Economista por la UAZ columnista de la Cueva del Lobo
➡️Monreal o Monreal
➡️El PRI: fingida oposición
➡️La partidocracia por sus intereses
➡️El abstencionismo, la típica respuesta popular
De salida
➡️También es nepotismo, díganle a David
Monreal o Monreal
Según todas las encuestas, Morena continúa con el privilegio del respaldo popular en Zacatecas. De ahí que se planteé que la verdadera pugna por la sucesión en la gubernatura -a menos que Claudia Sheinbaum diga lo contrario, aunque yo lo veo poco probable-, se decidirá entre los Monreal. Dos sopas, la candidatura que lleve la venia de Ricardo o la que pretende imponer David, de la que ya nadie tiene dudas porque ya está muy destapada: su cuñada. No es por azar que la entidad se encuentre reducida a esa expectativa política.
Aún con todo el deterioro que le ha impregnado la torpe gestión de David Monreal al Ejecutivo, frente al poderío oficial que el régimen guinda entregó en manos del clan de Fresnillo, no hay oposición. La razón es muy simple, quienes lideran al PRI, al PAN, al PRD o a MC, están más interesados en su supervivencia personalísima, que en construir un bloque opositor serio.
El PRI: fingida oposición
El ejemplo más emblemático es el PRI de Carlos Peña, hoy entregado de facto al monrealismo, aunque de vez en cuando simule lo contrario. Las razones sobran para los actuales dueños del partido. Hay vínculos más profundos que el simple hecho de que entre los linderos de ese apellido se formó el líder que tiene cautivo al tricolor desde 2010. Por esa alianza, Miguel Alonso Reyes fue gobernador, y aunque su apéndice, Carlos Peña Badillo, articule discursos enardecidos contra el poder en turno, es evidente a qué intereses responde.
Al igual que en 2021, del PRI no hay mucho que esperar. Recordemos que en esa ocasión, Alejandro Tello entregó el aparato gubernamental para concretar el triunfo de David, impulsado por Ricardo. No hay razón para suponer que en 2027 será diferente. A menos que la candidatura recaiga en el exalcalde capitalino mencionado, hasta hoy, no se espera que el PRI sea factor de unidad en la conformación de un bloque opositor. Ya veremos.
La partidocracia por sus intereses
El panorama para la oposición es tan sombrío que las encuestas no dan esperanza a candidaturas opositoras en solitario. Es evidente: todos los partidos bailan el vals que les toque Morena en Zacatecas. El PAN tampoco ha mostrado interés en consolidarse como una opción seria. Sigue atrapado en su postura añeja de “Club de Toby”, incapaz de abrirse a la ciudadanía, aunque en su refundación se prometió lo contrario. Las cúpulas locales no ven ni oyen más allá de sus propios jilgueros que le invitan a no soltar el control del partido.
Podría poner en la palestra la Tercera vía. Antes, es necesario preguntar ¿Volteamos a ver a Movimiento Ciudadano? ¿Cómo? si sus actuales dueños en Zacatecas también le deben todo a Ricardo. Además, el partido a nivel nacional -donde se decide todo, claro- sigue mandando mensajes ambiguos porque no se decide entre su papel de opositor o patiño de Morena.
El abstencionismo: la típica respuesta popular
Con ese contexto, sobran razones para afirmar que la partidocracia ya dio de sí. Los ciudadanos no ven en ella una respuesta al creciente hartazgo frente a Morena. ¿Qué podemos esperar en 2027? la respuesta típica de la sociedad ante escenarios de desánimo electoral es el abstencionismo. Y el ciudadano que no sale a las urnas concreta triunfos oficialistas porque cede su decisión a la base electoral maiceada y chantajeada. No obstante, la oposición no ofrece muchas salidas: los institutos políticos mexicanos, sin excepción, se reducen -y ni siquiera fingen lo contrario- a círculos de intereses de particulares.
Sus pugnas más encarnizadas son por la repartición del pastel, por la negociación de espacios con los de arriba, de espalda al ciudadano. Es claro que a la clase política no le interesa el destino del país, sino preservar el privilegio de seguir pegada a la ubre presupuestal. ¿No cree?
De salida
También es nepotismo, díganle a David
Qué cara dura la del que apodan gobernador, que habla del estatuto de Morena —cuya modificación no existió, porque la prohibición del nepotismo ya estaba escrita— como si fuera nuevo, cuando se refiere a la aspiración de su hermano Saúl. O hace que el Santo Niño de Atocha le habla, o de plano finge demencia, porque ese mismo estatuto señala, cito: “No se permitirá que los dirigentes promuevan a sus familiares hasta el cuarto grado en línea directa y hasta el segundo grado por afinidad”. En el último párrafo entra su cuñada, aunque él haga como que la virgen le habla. Al respecto, no es secreto, que David ya mueve el aparato institucional para legar los terrenos de Zacatecas a quien ha mandado en el Ejecutivo desde 2021. Por esa razón, el objetivo proselitista actual del “más inteligente de los Monreal” —según Ricardo— incluso puede tomarse como una campaña de reelección encubierta. Habrase visto semejante cinismo. Santa Claudia Sheinbaum nos ampare de un destino tan fatal como repetir 6 años de un gobierno rencoroso, sectario, incompetente, abúlico e indolente. Al final, querida lectora, lector: la última palabra la tiene usted. Es hora de que se note el poder ciudadano. ¿No cree?