Patria, familia y libertad

Sobre la pluma: Christian del Havre es polítólogo y capacitador certificado en SEP Conocer.

 

“Solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar, y esta lucha apenas comienza.”

—Manuel Clouthier del Rincón ‘Maquío’

Este fin de semana se llevó a cabo el relanzamiento del Partido Acción Nacional. El acto fue profundamente simbólico, pues se realizó en el mismo lugar donde se fundó el partido hace 86 años, acompañado de una marcha hasta el Ángel de la Independencia.
Este relanzamiento incluyó la modificación del logo y del eslogan, además de plantear dos iniciativas clave: la apertura de la afiliación y de las candidaturas a la ciudadanía.

Más allá de estudios mercadológicos o focus groups sobre el nuevo logo —tema siempre subjetivo—, considero que la propuesta respeta la esencia visual del PAN, conserva sus colores y aporta un aire más moderno. En lo personal, me gustó. El nuevo eslogan se fundamenta en tres pilares esenciales para Acción Nacional: la Patria, la Familia y la Libertad. Estos valores delinean los objetivos que guiarán sus políticas, iniciativas y acción de gobierno.

La Patria
Se reivindica como un valor compartido por los mexicanos, vinculado a la historia, la cultura y las instituciones que generan sentido de pertenencia. Desde el humanismo, la Patria se concibe como un proyecto ético y político que debe garantizar el desarrollo integral de cada ciudadano, defender la soberanía y promover el Bien Común. Esta visión cobra relevancia en un contexto donde el gobierno de la República fomenta la polarización, la estigmatización y la división. Acción Nacional, en contraste, propone la integración nacional.

La Familia
Es reconocida como la célula fundamental de la sociedad y el primer espacio de socialización y afecto. El enfoque humanista resalta su papel insustituible en la transmisión de valores, la educación y el apoyo mutuo. Defenderla implica impulsar políticas públicas que garanticen su estabilidad y bienestar, reconociendo su función vital para la cohesión social. No olvidemos que durante este sexenio la familia ha enfrentado dos crisis profundas: la pandemia y la inseguridad, que han dejado hogares rotos y orfandad. Acción Nacional buscará colocar en la agenda temas que protejan la integridad familiar y el desarrollo pleno de cada uno de sus miembros.

La Libertad
Es el valor humanista por excelencia y el motor de la dignidad humana. Se entiende no solo como ausencia de coacción, sino como la capacidad de autodeterminación que permite a las personas desarrollar plenamente sus potencialidades. Esto abarca la libertad política (democracia), económica (oportunidades) y de conciencia (expresión). En un país donde el gobierno tilda de traidores a quienes disienten, y donde se han promovido leyes para reprimir periodistas mediante el aparato judicial, es urgente salvaguardar la dignidad de la persona y la democracia.

Otro eje del relanzamiento es la búsqueda de identidad. Se habló de una alianza con la ciudadanía más allá de los partidos, lo que implica volver a las causas: reconectar con gremios, emprendedores y sectores sociales que fueron marginados. Recordemos que Acción Nacional fue fundado por académicos, mujeres y diversos actores de la sociedad civil. Esta alianza busca devolver identidad a un partido que, por sus coaliciones, había dejado de lado sus banderas y posicionamientos. Muchos percibían que sus propuestas se habían diluido. Con este relanzamiento se recupera la agenda, la propuesta y la identidad.
La apertura ciudadana incluye métodos de afiliación accesibles desde un celular, sin intermediarios. Esta apuesta busca que cada simpatizante pueda afiliarse libremente, rompiendo esquemas corporativos. Es fundamental contar con una herramienta ágil, pues los métodos anteriores eran complejos y desalentaban la participación.

Una novedad relevante es la apertura a candidaturas ciudadanas, mediante elecciones primarias y procesos transparentes. Se busca impulsar perfiles con legitimidad social, luchadores comprometidos con mejorar sus entornos. Esto representa un salto hacia la integración entre sociedad y partido.
Por supuesto, este relanzamiento tiene detractores: desde la Presidencia hasta los opinadores del régimen. No les agrada que otra fuerza política comience a erosionar su hegemonía. La consolidación de una oposición activa permite que la sociedad mire hacia otras opciones de cambio frente a la ineficiencia, la corrupción y el autoritarismo reinante.
A Acción Nacional, sus dirigencias y liderazgos les queda una tarea monumental: recuperar la credibilidad ciudadana en la política y las instituciones, sembrar esperanza con buenos resultados de gobierno y construir discursos que trasciendan el ruido de las redes sociales para conectar con la realidad cotidiana.
Porque en tiempos inciertos, es fundamental apostar por la Patria, la Familia y la Libertad.

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