El C5, un barril sin fondo de resultados magros

El 22 de abril de 2013 Miguel Alonso Reyes inauguró lo que llamó “un parteaguas en seguridad”, al invertir 33 millones de pesos en cámaras de video-vigilancia.  El sistema de Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) operaría en la zona conurbada Zacatecas- Guadalupe en conjunto con el  066, línea de llamadas de emergencia en aquel tiempo. Se instalaron 100 cámaras que, según los impulsores del proyecto, ayudarían al esclarecimiento de actos delictivos. Las cámaras de vigilancia contenían desde entonces la promesa de constituir una herramienta de apoyo en materia de seguridad. Para abril de 2016, unos meses antes de la llegada de Alejandro Tello a la gubernatura, se tenían 128 equipos repartidos en puntos torales de ambas ciudades.  De la utilidad de los equipos, se supo en 2013 cuando tras el reporte de desaparición de una periodista de apellido Márquez Chiu, a través de las cámaras se detectó que había salido de la ciudad en su propio vehículo.  Fue una de las pocas veces que se supo que esa tecnología funcionaba. 

Un 8 de abril de 2019 el exgobernador Alejandro Tello Cristerna, compartúa lo siguiente en Twitter: “Con la migración del Centro de Comando, Control, Cómputo y Comunicaciones a un C5, Zacatecas esta a la vanguardia en telecomunicaciones y análisis de sistemas de información, lo que permitirá profundizar las investigaciones y la identificación de personas y vehículos”. Una inversión de 200 millones de pesos que en conjunto, sumaba la adquisición de infraestructura, inteligencia y profesionalización en materia de seguridad pública. El C5 para el que se capacitó  a 125 operadores de las líneas de emergencias 911 —línea que se estrenó ese año en el país-  y 089, así como a personal del área de video vigilancia;  sumó a las 128 cámaras existentes,  340 nuevas, además de la promesa de instalar 500 más al finalizar ese año.  

 Según los cálculos, al terminar el quinquenio Diferente, Zacatecas contaba con 968 cámaras de vigilancia que al llegar la nueva gobernanza se les dio la categoría de obsoletas.  Hasta este punto, 233 millones de pesos dilapidados en seguridad, con resultados más bien magros.  ¿Hubo corrupción en los procesos de instalación y activación de esos equipos? Nunca lo sabremos porque este gobierno ha sido experto en tirar la piedra y esconder la mano. Tal afirmación tiene que ver con la declaración que hizo hace semanas  el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Manuel Eduardo Flores Sonduk. Entrevistado por el medio de comunicación Estéreo Plata,  afirmó que la zona conurbada tenía un C3. Declaró eso a pesar de las inversiones millonarias que se han hecho en ese rubro. No obstante,  omitió mencionar que durante la entrega recepción,  José Aciano Medrano Orona,  el ex subsecretario de  Operación Policial de Tello que se quedó como Subsecretario de la Policía Estatal de David Monreal,  no detectó ninguna irregularidad y aceptó que se recibía un C5 en condiciones operativas. El funcionario en cuestión,  al igual que Arturo López Bazán, brincaron del quinquenio anterior al sexenio actual. Bazán no duró un año, pero el personaje mencionado, fue dado de baja hace pocas semanas bajo un silencio inusitado.  Pero es otra historia…

El 9 de octubre de 2021, un mes después de la llegada de David Monreal a la gubernatura, un hecho de violencia cimbró a la capital del Estado. Cuatro policías de la Metrópoli fueron atacados en su día de descanso afuera del Multiforo, a unos metros del C5. Tras el hecho violento, se “viralizó” un video tomado por familias que disfrutaban un juego de Futbol infantil en la unidad deportiva Benito Juarez a unos metros de el centro mencionado. El lamentable evento, significó un extraño mutis oficial sobre la causa por la que las cámaras de seguridad no detectaron el ataque. Ese hecho antecedió a muchos más perpetrados en pleno centro histórico con total impunidad a la luz del día y sin que  incluir en las investigaciones lo que se vio en el C5.    La pregunta que predomina desde entonces es ¿Y las casi mil cámaras de vigilancia que presumió Tello antes de dejar el puesto? 

Posterior a su primer informe de gobierno, en octubre del año pasado, David Monreal anunció un ambicioso proyecto a realizarse en etapas  para mejorar la estructura del C5 en la entidad. Habló ahí de una inversión superior a los 700 millones de pesos. El miércoles pasado, presentó el nuevo proyecto que promete que Zacatecas tendrá un nuevo Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad  con tecnología sofisticada y de vanguardia. En la reunión de la Mesa de Construcción de Paz, anunció que el C-5 tendrá su sede en el Cerro de San Simón en el municipio de Guadalupe.  Dijo otra vez que en su primera etapa tendrá una inversión aproximada de 750 millones de pesos y que se dotará de un nuevo sistema de videovigilancia, videos analíticos, lectores de drones, sistema de radiocomunicación, transporte y centros de monitoreo. Así mismo, señaló que se reubicarán los arcos de vigilancia en carretera y en zonas de mayor impacto del delito.  

 El proyecto, indicó el mandatario , cubrirá los 58 municipios, incluso, los que carecen de internet. Contó que tendrá 540 cámaras de videovigilancia de última generación.  Si bien se planea que se concrete a largo plazo por temas presupuestales, con esta, ya van tres administraciones que apuestan un monto considerable de recurso público en vigilancia electrónica, sin resultados concretos. Y es que, si se continúa con la desorganización y la descoordinación entre todas las dependencias que deben incidir en el tema de la seguridad no habría dinero que alcance. La millonaria inversión en tecnología no tendrá resultados si no se atienden primero las deficiencias no solo en las líneas  de atención. También  las carencias estructurales en la Secretaría de Seguridad. Les faltan patrullas y equipo básico para atender los reportes. Además, no han acabado las pugnas internas y la desconfianza de infiltración, que evitan que circule la información y se coordinen con el ejercito y la Guardia Nacional en la atención de los hechos de violencia. Si no se corrige esa asignatura, no importa que se tenga al sistema de vigilancia más vanguardista del mundo. Todo seguirá igual.

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