gasolina y ha sido inaugurada dos veces; un tren Maya que no solo devastó árboles y fauna de la selva, también ha tenido sobrecostos y han tenido que reubicar ciertos tramos, por hacer mal los cálculos de su trazado, asimismo, tenemos la sorpresa que como obra concluida es ineficiente y tardía.
Los otros datos consolidan la impunidad y el cinismo, niegan la verdad y la transparencia. Es urgente que se consoliden instituciones como los institutos de transparencia que el presidente quiere desaparecer, para que no se le cuestione acerca de la podredumbre que hay en su mal ejercicio de gobierno.
Es necesario que como ciudadanos tengamos la certeza que podemos cuestionar y observar mediante el acceso a la información pública, sin que se clasifique a obras como de seguridad nacional. Busquemos siempre la verdad y hagamos el señalamiento que los otros datos es un sinónimo de mentira y de cultura de la corrupción.
Una persona es libre cuando puede autodeterminar su destino, cuando cuenta con las herramientas y capacidades para poder trascender y ser feliz. Desde hace unos años se cambiaron las políticas de atención a la pobreza y desarrollo social, de contar con programas donde para ser beneficiario a un apoyo económico era necesario ir al médico, estar estudiando y supervisar que los hogares contaran con los mínimos indispensables, generando con ello un clima de corresponsabilidad entre familias y gobierno. Se pasó a las transferencias de efectivo directas a los jóvenes, con ello preparan el camino a un voto cautivo y a un ejército a favor del régimen.
El programa de adultos mayores que se implementó en el gobierno de Fox, y que lo han manipulado según convengan al subir o bajar la edad del beneficiario, se debe revisar para que se aplique de forma que no solo se le otorgue el apoyo económico sino que se analice el contexto de todas las necesidades que tiene el adulto.
Pero los programas han sido supervisados por los llamados Servidores de la Nación que son funcionarios públicos y promotores del voto de Morena, que han ido minando el actuar de estados y municipios con la amenazada velada de no otorgar beneficios a quien no se enfile o vote por los guindas, generando un clima de coerción electoral ¿Dónde quedo la libertad? me pregunto.
Lamentablemente el presidente de “primero los pobres”, generó que los pobres más pobres se multiplicaran, que si bien hay circulante por los programas sociales también por las remesas que presume en cada mañanera y que son reflejo de la falta de oportunidades que hay en el país.
Aquí te pregunto lectora, lector, ¿Por qué Zacatecas gobernado por Morena está experimentando una migración de familias y empresarios al vecino estado de Aguascalientes, gobernado por el PAN, si es que los guindas gobiernan tan bien?