El gobierno de la transgresión

 

Inconformidad 

Protesta en Físcalía 

Más trabajo 

El caos en Servicios de Salud

El gobierno de la transgresión 

Por Norma Galarza

Inconformidad.- Los aplaudidores, David Monreal y sus funcionarios, se extrañan porque hasta ahora los problemas añejos de Zacatecas, como la disparidad salarial en la Fiscalía o las carencias en los Servicios de Salud, han detonado manifestaciones periódicas. Achacan al caótico escenario actual, a pasiones políticas de lideres que quieren llevar agua a su molino. No obstante, no se niega que hay líderes que ven dichos conflictos como una oportunidad de ganar legitimidad y reflectores, pero ese oportunismo no anula la inconformidad real. 

Protesta en Fiscalía.– En el caso de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), cuya manifestación está próxima a cumplir su primer mes, no es que no le guste trabajar al personal que protesta, como se atreve a afirmar el Gobernador. El motivo, es un hartazgo crónico que tiene corolario en la administración de la 4T. Cualquier persona con una pizca de sentido común, no puede exigir que se rinda si el patrón no ofrece condiciones elementales para desempeñar la labor y menos sin un salario digno. ¿Cómo exigir que se no se manifiesten cuando se incrementan las horas laborables y las responsabilidades a cambio del mismo ingreso? 

 Más trabajo.- Y es que, no olvidemos que desde septiembre de 2021, a partir de que David Monreal rindió protesta, los embates del crimen organizado se recrudecieron. La afirmación anterior no significa que con el gobierno anterior, existiera paz. Existía una paz sostenida con alfileres que escaló en exposición pública a partir de la llegada de la Nueva gobernanza.  Con el régimen actual, se inauguró un período inédito en varios sentidos. La administración próxima a cumplir dos años,  sentó un doloroso precedente cuando en una prueba de poderío, los criminales entraron como Juan por su casa a Plaza de Armas y frente a las históricas oficinas de quien lleva el Ejecutivo, colocaron un vehículo con cadáveres.  Un acto de terrorismo que fue preámbulo a narcobloqueos, asesinatos, hallazgos de fosas clandestinas y una epidemia de desaparición forzada, aumentando el trabajo del personal de la FGJEZ. 

El caos en los servicios de Salud.-  Por otro lado, no hay forma de achacar a Norma Castorena la responsabilidad total por las manifestaciones del personal de salud. El personal no solo ha sido insultado por Oswaldo Pinedo y David Monreal, también se enfrentan a un sistema desmantelado. Médicos y enfermeras enfrentan el enojo de la población desde que el Seguro Popular, pasó a ser Insabi y luego a IMSS-Bienestar. La acusación de Pinedo Barrios de que en el Hospital General no se daban servicios por “mañas antiguas” fue el detonante de las protestas que prevalecen hasta hoy. Ese antecedente gestó las manifestaciones que se extendieron a Fresnillo donde se pidió la salida del director del Hospital General de aquella demarcación por abusos al personal. No funcionó. 

El gobierno de la transgresión.- El gobernador y su gabinete son expertos en atizar conflictos en lugar de apagarlos. No solo mueren por su propia boca, como peces cuando su lengua los traiciona y ofenden a diestra y siniestra. También se aferran a conservar una estructura administrativa de probada incompetencia. Se entiende que su idea es no mover una coma porque no quieren personas que trabajen sino cómplices de la corrupción que es, además, el sello más evidente del Gobierno de la transformación.  Para el régimen, cuyos tintes autoritarios se han vuelto un bumerán, no hay nada que cambiar. La mejor estrategia es culpar al pasado o achacar pasiones políticas. Si bien la entidad padece el oportunismo, su peor enfermedad es estar encabezado por un intento de Nerón que ayuda a que los conflictos escalen aunque insista en que  “quiere bien mucho a Zacatecas”. 

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