En los 58 municipios que componen la geografía de este caballito de mar, figura que emula el mapa de Zacatecas, este fin de semana tomaron protesta igual número de alcaldes. Algunos como Saúl Avelar del municipio de Tabasco, fueron bendecidos por la gente para continuar otros 3 años en el puesto bajo la figura de la reelección. Otros se estrenan en los puestos de llevar los destinos de los habitantes de sus municipios de aquí hasta el 2021. La constante de los que llegan es que tomarán ayuntamientos donde persisten grandes problemas como el sobreendeudamiento y la inseguridad. En ese tenor y con todo en contra, las y los presidentes municipales deberán poner todo su empeño en sacar adelante los compromisos, no la tienen fácil.
Ulises Mejía, grandes expectativas.- Quien se ha encargado de fertilizar el terreno para la aceptación ciudadana es el de Morena, Ulises Mejía Haro. El ahora alcalde, quien por cierto decidió que el primer día de su gestión fuera de asueto –por aquello de que la resaca de la máxima fiesta de los mexicanos traería a los trabajadores del ayuntamiento sin ganas de chambear-; logró sembrar expectativas muy positivas no solo en su campaña sino también en su toma de protesta. Respaldado por el gobernador quien se encargó del acto protocolario, el trienio del activo empresario de las alitas, se vislumbra prometedor. Y ¿cómo no? Si Mejía Haro desde que se supo triunfador se ha encargado de pavimentar el camino para una buena administración reuniéndose con asociaciones y dependencias federales desde los cuales se prevé se harán las labores de gestión del recurso indispensable para llevar a buen puerto la que será su incursión en la vida política. Ojalá el hijo de Toño Mejía, esté a la altura de las necesidades de un municipio muy complicado que además carga la responsabilidad de ser la capital del estado.
Fresnillo con Saúl Monreal se perfila para ser el municipio favorito de la federación.- Saúl, el menor de los Monreal fue muy bien recibido en su tierra azotada por dos administraciones priistas que lo más importante que hicieron fue saquear el erario. Monreal Ávila enfrenta el reto de tomar las riendas de una administración en el que el tema de la inseguridad es el de los más sentidos por la población, no por nada esa demarcación es de las más inseguras del país. Otros temas le estarán haciendo ruido como de los servicios públicos, específicamente el suministro de agua en el que el gobierno saliente dejó problemas de magnitudes catastróficas en su afán por mantener al frente de la SIAPASF a Laura Herrera. Evidentemente no será miel sobre hojuelas encabezar un municipio con múltiples conflictos como El Mineral, pero no hay que olvidar que se prevé que la tierra de El Santo Niño de Plateros, será respaldada por la federación. Y es que hay intereses que colocan a Saúl Monreal peleando la Gubernatura en 2021, lo que significa que el monrealismo –corriente que como pulpo tiene sus principales tentáculos bien agarrados con el Peje- echará toda la carne al asador en apoyo al Benjamín- el pequeño del Jacob bíblico- de los Monreal.
Miguel Torres en Villanueva, heredará 80 millones de deuda.- En el terruño que comparto con el desaparecido Antonio Aguilar, Miguel Torres, que encabezará su tercera gestión, se enfrentará con el reto de administrar al municipio donde le legan más de 80 millones de deuda, como el problema más apremiante a resolver. Ante ese panorama el Presidente Municipal, deberá gestionar recursos hasta de las piedras, y –dicen- en ese ámbito tiene muy buena reputación y harta experiencia, por eso, la gente confía su capacidad para salirle al toro y además cumplir los compromisos se echó encima como candidato. Evidentemente Torres Rosales cuenta con la confianza de sus gobernados porque como dicen por aquellos lares, tiene la sana costumbre de al llegar al poder cumplir con la palabra empeñada. Hay esa expectativa, veremos.
Quítenles el dinero, la inhabilitación ¿qué?
¿Qué tanta magnitud tendrá el castigo de una inhabilitación en un funcionario público corrupto? Ninguna. La sanción de “castigar” a ex funcionarios con golpecitos como el hecho de que no podrán ostentar un cargo público en determinado tiempo, dista mucho de ser la condena ejemplar que debería dárseles a los ladrones de cuello blanco. Fernando Soto Acosta quien fue Secretario de Finanzas y es hoy el principal artífice –más bien el principal conducto- del saqueo al erario en la gestión alonsista, no podrá estar en el servicio público por 20 años. La sanción que se definió desde la Secretaría de la Función Pública, que dirige Paula Rey, es un acto ridículo porque supongo que con lo que se embolsó no tiene necesidad de volver a trabajar en su vida. Esperemos que el nuevo gobierno sea capaz de sentar el precedente de tomarse el serio la lucha contra la corrupción y no simular y solo generar más burocracia con oficinas creadas para ese fin pero que terminan siendo simples elefantes blancos a los que para colmo hay que destinar recursos. Por ahora es lo que hay.