CONTRASENTIDO: Nepotismo del Bienestar

Por Christian del Havre

 

“Pocos ven los que somos, pero todos ven lo que aparentamos”.

 

Niccolò di Bernardo dei Machiavelli (diplomático, autor, filósofo político y escritor italiano)

 

 

 

El tema que no es nuevo en nuestro sistema político y de estado mexicano.  Viene arrastrándose desde la implementación del estado post revolucionario de la “familia revolucionaria”, donde los vínculos consanguíneos, personales y clientelares, muchas veces, han tenido más peso que el mérito o la capacidad.

Después del desaguisado con la presidente Sheinbaum, donde los legisladores, encabezados por Monreal y Adán López, dieron marcha atrás a la temporalidad de aplicación de la reforma contra el beneficio político y económico de familiares llamado ley anti nepotismo electoral, la presidente dio un manotazo en su partido. Éste fin de semana, en sesión de consejo nacional, en MORENA se aprobó el mecanismo para evitar que familiares de quienes encabezan cualquier puesto público, sean candidatos por el mismo puesto a partir de las próximas elecciones.

Pero como mencionaba Maquiavelo, una cosa es lo que eres y otro lo que aparentas. Debemos recordar que el fundador de Morena, tenía una frase icónica como requisito a la hora de elegir a quienes podían entrar a su gobierno: “90 % honestidad y 10 % capacidad”. Esto afecta la equidad social, erosiona la confianza ciudadana y reproduce estructuras de poder excluyentes, donde se imponen los intereses familiares o de grupo.

Pero debemos recordar que el Movimiento crea situaciones o narrativas para generar necesidades, por ejemplo, cuando señaló la corrupción para cancelar el mayor proyecto de infraestructura en hispanoamérica, el NAIM, o para promover la desaparición de instituciones y fideicomisos por la misma razón, o se habló del peligro de la pérdida de programas sociales, si fracasaba el régimen en las urnas en la elección de 2024.

Aún cuando el nepotismo en la función pública está prohibido por la Ley General de Responsabilidades Administrativas, continúa reproduciéndose en los tres niveles de gobierno. A menudo se justifica con argumentos de confianza o afinidad política, lo que refuerza una lógica clientelar y patrimonialista del poder público que afecta la eficiencia del aparato gubernamental y debilita su profesionalización.

Según estudios como los del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), esta práctica, reduce la competitividad en la administración pública e impide la incorporación de talento calificado en áreas clave. La percepción social de que los puestos se reparten por “dedazo” o afinidad familiar, mina la legitimidad del sistema político y provoca desencanto social. Según encuestas del INEGI y del Barómetro Global de la Corrupción, más del 60% de los mexicanos considera que la corrupción es un problema grave, y el nepotismo es identificado como una de sus expresiones cotidianas.

El nepotismo en México constituye una barrera significativa para la equidad, la eficiencia del Estado y la confianza pública. Es fundamental un cambio profundo en las prácticas políticas, en la rendición de cuentas y en la participación ciudadana. Solo así se podrá construir un Estado donde el mérito, la transparencia y la justicia social sean los ejes del servicio público.

El problema es sigue reproduciéndose en este sistema implementado por MORENA, ejemplos como los privilegios de la familia de López Obrador en Tabasco -desde Felipa hasta la designación de contratos multimillonarios y obras a prestanombres de sus hijos; Manuel Bartlett y los contratos también para su vástago; los Salgado Macedonio en Guerrero; los Gallardo en San Luis Potosí; los Taddei en el gobierno en Sonora; los Alcalde en diversos puestos; los Batres que tienen mas lealtad que capacidad y para rematar los Monreal, que sentaron las bases en Zacatecas sentando las bases para la continuación familiar por generaciones en el poder.

Combatir el nepotismo no es tarea sencilla, pero es necesaria para fortalecer la democracia y el desarrollo social en nuestro país. Te dejo cuatro acciones a implementar:

Una: Transparentar todos los procesos de contratación y nombramiento en el sector público.

 Dos: Fortalecer los órganos de control interno y externo, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y de los estados y los órganos locales anticorrupción. Tres: fomentar la cultura de la denuncia ciudadana protegida y mejorar el acceso a la información pública.

 Por último, impulsar una reforma estructural del servicio civil de carrera, que garantice el acceso a cargos por mérito, no por vínculos familiares.

Para la reflexión:

MORENA acaba de firmar un convenio de colaboración con el Partido Comunista Cubano, ¿todavía duda usted que no se quiere implementar el autoritarismo en nuestro país? ¿Éste será el primer paso para el control social absoluto en México?

Por otra parte, si es católico, le pido sus oraciones para el próximo cónclave para elegir Papa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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