La mano que mece la cuna

 

Por Christian del Havre

“El poder real es el económico, entonces no tiene sentido que hablemos de democracia”.

José Saramago

 

Se ha creído que los contrapesos del poder eran solamente el político social y jurídico, el régimen actual dejo a un lado la importancia del poder económico o mejor dicho no dimensionó el peso específico de la globalización económica y sus interacciones en la economía real, ya que creyó que al tener contenta a la oligarquía local podía transitar sin problema.

Se debe dimensionar que México, es el país con más acuerdos de libre comercio en el mundo, pero esto no es algo nuevo desde tiempos del virreinato éramos el puente comercial entre Europa y oriente con la Nao China que llegaba al puerto de Acapulco y partía del de Veracruz.

Nuestra zona geográfica y comercio con América del Norte, conforma una de las plataformas económicas regionales más competitivas y exitosas en el mundo, ya que concentra el 12% del comercio mundial, el 28% del PIB mundial y el 26% de los flujos globales de inversión extranjera directa.

Debemos añadir que esta interacción ha generado que la dinámica laboral y de apertura comercial cambie, se vaya adaptando a una integración regional, es por ello que los sueldos y salarios sobretodo de la maquila y la industria estén en constante crecimiento, ya que es una exigencia de los tratados de libre comercio, más que un tema de justicia social.

Un factor más que se suma a esta dependencia del exterior son las remesas, que han generado un crecimiento como no se había visto en años acumulando ya el 4% de lo que se produce en el país, impactando en casi 5 millones de hogares que reciben este dinero que se utiliza más que nada en el autoconsumo; aunque se debe aclarar que más que una estrategia de orgullo es un fracaso que han capitalizado los gobiernos, ya que muestra la ruina en materia económica y de oportunidades que sus ciudadanos no tuvieron y se vieron obligados a emigrar.

En los últimos meses de este sexenio se dijo que nuestra economía era sana a tal grado que se habló de un superpeso que el dólar palidecía frente a nuestra moneda, otra fantasía que vendió el régimen, que se topó con la realidad, una donde los inversionistas golondrinos se pusieron nerviosos con el ‘plan C’, demostrando que nuestra economía esta sostenida con alfileres, haciendo que el superpeso le llegara su dosis de criptonita.

Ya los vecinos del norte están preparando el terreno para un bloqueo de productos en caso que se sigan consolidándolos temores del autoritarismo guinda, este día acaban de anunciar que el aguacate michoacano no puede entrar a Estados Unidos por una agresión sufrida a sus supervisores en la región purépecha, un claro ejemplo que el poder económico global puede moldear los esquemas locales.

Ya quedó claro que si hay muestras de la consolidación del ‘Plan C´ a raja tabla, el factor económico mundial dará un manotazo que hará sufrir a la economía mexicana, sobre todo a los bolsillos de los ciudadanos, recordemos que cuando la necesidad entra por la ventana el amor sale por la puerta, y ese amor del que se ufana la cuarta, puede quedar lastimado.

Christian del Havre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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