Por Norma Galarza
El gobierno estatal, ha anunciado que en pocos meses, empezará la construcción de la vialidad elevada sobre el bulevar Adolfo López Mateos de la capital. David Monreal, señala que será esa, la obra emblemática de su sexenio. Empero, ¿Pretende que sea la opacidad la marca de su gestión? Así parece.
Y es que, la administración actual, maneja la información sobre la construcción del “segundo piso”, que costará más de 3 mil 654 millones de pesos (cifra que podría aumentar), a cuenta gotas y con insólita secrecía. Aunque ya hubo un proceso de licitación y adjudicación -a una empresa tabasqueña, por cierto-, no se ha socializado la obra entre quienes habitan a lo largo y ancho de los 75 mil 275 kilómetros cuadrados del territorio estatal. Es más, incluso, Jorge Miranda Castro el alcalde de la capital, afirmó apenas el 12 de enero frente a medios de comunicación, no poder emitir “una opinión a favor o en contra” por desconocer el proyecto.
Ayer, un grupo de ciudadanos, -muy interesados en remarcar que su intención no tiene tinte político electorero- presentaron a la opinión pública, la petición de que se realice una consulta ciudadana sobre dicha obra de infraestructura. Juan Francisco Valerio Quintero, Rodolfo García Zamora, Gilberto del Real Ruedas, Rubén Méndez Félix, Pedro Padilla González y Francisco Javier Calzada, expusieron a través de un documento avalado por los seis, la necesidad de que se pregunte la opinión de los zacatecanos.
Sugieren que sea durante la próxima elección para que el costo sea mínimo. También proponen que el Instituto Nacional Electoral (INE), organice la consulta. En conferencia de prensa, mencionaron, como ya sabíamos, que el proyecto no es nuevo, porque la idea surgió durante el sexenio de Amalia García. Recalcaron, asimismo, que el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ICOMOS no otorgó el visto bueno porque se arriesga el nombramiento de la ciudad capital del estado, como “Patrimonio cultural de la humanidad”. La medida acentuaría aún más la crisis del sector turístico, pero todo indica que a Monreal Ávila, eso lo tiene sin cuidado.
Un dato difundido por los citados personajes, es lo referente a que la vialidad elevada se colocará sobre un embovedado. Ya que, justamente por el bulevar, desde la Plaza Bicentenario hasta Guadalupe, pasa el embovedado que fue el Arroyo de la plata.
La pregunta que hicieron los expositores y que todos debemos hacerle al gobierno, es si el embovedado resistirá un peso adicional. Otra pregunta que surgió es respecto a que en el tramo en cuestión también pasa el gasoducto y si dicha obra no pondrá en peligro a los habitantes de la zona conurbada.
Por otra parte, es importante que, como dijeron académicos y políticos, cuestionar a la población de la entidad si está de acuerdo con que se destine el 10 por ciento del presupuesto de 2024 para la vialidad elevada si Zacatecas enfrenta necesidades más apremiantes. Uno de ellas es que ya van dos años de lluvias irregulares, lo que tiene preocupados a agricultores y ganaderos. La baja producción de maíz y frijol que se agravó en 2023, amenaza con encarecer los productos de la canasta básica, por lo que este 2024 será necesaria la intervención del Estado para paliar ese problema. Es decir, hay otros rubros del gasto público estatal que necesitan atención, antes que la construcción de un segundo piso.
Sin duda, urge que la sociedad se involucre para conocer todas las aristas de una obra de infraestructura, cuyo costo beneficio no está claro. La premura del gobierno estatal de presupuestar recurso de forma plurianual para una acción onerosa que no resolverá de fondo el reto de una óptima movilidad urbana, encarna sospechas. Por lo pronto, a la sociedad corresponde exigir claridad en todo el proyecto y que se le pregunte si está de acuerdo ¿No cree?