Amor en tiempos de Monreal

“Amor es buscar el bien del otro”.

Cita bíblica

Por Christian del Havre

Una frase que escuchamos cotidianamente en campaña de  David Monreal, fue que “amor con amor se paga”. Aun y cuando ganó con amplio margen, no hemos visto reflejado ese cariño o amor para el terruño que lo vio nacer, ni para el estado que gobierna.

La nueva gobernanza después de haber ganado se tardó alrededor de 9 meses en establecer su gabinete, pero no lo hizo visualizando la efectividad o eficiencia de sus funcionarios públicos, sino como compensaciones políticas.

La burocracia del estado respaldó un proyecto que dejaría atrás el amiguismo, el compadrazgo, la nómina secreta y abuso de varios funcionarios del llamado primer nivel, ideales  fuera de la realidad, se reprodujeron los acosos, despidos injustificados y cambios al vapor, y la nómina sigue allí. No hubo amor.

La clase empresarial de la construcción, que en tiempos de cuarta han visto como se han reducidos los proyectos y obras,  en la nueva gobernanza están en el valle de la desolación, a pesar que el gobierno mencionó un presupuesto que no se ve, ni en carreteras, ni en lugares turísticos.

Los legisladores que buscaron un proyecto que quedo en ambición personal de ambos sentidos, dejando una parálisis en materia de leyes y actualización social; ese fenómeno que generó acusaciones y demandas, el amor se apagó.

Municipios que fueron pintados del color del oficialismo con la promesa de recursos para su desarrollo y que les han quedado a deber en recursos, seguridad e inversión, ese amor se acabó.

Una sociedad cada vez más desesperada por que han tenido que salir de sus casas por miedo o amenazas, una sociedad que teme por su seguridad dejando a nuestra entidad con dos municipios con los niveles más altos en percepción de seguridad, una sociedad paralizada en sus actividades cotidianas y festividades canceladas, buscar lo mejor para la sociedad ha quedado de lado y el amor platónico del ejecutivo en turno, se nubla por un inexplicable  narcicismo.

No cabe duda que buscar el bien del otro se debe reflejar en acciones que generen bienestar, políticas públicas que den respuesta a las necesidades o programas que atiendan las calamidades del día a día; dar respuesta a las carestías sociales, que en este caso serían la precariedad o pobreza y la inseguridad.

Buscar el bien del otro comienza en casa, en la oficina y en la sociedad; la única forma de sacar las cosas adelante es generar redes sociales, instituciones y amor propio, si seguimos en la esperanza de un amor que vendrá a remediar todos los males, puede ser que pasen otros cuatro años en la desesperanza y el menosprecio, en el amor en tiempos de Monreal.

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