Dra. Imelda Ortiz Medina
El estado y particularmente los gobiernos son fuertemente cuestionados en su actuar, pues los resultados de estos en la mejora de las expectativas en la calidad de vida de la sociedad no han sido los esperados. Esto ha obligado a los gobiernos a entrar en un proceso de transformación de la Administración Pública y por ende, de las formas y técnicas de actuación de la misma vinculadas a la generación de productos finales (outputs) pero ahora con eficiencia, eficacia y rendimientos.
Que entes ajenos al estado administren los servicios ha resultado un fracaso
Se requiere una nueva forma de administrar y hacer a los gobiernos más eficaces y eficientes, por lo que se propone, por parte de la Nueva Gestión Pública (NGP)[1] la externalización de servicios (outsourcing), argumentando que con la reducción del gasto público y la delegación de responsabilidades, los gobiernos se encargaran solo de las actividades prioritarias lo que los hará más eficientes. Sin embargo, a pesar de ser una herramienta sumamente útil para que los gobiernos y particularmente los locales, logren alcanzar la eficiencia económica, a más de un cuarto de siglo de su implementación en varios países, no ha dado los frutos esperados; no se ha logrado que el servicio externalizado sea más eficiente.
El patrimonialismo, una de las causas
En la mayoría de los casos, los servicios se externalizan a amigos y parientes que no siempre tienen los conocimientos o las condiciones para ser realmente empresas competitivas. Peor aún, los gobiernos se han vuelto rehenes de las empresas a las cuales han externalizado el servicio y, en muchos casos, cautivos de grandes empresas o corporaciones, dando como resultado el sobreendeudamiento de los gobiernos locales. Uno de los principales problemas que influye en la toma de decisiones administrativas es el componente político, la captura que éste hace del comportamiento del individuo en cualquier ámbito de su actuación es un fenómeno altamente complejo y que históricamente ha sido el talón de Aquiles de diversos modelos.

La corrupción, otro factor que contribuye al fracaso de este modelo
Así pues, los que están a favor de la externalización no toman en cuenta el patrimonialismo que ejercen las elites locales sobre la admistración de los municipios (la captura del poder por parte de ciertos grupos), la corrupción de administradores públicos, y el clientelismo político, lo que reduce, enormemente, el resultado o éxito de cualquier nuevo proceso administrativo que se implemente. Aunado a que la teoría económica ortodoxa, y por tanto la NGP, por su propia naturaleza, hace caso omiso de dicho componente e ilusamente piensa que es fácil de erradicar, apostando todo a la eficiencia económica.
Instituciones sólidas y confiables, para el éxito del ousourcing
Para que la externalización tenga éxito, es importante que existan instituciones solidas[2] y confiables, que la cultura administrativa este permeada por la honestidad, la solidaridad y la cooperación, que los municipios y los actores económico y políticos tengan una visión de estado y no solo se guíen por su interés personal y político, que sean potencialmente competitivos y una sociedad madura[3]. Además, la externalización no es la panacea, existen áreas que, por su naturaleza, no pueden o no deben ser competencia de un ente diferente al gobierno.
Así pues, la externalización exige un alto grado de institucionalidad y democracia para evitar, de esta manera, que los gobiernos locales hagan un uso caciquil y clientelar de la misma, México dista mucho de tener estas condiciones. Por lo tanto, bajo esta premisa, privatizar el servicio del agua no siempre será la mejor o la única opción para volver eficiente su servicio.
[1] La Nueva Gestión Pública es la una corriente de la Administración Pública desarrollada en los últimos años del siglo XX.
[2] Entendiendo como Institución solida al conjunto de reglas, nomas y valores altamente compartidos y consensados al interior de una sociedad.
[3]Denomino sociedad madura, a aquella sociedad con alto nivel de civismo, autosuficiencia y autonomía para buscar sus propios medios de crecimiento.
