¿Cómo le fue a Zacatecas en el primer piso de la 4T? 

Por Norma Galarza

El próximo martes 1 de octubre Claudia Sheinbaum Pardo tomará las riendas del país, tras 6 años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el que nuestra entidad -contrario a lo que se dijo- no fue prioridad. Salvo las transferencias directas del gobierno federal en programas sociales, en el sexenio que expira en 4 días, no hubo acciones que marcaran una diferencia.  En promesas,  quedaron la construcción de la autopista a Aguascalientes, la federalización de la nómina educativa y hasta un reciclado proyecto Milpillas, que pasó a ser bandera de la próxima presidenta. Desde 2018, cuando Alejandro Tello cursaba su segundo año de quinquenio, la federación se centró en inyectar dinero para la Delegación de Programas, lo que empoderó a la dependencia de la que fue titular Verónica Díaz Robles. La consagró como una gubernatura alterna, que a partir de su nombramiento desairó al ejecutivo y construyó una fuente de estructura electorera para el triunfo de David Monreal. Con el presupuesto enfocado en los subsidios, las asignaciones presupuestales no corresponden con la euforia de que la 4T encarnaba un cambio de fondo para ésta tierra. 

No obstante, a Zacatecas no le ha ido tan mal en términos presupuestales, dado que su contribución al PIB nacional, es muy raquítica. En los últimos 4 años se pasó de los más de 30 mil millones de pesos en 2021, a los más de 38 mil millones de pesos que se gastan este 2024 entre todos los entes públicos.  De recursos extraordinarios para infraestructura no hablamos, porque no hay, no hay. La entidad ha perdido ingresos que recibía antes de 2018, por la desaparición de fondos de fortalecimiento municipal y el Fondo Minero.  A Tello Cristerna le tocó renegar por la pérdida de cerca de 700 millones de pesos anuales con los que se queda el gobierno de la república, por la centralización de ese recurso, tras la reforma al artículo 275 de la Ley de Derechos en 2019.  A propósito, el año pasado, en mayo, el hoy titular de la Función Pública, Ernesto González Romo, en conjunto con tres diputados más, envió al Congreso de la Unión una iniciativa para crear un nuevo “Fondo Minero”. El promotor principal, hoy funcionario estatal, dijo que con esa reforma,  Zacatecas ingresaría a sus arcas más de 14 mil millones anuales, al tomar en cuenta que la industria del ramo produjo aquí, solo en 2022, ganancias por 288 mil 930 millones de pesos. No pasó nada.  

Y es que, a pesar de la demagogia vertida respecto a que con la llegada de David Monreal a la gubernatura al estado le iría mucho mejor, eso no ha pasado. De la toma de protesta a la fecha, ya en lares de la nula gobernanza, poco cambió. Aunque el gobierno de López Obrador cargó con toda la parafernalia de su gabinete en noviembre de 2021, la dinámica de “desarrollo” continua enfocada en dotar de programas sociales a la población. De ahí que en su informe, el apodado gobernador, presumió que en 2023 se repartieron 1 mil 250 millones de pesos en la política de bienestar, federal, por cierto. En el rubro de la seguridad, no hubo un respaldo significativo de las fuerzas castrenses que ya se tenía con Tello. En ese sentido, del despliegue operativo de 3 mil 388 elementos del quinquenio “diferente”, solo se sumaron alrededor 460 más que se han ido rotando temporalmente. Si bien la inversión pública está sujeta al endeudamiento heredado de casi 12 mil millones – rubro en el que por cierto el gobierno del de Fresnillo, tiene su único logro, al reducirla a la mitad-, en el primer piso de la 4T, además de la infraestructura, se descuidó al sector productivo.

 Quitar el subsidio al precio del Diésel y los apoyos a la producción agrícola, impactan hoy al sector que según la oficialidad local “es solución, no problema”. A ello sume la sequía de 2022-2023 y la incapacidad para gestionar con Conagua el desazolve de cuerpos hídricos. Además de que los apoyos al campo llegan a un número muy reducido de beneficiarios, principalmente los que tienen capacidad productiva, lo que provoca que se descuide a 130 mil productores. No es casualidad que en nuestra entidad el 60 por ciento de la población dependa del mercado informal y las remesas. Lógicamente no se menosprecia el hecho de que 7 de cada 10 familias -según cifras oficiales- reciben un apoyo social, sin embargo, la política pública de repartir dinero, es un mejoralito temporal a la enfermedad de la pobreza. ¿Habrá cambios en la parte dos de la Cuarta Transformación? Aún cuando  Sheinbaum Pardo recicló la promesa de construir la presa Milpillas para enfrentar el problema del acceso al agua de los 3 municipios más poblados de la entidad, su primera acción preocupa. No contemplar a Zacatecas en la estrategia de seguridad de sus primeros cien días, habla de que seguimos fuera de las prioridades de esta 4T. En fin, seamos optimistas. Por ahora, nos vamos de puente. Hasta el miércoles. 

Compartir esta página