Por Norma Galarza
El político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, líder y fundador de MORENA, dejó entrever en días pasados sus intenciones de contender por tercera vez a la candidatura por la Presidencia de México.
Argumentando en spot que ya se promueve en redes a favor de MORENA, que el presente gobierno nos hundió en un “despeñadero” (no le quito razón), aún así, no creo que sea buena idea su candidatura, porque su imagen ya está muy gastada. Pero ¿Será Andrés Manuel lo que México necesita? ¿El mesías, el salvador de nuestro futuro?
Si bien es cierto que su gestión en el DF como Jefe de Gobierno, le hizo ganar varios adeptos, después de eso, su empecinamiento por el poder a partir de las subsecuentes postulaciones por la Presidencia y posteriores derrotas legales o no, nos mandan la imagen de un político egocéntrico que cree ser la solución a un problema mexicano que no se encuentra en una sola persona sino en todo un sistema.
AMLO debería dejar de ser el eterno candidato y empezar a promover a algún personaje nuevo, porque ha caído, quizá sin pretenderlo en el mismo pozo que pretende (o decía pretender) cubrir. Ha caído en las mismas prácticas que dice detestar. Sin embargo es innegable que gracias a su capital político, pudo fundar su Movimiento de Regeneración Nacional, por algo ha quedado a muy pocos votos de la Presidencia de la República.
Sin embargo, López Obrador debe demostrar humildad y darle el paso a sangre nueva de entre sus allegados, tal vez, pero queremos ver rostros nuevos en el nuevo partido, porque “la esperanza de México” no puede estar en volver a repetir la misma fórmula por siempre, MORENA necesita candidatos o candidatas que refresquen la política mexicana, porque ya estamos hartos de ver las mismos nombres brincando de una candidatura a otra, de un partido a otro.
Tal vez AMLO quiera repetir la odisea de Luiz Inacio Lula Da Silva quien ganó la presidencia Brasileña en la cuarta postulación y si es así, todavía le quedan dos oportunidades 2018 y 2024, pero quien sabe. Todo puede suceder, si como dice mi abuela “dios le presta vida”.
Por lo pronto, muchos de sus seguidores en el 2012, ya no están dispuestos a brindarle su voto para el 2018, porque su necedad ya parece una evidencia inequívoca de demencia senil, o tal vez es sólo que AMLO es muy perseverante y como dicen que el que persevera alcanza…