La disyuntiva de Sheinbaum: aplicar -o no- medidas arancelarias contra Estados Unidos

Por Norma Galarza

“Ni todas las batallas se ganan avanzando, ni todas las retiradas son derrotas”

Takashi Matsuoka (escritor nipón-estadounidense)

➡️La cosa es calmada, como dijo Clavillazo

➡️No funcionaron los tributos mexicanos para aplacar a la bestia naranja

➡️¿Anunciará en el zócalo una decisión que afectará al pueblo bueno y sabio? 

De salida

Cancelar el segundo piso:  alternativa de David frente a posibles tiempos (más) difíciles

 

 

La cosa es calmada, como dijo Clavillazo.- A pesar que Claudia Sheinbaum cumplió con las peticiones de Donald Trump de colocar un muro fronterizo de militares, aumentar decomisos y desmantelar laboratorios de fentanilo; el orate naranja impuso  aranceles. Desde la primera hora de ayer, los productos de origen mexicano en Estados Unidos, son gravados con un  impuesto del 25 por ciento. En respuesta, Claudia Sheinbaum optó por tomárselo con calma al citar a sus huestes al zócalo para el próximo 9 de marzo. Para anunciar, informó en La mañanera de ayer: “medidas arancelarias y no arancelarias” a las importaciones del país vecino. Tal como marca el guión en la 4T, para tomar una decisión tan difícil, la presidenta necesita del aplauso enardecido y muestras de confianza del pueblo bueno y sabio, porque ¿Qué creen? Será la población la que pague las consecuencias de una eventual respuesta arancelaria de México contra EEUU. Por ello, la científica se reunirá para recetar a los gobernados, una analógica sobada en el glúteo, antes de la inyección. Indubitablemente, la mandataria tiene que pensar muy bien qué va a decir, ya que si el gobierno de la bandera de las barras y las estrellas persiste en la cerrazón, no hay motivos para el optimismo ni para salidas fáciles. 

No funcionaron los tributos mexicanos para aplacar a la bestia naranja.- Vamos por partes.  Antes del Tratado de Libre Comercio (TLC, TLCAN, TMEC),  Mexico, Estados Unidos y Canadá imponían aranceles como mecanismo de protección a su producción nacional. Al firmarse el acuerdo comercial que entró en vigor en 1994, se concretó su eliminación parcial o total. Aunque los gringos buscaron rendijas para bloquear productos mexicanos contra los que no podían competir -como el aguacate-, las intimidaciones arancelarias se revivieron desde el primer periodo de Trump. En su cuatrienio pasado, el empresario fijó el impuesto a sus compras de acero, hierro y aluminio, el primero de julio de 2018. La medida se retiró el 17 de mayo de 2019, tras el acuerdo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de construir un muro de militares en la frontera sur del país para contener la migración de centroamericanos, que empezaron a llegar en caravanas. La migración fue el pretexto. Pero ya en 2025, a su regreso al poder, revivió el amago que ya era patente desde la campaña presidencial.  Ahora, el artilugio es el Fentanilo, una droga, que dicho sea de paso, no controla ni en su país.  Al principio, el gobierno de la doctora minimizó la verborrea de Donald, bajo la lógica de que, perro que ladra no muerde. Pero ya vio que sí muerde, y hace un mes, con el fin de pausar la idea de tarifas adicionales a las exportaciones mexicanas, ofreció tributos. Primero asignó 10 mil soldados para proteger la frontera norte, luego, mandó a 29 narcotraficantes a cárceles del otro lado de la frontera, achacando al Poder Judicial el eventual cambio de domicilio. Nada rindió frutos.  

¿Anunciará en el Zócalo una decisión que afectará al pueblo bueno y sabio?.- Ahora viene la decisión de Sheinbuam y no hay forma de que quede bien.  ¿Responderá con la Ley del Talión? ¿Es prudente? Son las interrogantes. La mandataria mexicana sabe que su veredicto podrá ser un arma de doble filo. Sabe, que contestar con un ojo por ojo, diente por diente y arancel por arancel, es un disparo en el pie, porque la población sufrirá las consecuencias. La táctica del aplazamiento esconde preocupación y también la necesidad de curarse en salud ante una eventual debacle que pagaríamos todos. Su mesura es lógica. Tiene que pensar qué paso dará.  Estados Unidos es nuestro principal socio comercial. Ella misma explicó, que los aranceles que impuso Trump, los pagará su población porque la interconexión comercial entre ambos países en amplia. Son nuestros principales socios comerciales. Tan solo en 2023, mandamos a la Unión Americana, un monto estimado de 456 mil millones de dólares en productos mexicanos. Además, el 43 pr ciento de lo que importamos de allá viene. Solo en 2023, se firmaron compras por el orden de los 243 mil millones de dólares, principalmente traducidos en adquisiciones de bienes y servicios estratégicos. EEUU no sólo es nuestro principal proveedor de maíz (más de 19 millones de toneladas en 2023) y de  frijol (313 mil toneladas en el mismo año); también lo es de petróleo refinado. En ese suministro de la producción gastamos 29 mil millones de pesos en 2023. Dicho insumo sirve para las fabricación de gasolinas, plásticos, lubricantes, detergentes, fertilizantes, asfalto, alquitrán, entre otros. De ahí que resulte preocupante la respuesta de la 4T. Implicaría un golpe a la economía. Aranceles de aquí para allá, significará el banderazo para el incremento del precio de dos bienes principales de la canasta básica,  suministros para la producción y pérdidas de empleos. ¿Los afectados?  productores y consumidores mexicanos, lo que arriesga la estabilidad -en alfileres- de la economía nacional. Esperamos una profunda reflexión y un manejo responsable del anuncio que dará la presidenta el próximo domingo. Ya veremos.  

De salida

Cancelar el segundo piso:  alternativa de David frente a posibles tiempos (más) difíciles

 David Monreal, junto con todos los gobernadores, miembros de la Conago, publicó una postura de respaldo “al gobierno de México y las acciones que emprenda para defender los sectores productivos del país”, señala el documento. No obstante, dado que los zacatecanos pagaríamos los platos rotos de cualquier decisión presidencial, el respaldo no debe de ser de dientes para afuera, como le gusta al funcionario. Si Sheinbaum opta  por devolver la ofensa en los mismos términos de Trump, vendrán tiempos complicados para todos. De ahí, que las mejor forma de respaldar por parte del líder de la gobernanza, sería parar el despilfarro de más de 3 mil 600 millones de pesos -costo inicial- del Segundo piso. Sí la obra innecesaria e injustificable frente a todos los reto que nos plantea la actualidad.  O ¿usted qué opina?

Hasta el viernes. 

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