México da un paso importante contra el tráfico de armas de Estados Unidos

 

 

Por Pilar Pïno Acevedo 

 

Esta semana recibimos la noticia a través de una publicación de  Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra en X, de que una corte de apelaciones de Estados Unidos falló a favor de México y ordenó revisar la demanda que presentó la Secretaría de Relaciones Exteriores contra ocho fabricantes de armas. Bárcena Ibarra señaló:  Esta tarde, la corte de apelaciones del Primer Circuito de Estados Unidos dictó sentencia a favor de México, en su demanda contra empresas fabricantes de armas. El asunto regresa a primera instancia para la revisión del fondo del asunto ¡Gran noticia!

En 2021, el Gobierno mexicano por medio de la dependencia citada,  presentó una demanda civil en contra de Smith & Wesson, Barret, Beretta, Century International Arms, Colt, Glock, Sturm, Ruger & Co y Witmer Public Safety Group. El argumento es que la negligencia de dichas compañías ha incrementado el poder de fuego de los cárteles mexicanos, lo que se ha traducido en cientos de miles de muertes en México y también ha favorecido a la expansión territorial de dichas organizaciones criminales. 

En septiembre del 2023, la demanda fue desechada por un juez federal de Boston al considerar que a las empresas estadounidenses, las protege la Ley de Protección al Comercio Legal de Armas (impulsada durante la administración de George W. Bush) que, blinda de toda responsabilidad en su país, lo que se haga con sus productos.

Cifras conservadoras de Eugenio Weigend Vargas, del Centro por el Progreso Americano (Center for American Progress), estiman que cada año entre 2010 y 2012 se vendieron cerca de 213 mil armas en Estados Unidos para su tráfico ilegal a México. Entre el arsenal se encontraban armas de asalto como rifles AR-15 y Barret 50, estos últimos capaces de derribar helicópteros.

Se ha convertido en una verdad común, que la violencia en nuestro país,  disminuirá en nuestro si se detiene el tráfico de armas que migran del país vecino al nuestro.  En las últimas dos décadas, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) se ha incrementado un 70% el número de homicidios dolosos por armas de fuego. Mientras que, en Zacatecas, de 2018 a 2020, el incremento fue de 270 por ciento.  Los homicidios en el territorio nacional, aumentaron de 9 mil 329 en 2004 (año en el que todavía se prohibía la comercialización de armas de asalto en Estados Unidos), a 36 mil 773 en 2020. 

Las consecuencias de este comercio ilegal, son devastadoras. El tráfico de armas afecta no sólo a México, sino a toda América Latina, para muestra el crecimiento de la presencia de los cárteles mexicanos en la región sur del continente. Lo anterior ha cambiado el contexto económico, político y social. La violencia ha tocado la vida de todas y todos, las actividades económicas, incluso, nuestra capacidad de asombro. A diario hay noticias de homicidios, cuerpos colgados o desmembrados, masacres, fosas clandestinas, desapariciones masivas, etcétera. Cada tanto, rompemos récords en estadísticas de homicidios y desapariciones. Además, pese a que las cifras oficiales están manipuladas y acumulan cifra negra de hasta el 80 por ciento,  son escabrosas. ¿Cuáles serán los datos reales? 

 

Los mencionados no aglomeran todas las consecuencias del tráfico ilegal de armas que padece nuestro país.   En el terreno psico-  emocional, las personas que sobreviven a ataques armados o que son testigos de un hecho de tal magnitud, padecen secuelas serias.  También se contemplan las secuelas en una sociedad que vive la violencia, en la que, incluso han cambiado las dinámicas de juego de niñas y niños. 

Como parte de este esfuerzo para reducir el tráfico de armas al país, el gobierno mexicano introdujo la resolución 2 mil 616 en las Naciones Unidas, la cual fue aprobada el mes de julio de 2023 por el Consejo de Seguridad. Esta resolución para combatir el tráfico de armas será vinculante para los países miembros y contiene ocho puntos entre los que destacan: asegurar el monitoreo y rastreo de armas, mayores controles fronterizos y la autorregulación de las empresas privadas. Esta iniciativa posiciona el tema en la mesa bilateral, además de contener los reclamos que se le hacen al presidente estadounidense, sobre su Política de Seguridad. El simple hecho de que la comunidad internacional preste atención a los argumentos legales, es ya una victoria en sí misma.

Que nunca se nos olvide que el negocio funciona así: Mandamos droga de México a la Unión Americana, nos regresan dólares con los cuales, les compramos las armas que han convertido en un cementerio este país. Para ellxs, es un negocio redondo, para nosotrxs implica muerte, sufrimiento y violencia. Mientras no existe una voluntad real de ambos países para frenar el tráfico de estupefacientes y personas, la escalada de sangre que padecemos a diario, no podrá detenerse. Mucho se habla de la complicidad de los políticos mexicanos ¿Acaso la droga podría llegar a los norteamericanos, sin la complicidad de sus propios funcionarios?

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