Contubernio, hambre y mentiras

«Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa».

Albert Camus (1913-1960) Escritor francés

➡️Negras intenciones

➡️Ediles alzan la voz

➡️Sedif rompió acuerdos

➡️Mentir, robar y traicionar 

➡️Que los manden al carajo

Por Norma Galarza 

Negras intenciones.- Lo que relataron en conferencia de prensa  ayer las alcaldesas de Mezquital del Oro, Trinidad García de la Cadena y el munícipe de Momax; era un secreto a voces.  Desde la llegada del gobierno de la transformación, se sabe que Verónica Díaz y los servidores de la ambición, ejercen un gobierno de facto en toda la entidad. Por una enfermiza voracidad de poder que comparte con el clan del que surgió, someten a administraciones municipales a través del chantaje en la dispersión presupuestal. Con el proceso electoral a la vuelta de la esquina el equipo que comanda la “Súper Malvada” -Soledad Luévano dixit-, desbloqueó  un nivel de mezquindad escandalosamente perverso. Intenta medrar políticamente con la necesidad de las personas al usar una parte de las despensas que entrega el Sedif para oscuros intereses.  No sorprende que desde ahora sus lacayos se interesen en entregar las ayudas sociales mes a mes, a fin de condicionarlas – al estilo del PRI de antaño, ese que niega David Monreal- a cambio de futuros votos. 

Ediles alzan la voz.- Pero los alcaldes alertaron sobre esas intenciones. Aunque saben de las ínfulas dictatoriales de la representante del gobierno federal que a la menor provocación crea listas negras, Mónica Rodarte, Arcelia Muro y Salvador Cabral, rompieron el silencio.  Con el temor de ser castigados en la asignación presupuestal de 2024, destaparon anomalías protagonizadas por huestes de Díaz Robles.  Antes de hacer público lo que ocurre en sus municipios, los ediles agotaron todas las vías.  Lo que terminó su paciencia, fue que el Sedif no respetó los acuerdos logrados el pasado 1 de junio con actores municipales de 56 alcaldías. Uno de esos acuerdos, fue que organismo público que dirige Víctor Humberto de la Torre, se haría cargo de integrar el 50 por ciento del padrón de beneficiarios para la entrega de las ayudas alimentarias.  También se acordó que habría respeto a las dinámicas de entrega de despensas de las presidencias municipales, consistentes en llevarlas a las comunidades, en lugar de citar a la gente lejos de sus lugares de origen.

Rompieron los acuerdos.- Sin embargo, se rompieron los acuerdos. Pronto empezó la intromisión de los trabajadores del gobierno federal que no únicamente rasuraron los padrones de beneficiarios dejando fuera a personas con vulnerabilidad alimentaria. También se detectaron irregularidades como beneficiarios duplicados y en algunos casos, a más de un miembro por familia en las listas. Para colmo, se sembró  la discordia al culpar a los presidentes municipales de excluir a las personas que no alcanzaron apoyo. Además, las presidencias municipales desconocen el destino de la cuota de recuperación que se da a cambio de las despensas. Todo ello, plancha el camino para que los ayuntamientos sean observados por la Auditoría Superior del Estado (ASE) y si siguen como van, sean los que respondan frente a ese organismo.  Pero al parecer no todos son tan agachones. Algunos tienen dignidad y no están dispuestos a someterse a los designios de la nueva mafia del poder en Zacatecas. 

Mentir, robar, traicionar .- El contexto anteriormente descrito clarifica que la delegación del Bienestar implementó, con la anuencia del Sedif y el ejecutivo estatal, un gobierno de facto en los municipios que empezaría a operar mensualmente a un año de la elección. Una suerte de contubernio, a través de los esbirros de la 4T, con el que la no gobernanza quiere bailar tangos, chiflar y comer pinole.  Y es que David Monreal no dejó espacio para dudas. Posterior a la conferencia de los alcaldes, al ser entrevistado por los medios de comunicación, el gobernador exculpó a Verónica Díaz y a sus chalecos guindas. Prácticamente acusó a los  alcaldes de farsantes. Como es su costumbre, trató -otra vez- inútilmente de parecerse a López Obrador.

Que los manden al carajo.- Mintió descaradamente al decir que todos los programas son transparentes. Copió al Peje al desviar la atención, achacando al neoliberalismo y a los gobiernos anteriores de sus propias fallas. Se salió por la tangente para cubrir a su principal socia en tropelías. Pero el tiro le salió por la culata. Al tratar de ocultar lo evidente, David Monreal reveló ayer que Verónica Díaz no actúa sola, que tiene el respaldo del estado en la intención de construir redes clientelares con despensas.  Pocos dudan a estas alturas del descarado interés de la mancuerna Monreal- Díaz por usar el hambre de los zacatecanos para ganar simpatizantes electorales. Ojalá se tome conciencia y se haga caso a la frase que dijo López Obrador en el preámbulo de la elección del pasado 4 de junio: “Decirle a la gente que tenga la arrogancia de sentirse libre y que a quien vaya a decirle, te doy esto, lo manden al carajo”.