El destino siempre llega

 

“Cotidianos ejercicios de estupidez” Laurie Ann Ximénez-Fyvie

En esta frase, la microbióloga y jefa del departamento de genética molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, no se refiere a cada mañanera, sino al informe cotidiano de la tarde de su contraparte la del  otro López, donde  muestra su ineficacia para manejar y maquillar cifras, es decir mentir, en el manejo de la pandemia.

En su más reciente libro “Un daño irreparable, La criminal gestión de la pandemia en México” de la editorial Planeta, la científica da cuenta de las malas decisiones y engaños a los que se ha llegado con tal que las encuestas y opiniones no dañen al vecino del Palacio Nacional. Un ejemplo es la evolución de la enfermedad en menos de un mes, en diciembre del año pasado se registraban un poco más de 9 mil contagios, al día de hoy se contabilizan 20 mil; la línea curva jamás se aplanó.

Una decisión más que errada,  fue  denostar y ridiculizar el uso del cubrebocas como método preventivo, mas no definitivo. No sólo el Presidente  hizo caso omiso en sus intervenciones matutinas, sino en sus giras.  Lo dicho por el zar contra el virus  López Gatell, referente a  que no era efectivo y que estaba sobrevalorado, contradecía que en los países de origen del Covid-19 fue una de las medidas que se usaron para su contención. Ahora pregunto ¿ya podemos llamarles irresponsables o timadores?

El manejo en todos los rubros de la pandemia ha sido por lo menos controvertido. Ejemplo de ello es que  después de meses de que los gobiernos de los estados trataban de generar acciones coordinadas para paliar la pandemia, hasta que el tema se desbordó, el Mandatario los tima diciéndoles que ya pueden adquirir la vacuna. 

Es una acción de doble filo, porque a estas alturas  hay saturación en la demanda en los laboratorios, entonces los antígenos ya no estarán a tiempo para atender a la población, pero eso sí, la culpa ahora será compartida. ¿Y qué pasará con  la promesa era tener al menos a 15 millones de personas vacunadas en marzo si no está asegurado el suministro? 

La actual administración jugó con el tema tan serio de la pandemia desde que ésta cobró sus primeras víctimas. En una de su intervenciones, el subsecretario de Salud   mencionó que López Obrador  era inmune porque tenía “fuerza moral”. Él mismo le hizo segunda el 18 de marzo y en junio del año pasado cuando señaló que “El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción” y en la segunda dijo “Estar bien con nuestra conciencia, no mentir, no robar, no traicionar, eso ayuda mucho para que no dé el coronavirus”, la pregunta es ¿El presidente ya traicionó, ya robó y ya mintió? ¿por eso se contagió?

Al menos en el manejo de la pandemia según la experta sí, y más en la entidad más grande de nuestro país y por cuestiones de economía, mientras su subsecretario obligaba a los estados a cerrar comercios, la CDMX seguía con el centro histórico y mercados de juguetes abarrotados de gente, ya que lo que interesaba era tener a flote la economía.

¿No mentir? Se mintió  en el manejo de la pandemia, en las cifras de muertes y contagios; nos miente al no querer activar protocolos de apoyo a las microempresas; nos miente al no decir los acuerdos de impunidad del General; nos miente al no aceptar y corregir actos de corrupción en su gobierno; nos miente al no cuidar los recursos naturales y pretende destrozar la selva Maya; los manglares y la costa de Dos Bocas; nos miente al tratar de darnos cada mañana la visión de un país que sólo en su imaginario existe.

¿No robar? la paz y tranquilidad han sido secuestradas, su estrategia de “abrazos y no balazos” ha tenido más muertos que los de cualquier sexenio; los periodistas no pueden ejercer su profesión en condiciones seguras; nos roba desarrollo a estados y municipios, al quitar presupuestos que eran fundamentales para obras y servicios, al concentrar el recurso en la federación; nos robo una estrategia coordinada de salud al desmantelar el seguro popular y no vertebrar con los estados el Insabi; nos robó hasta el último cachito de esperanza al hacer del “avión presidencial” un espectáculo que sólo compraron los incautos; nos robó un sexenio clave para el desarrollo de nuestro país en educación, ciencia y tecnología.

¿No traicionar? la democracia y sus instituciones están siendo cada día atacadas y minadas por el presidencialismo unipersonal que se supone habíamos superado, traicionó a la educación de jóvenes y niños al quitar la evaluación a la educación; nos traicionó al atacar a los organismos electorales que tanto esfuerzo y luchas nos han costado; traicionó al movimiento del ’88 al tener empoderado e intocable al funcionario que se le “cayó el sistema”; traicionó a las miles de mujeres que votaron por él, ya que no hay política clara para atender la violencia, sólo recortes al presupuesto; traiciona a todos aquellos que tienen una enfermedad crónico degenerativa y no tienen oportunidad de generar ingresos; traicionó el futuro de México, al tratar de ejercer el poder y administrar en su visión de los ‘70s.

Tarde o temprano vendrá la rendición de cuentas”, sostiene Ximénez-Fyvie, y esta vez espero no haya “detente” o distractor de la realidad que le alcance al gobierno y asuma sus consecuencias en la vía electoral.

MIRADAS

Estamos ante la peor crisis mundial, el crecimiento de la pobreza estimada a consecuencia del virus es de entre 143 y 163 millones de personas, de los cuales 20 estarán en nuestra región latinoamericana (según cifras del GEP del Banco Mundial), esto traerá falta de oportunidades y aumento de la desigualdad, en un entorno crítico en salud y sin incentivos de mejora al tener mercados parcialmente cerrados; la dicotomía salud y economía serán un factor que alterará más el desarrollo social y su convivencia; ante esta situación más que especular con la salud se deben delinear acciones de solidaridad nacional e internacional.

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