¿Quién ganó el debate?

 

Por Andrés Vera Díaz

Los debates presidenciales son todo menos eso, la exposición de ideas con formatos tan cuadrados, estériles y conductores a modo siempre están dirigidos a lo mediático, a la creación de percepciones frugales.

Ganó tal o cual. Se basa la victoria en quien tuvo mayor aceptación durante sondeos, pero resulta tan efímera esa perspectiva como el hecho de opinar respecto a las realidades vivenciales. Caminar por una colonia popular y luego en una de clase alta difiere en la sensación de malestar o bienestar inmediata, pero la generalidad habla por sí misma.

Las virtualidades no causan un efecto mayor en quienes analizan, aquellos que investigan los dichos de los candidatos y los posibles resultados de las propuestas. Esos que están hartos de un populismo sin sentido (prometer y hacer todo lo contrario). Los que viven día a día la desesperanza, la violencia, quienes vemos la corrupción exacerbada; un sistema de complicidad podrida.

El cambio de país no se trata de mensajes corporales, sonrisas falsas, estadísticas a modo, se trata de una visión en conjunto, de un proyecto de reforma profunda y real, con la esencia de carácter popular, ¿o qué acaso no somos mayoría?, ¿eres de la élite que viaja en helicópteros del gobierno?, ¿tienes acciones en el nuevo aeropuerto?, ¿te has hecho millonario a costa del erario y con total impunidad?. ¿Mandas a estudiar a tu hijos a Atlanta porque no confías en tu país?.

Los debates entonces, son mecanismos de manipulación finita, aprovechados por el interés que despiertan, por el morbo, no por la propuesta fina, concreta, viable, real. Encuetas de Massive Caller, Reforma, 24 horas, daban como vencedor a AMLO, Anaya y Meade respectivamente. Las redes sociales dicen otra cosa. ¿El hartazgo social cambiará ante la simpleza burda de una percepción extremadamente coyuntural?.

En la discusión tras el encuentro algunos especialistas reconocieron que López Obrador no ganó la discusión. Pero tampoco perdió porque logró mantener su posición e imagen como hasta ahora. «Le fue bien porque el que tenía más que perder era él, y perdió ahora un poquito», dijo el analista Leo Zuckerman en el canal Televisa.

¿Quién ganó entonces? Según la “generalidad” quien mejor desempeño tuvo fue Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente. Pero esto no alcanza para mover, por ahora, el escenario electoral.

Faltan dos debates más. En verdad, en verdad, ¿los debates modificarán el drama nacional?. No hay peor ciego, que aquel que pudiendo ver, cierra los ojos por necedad.

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *