Por Pilar Pino Acevedo
“Incluso cuando te tomas unas vacaciones de la tecnología, la tecnología no se toma un descanso de ti”. Douglas Coupland, autor de la novela “Generación X”.
El fin del capitalismo, junto a todas las inequidades como la pobreza y la concentración de la riqueza que acompañan ese modo de producción; es el sueño de muchas personas que militamos en la izquierda.
Sin embargo, para el político, economista, académico, marxista y libertario griego, Yaris Varoufakis, el capitalismo ya murió pero ha sido reemplazado por la economía tecno-feudal.
El modo de producción capitalista está basado en la producción y el intercambio de bienes y servicios en un mercado. Empero, desde hace dos décadas, comenzó a sufrir una mutación, comparada a un virus que mata a su huésped.
En la economía tecno-feudal, las grandes plataformas tecnológicas como Amazon o Google, dominan de forma casi absoluta el mercado y ejercen poder sobre las decisiones económicas al tener información y datos de las personas. La enajenación por el uso de las tecnologías es tal, que las relaciones sociales para la transacción de una mercancía han desaparecido. Por ejemplo, ponemos el nombre de un artículo en el buscador y luego recibimos ofertas de tiendas en línea en todas nuestras redes sociales y el artículo lo podemos comprar sin acudir al mercado real.
Varoufakis cree en la necesidad de desmontar al capitalismo que solo trae enormes y terribles cargas, como la explotación de las mujeres. En este sistema, la única forma de que las mujeres puedan prosperar, es a costa de otras mujeres, al trasladar el trabajo de cuidados a las precarizadas y/o en condiciones más vulnerables. Afirma que en la práctica, el feminismo y el capitalismo democrático son incompatibles.
Por su parte, en su ensayo de la New Left Review “Critique of Techno-Feudal Reason”, el escritor Evgeny Morozov sostiene que este sombrío periodo que estamos viviendo, es de hecho, completamente capitalista. Tanto en la izquierda como en la derecha, hay un acuerdo en que el capitalismo produjo algún tipo de innovación al someter el mercado a la competencia, obligando a generar nuevas prácticas y técnicas en la producción de bienes y servicios, por tanto, avance de la sociedad humana.
La idea subyacente del capitalismo ha sido tradicionalmente que este sistema alimenta la innovación.
Este debate sobre si estamos entrando en un nuevo periodo feudal y dejando atrás el capitalismo, depende en gran medida de cómo entendamos esos dos términos. Ambos conceptos han sido intensamente discutidos y ferozmente debatidos dentro de la teoría del marxismo, particularmente en las últimas décadas.
Tendremos que comenzar con una genealogía marxista sobre los modos de producción feudal y capitalista, para entender la relación íntima entre ambos conceptos, Pero los dejaremos para otra edición.