Por Pablo Pedroza
«Espero que alguien emprenda una crónica de la estupidez, que nos deje a todos estupefactos y arrepentidos, como quien descubre que había sido estafador y estafado al mismo tiempo».
En su escrito sobre la estupidez, Robert Musil ya señaló el ramalazo timador: «Si la estupidez no tuviera algún parecido que le permitiese pasar por talento, progreso, esperanza o perfeccionamiento, nadie querría ser tonto.»”.
.José Antonio Marina. La inteligencia fracasada.
Inicio agradeciendo la convocatoria a la Cueva del Lobo, a Norma, por su generosidad y esperando su paciencia.
Vivimos el tiempo en que nos interpelan decisiones importantes y de consecuencias de alto impacto para el presente y el futuro de Zacatecas. En general, aun cuando dichos sucesos tengan como epicentro el municipio sede, los poderes del estado e instancias administrativas y judiciales.
En torno a ello, hay esgrima y machetazos según en qué filo de la decisión este el emisario o el receptor del mensaje, según se asuma en salvador o en indignado, convirtiéndose lo que debiera ser un debate serio, en el concierto de la sinrazón y los oídos sordos.
Los temas que nos interpelan a último inventario son: la reforma al ISSSTEZAC que una vez dialogada -que no consensada-, entra a su etapa de mayor conflictividad política y social y un casi seguro empantanamiento. Ante cerradas posturas del todo o nada, o del te sometes o te mueres, nos obligan a elevar el nivel del diálogo y los argumentos de todos como actores y sujetos para lograr las tan necesarias y razonadas coincidencias, para construir y conducir la política pública.
Un segundo piso al que se van sumando los accesorios que justifiquen el mayor gasto posible, para una obra que, si acaso inconclusa, acompañará el ocaso, de la administración actual siendo motivo del primero, segundo y tercer informe de gobierno de la próxima administración y que tiene la misma estrategia de procesamiento del tema anterior, es decir, ninguna.
El permanente tema de la inseguridad, que gracias a que hoy día con un celular en mano, nace un reportero con mayor probabilidad de estar en el momento exacto del suceso, pero en el peor momento de cualquier gobernante contemporáneo al que por malisima suerte, la propaganda sirve para enmarcar lo reducido de su capacidad y que es casi superado por tal problemática.
Obvio está el tema del inconcluso proceso electoral del ayuntamiento de la capital, por aquí comienzo.
Traigo a cuento reflecciones de mi apreciado contertulio Felipe Salazar: ¨Una elección es una guerra, y en la guerra hay muchísimas trincheras previo al encuentro final, que es el día de la votación. No quiero entrar al detalle de si fue válida o no (la anulación), creo que hay que irnos básicamente con lo que hay ahorita para tratar de interpretar lo que pudiera venir’.
Lo que quiero señalar es que en este tema del litigio, es una arena que probablemente la alianza que encabezaba Miguel Varela no tocó y que el otro ejército -Morena-Verde- sí avanzó y ahí se defendió.
Se da una elección con un resultado sorpresivo, pero una elección no para ahí, incluso el resultado, tampoco te exime de que el rival, denuncie o trate de impugnar con los argumentos que pueda tener.
¨Yo me quedo en que fue un área de la guerra, que en este caso el afectado no la vio venir. Yo lo que quiero es ser muy objetivo, en una guerra todo se vale y en la guerra hay reglas, no sólo golpes, también estrategia(así se dijo en el programa Enfoque 4, transmitido el pasado jueves 11 por grupo B15, por si gustan oír la conversación original.)».
Las reglas, las benditas reglas, colocándonos en el rubro, no las podemos desconocer por más filias y fobias que tengamos, por más afectados o beneficiados; por más que en nuestros democráticos afanes puedan estar escondidos los intereses realmente existentes de nuestras corduras o exaltaciones. Por ello, no debemos olvidar el principio constitucional de legalidad para el caso, que todos los actos en materia electoral, deben apegarse al orden jurídico, lo que implica la posibilidad de que puedan ser impugnados.
Acorde a ello, si bien es cierto, que existe una etapa de resultados y declaración de validez de las elecciones (etapa administrativa), también cierto es, que esta es penúltima a la etapa definitiva, de declaración de validez, que será cuando concluyan los medios de impugnación.
En ese momento estamos, unos candidatos con declaración de resultados, y una elección anulada, en razón de que en las impugnaciones se presupuso la violación del principio constitucional de legalidad a juicio del tribunal local, que no es la última instancia.
Mientras tanto en el tribunal de la horda whatsappera, en la que procesamos comúnmente nuestras discordias y escribimos cada vez menos con argumentos; esperamos con filias y fobias el último resultado.
Igualmente se mueven las aguas de quienes esperan abordar el barco, de darse el posible naufragio. Pero de la sentencia no se debate y razona, se pasa solo al linchamiento o al festejo, según el lugar desde el que se mire. Todo construye sobre el ruido, en ese lamentable plano nos manejamos.
Del ISSSTEZAC y Segundo Piso, veremos más posibilidades en la sociedad civil, que en los políticos o administradores profesionales.
Del gobernante, como diría Ezequiel: Allá él.
17 julio 2024