¿El gas?

Por Pablo Pedroza

3 de octubre 2024

El final de la Feria Nacional de Zacatecas además del concierto “Prófugos del Anexo” y saldo blanco, cerró con el registro de una explosión en las inmediaciones del estadio Carlos Vega Villalba. Momentos después, el Secretario General de Gobierno, Rodrigo Reyes, informaba la causa: “una explosión por acumulamiento de gas en uno de los tanques de en un puesto de comida», y un saldo de 6 personas lesionadas. Daba la información acompañado de personal de protección civil estatal y del Ayuntamiento de la capital.

Más tardó el Secretario en dar su versión de los hechos en sus redes personales, que en ser inundado por una serie de cuestionamientos: no fue un tanque de gas, un avezado que manifestaba ”fue una granada, no mienta, yo estuve ahí” (¿cómo se le hace para estar presente en una explosión de granada y escribir ileso?) y así una serie de mensajes que iban del enojo, no fue gas, al fue una granada, versión que se fortaleció por la aparición de mantas de la delincuencia organizada presuntamente adjudicándose la explosión sucedida.

En los mensajes al perfil, hubo algunos en otro tono: “ es obvio que el evento se hubiera cancelado si hubiera sido otra cosa. Primeramente por el personal de los artistas”.

Que lo informado por el funcionario haya sido un razonamiento con cálculo de riesgos y consecuencias por el evento que aglutinó a miles de zacatecanos y gente de otros lugares para evitar un mal mayor puede ser ponderable, no sé si creíble. Pero es el riesgo de las declaraciones a botepronto en momentos de crisis. Ya hemos visto esas reacciones con otros funcionarios en otras administraciones.

Es verdad que hay ciudadanos que se sienten legítimamente indignados y engañados, como lo es también que siempre habrá la reacción de sacar raja política, los tiempos políticos están vigentes.

Quedan hasta ahí varias dudas y preguntas ¿Quién dio el parte de la explosión y en qué términos para proceder a lo declarado? ¿Qué avance tienen las indagatorias de la Fiscalía? Çuál es el número exacto de lesionados y la evolución de su salud?

Puede ser que aún con todo ello aclarado, permanezca la duda, pero habrá ya una versión clara de Fiscalía. Por lo pronto qué bueno que la explosión y los hechos posteriores no dieron paso a generar pánico dentro del estadio porque estaríamos hablando de otras cosas.

Sobre el mismo hecho, hay sucesos que debieran preocuparnos no por ser nuevos sino por la coyuntura, en términos de seguridad, que vivirá el estado por la asunción de Claudia Sheinbaum como Presidenta de la República.

La Presidenta, como ha pedido se le llame para visibilizarla -¿era invisible acaso?- no tiene a Zacatecas contemplado en las acciones de sus primeros 100 días en materia de seguridad, eso a los anuncios constantes y estadísticos de que la inseguridad ha sido dejada atrás. Mejorar no es resolver.

Ese no contemplar a Zacatecas, obliga a cerrar filas y afinar acciones con los responsables de la seguridad estatales y municipales.

Está la seguridad para las filtraciones de la comunicación entre policías y de las cámaras de seguridad del C5. Esto debiera preocuparnos por la falta de disciplina e institucionalidad de quienes los realizaron.

Ya sea desde la Policía de la Capital o del C5 bajo responsabilidad del general Mayoral, bien vale preguntarnos y preocuparnos por la porosidad en instituciones y corporaciones policiales, si bien en este hecho abona al ejercicio informativo, no hay  garantías de no hacerlo hacia generadores de violencia de los que nos deben cuidar. Peor aún, si fuera con el aval o descuido de sus superiores civiles o mandos.

Por lo pronto, a partir de que empieza el ejercicio de Claudia, con la posibilidad de retiro de elementos de la Guardia Nacional principalmente, a otras regiones del país donde se consideran más necesarios. Esperemos que el titular del Ejecutivo se ponga las pilas para que no decaiga el estado de fuerza y, con ello, sus estadísticas en seguridad.

Por si lo anterior fuera poco. Manuel Flores Sonduk nos avisa que ese C5, calificado como la obra de infraestructura más importante de los últimos 25 años y fortaleza de la seguridad en Zacatecas, no será inaugurado en octubre como dijo David Monreal en su tercer informe o mensaje.

Resulta que la portentosa obra es un cascarón cuya estructura no soporta un segundo piso y -mal diseño ¿sin idea de lo necesario?-, y además tendrá un auditorio ¿acaso el C5 por su naturaleza no debe ser hermético y con acceso controlado?, entonces ¿para que un auditorio? ¿No sería suficiente una sala de juntas o una sala de situación para el cumplimiento de los deberes y que fluya la inteligencia? Esperemos.

Informó Sonduk que una vez concluidas estas obras alternas se dará paso al equipamiento tecnológico del que, faltaba más, ya tienen listo todo para su instalación.

Así que al parecer este octubre, se inaugurará la que será llamada primera etapa del C5.  Un cascarón que han tardado ya casi 7 meses en construir para aumentar cosas que no estaban en el diseño original. ¿Acaso no sabían lo que hacían o querían para la fortaleza de la Seguridad? En eso han invertido en 2023 y 24,  80 millones del FASP de acuerdo al contrato para su construcción. Esperemos sean los intereses de los zacatecanos y no los de Seguritech en este proyecto que se ha anunciado tendrá un costo superior a los 750 millones, no vayan a terminar dejando un elefante blanco como de los que acusan a MAR.

Y si ese C5 no funciona o no estará en octubre ¿con qué C5  han hecho, hacen y se harán por un prolongado tiempo, las tareas propias de esa infraestructura? Porque si se viene y sigue trabajando con la infraestructura preexistente, lo que tendremos es una obra que servirá a quien la haga y a sus intermediarios.

Sigamos entretenidos en el gas entonces.

 

 

 

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