La semilla de la resistencia

 

Por Raymundo Moreno 

 

El pasado  2 de junio, bajo el amparo de una elección de Estado, Morena y sus esbirros lograron sentar las bases no de un cambio de gobierno sino de régimen. La obsesión presidencial por conseguir la reforma constitucional que desarticula al Poder Judicial da cuenta de su intención por someter a cualquier contrapeso o intento de resistencia, por humilde que sea.

La condición crítica de nuestra democracia y sus instituciones también se observa en el ámbito local. Los ataques desmedidos contra Alessandra Rojo de la Vega en la alcaldía Cuauhtémoc y Miguel Varela en Zacatecas capital reflejan el pensamiento que prevalece en algunos círculos del partido dominante, en este caso el monrealato: lo que no ganan en las urnas lo buscan arrebatar a través de la cooptación de las autoridades electorales.

La capital zacatecana es la fruta de la discordia. Su importancia simbólica y estratégica de cara a la construcción del viaducto elevado y el proceso electoral 2027 llevó a los operadores de David Monreal a presionar en pos de una elección extraordinaria. Se equivocan en el cálculo, sus esfuerzos no solo no han conseguido el aval de la Sala Monterrey del Tribunal Electoral federal, sino que han evidenciado el indigno papel de sus magistrados afines en el tribunal local y fortaleciendo a Miguel Varela en el imaginario colectivo.

En el escenario actual, el de un cuasi hegemónico partido de Estado, la semilla de la resistencia democrática reside en las pequeñas trincheras que la oposición ganó y debe defender hasta las últimas consecuencias. De Zacatecas capital y la alcaldía Cuauhtémoc puede surgir la modesta gota que con persistencia y valentía se transforme en el confiable caudal de una nueva normalidad democrática.