La encrucijada (Parte 2)

Por Christian Adalid del Havre

 

Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos puede cambiar el mundo; de hecho, es lo único que lo ha logrado”

Margaret Mead

 

Retomando el escrito de hace un par de semanas, sobre las realidades que se están gestando no solo en nuestro país, sino en el mundo, donde surgen pincelazos de autoritarismos que trastocan los derechos, y las libertades se pierden bajo el esquema de la estabilidad del estado o del cacique fuerte, debemos hacer una pausa y entender que si se prescinde de la democracia, por la falsa sensación de la estabilidad y prosperidad, se perderá la construcción de un espacio en el que los ciudadanos sean los artífices de su desarrollo.

En este sentido, y retomando las ideas de Gene Sharp sobre el paso de la dictadura a la democracia, es necesario analizar las cinco medidas que propone para ir avanzando en un modelo de concentración de poder hasta aquel de libertades y derechos plenos.

La primera es la unificación de la oposición al régimen. En Venezuela desde el 2012 con Capriles comenzó a unirse la oposición pero dicha unión no se consolidó hasta este 2024 donde el régimen de Maduro, después de apoderarse de todo el sistema de justicia y judicial, comienza una persecución contra su rival más competitiva: Corina Machado. A tal grado, que se tuvo que cambiar de candidato, se nombró a Edmundo González logrando que la oposición dejara de lado sus intereses, deseos y ambiciones, por algo mayor: el triunfo y la restauración de la democracia.  Según las últimas mediciones, puede que esta ocasión el triunfo sobre el régimen existente sea una realidad.

La segunda es la inclusión de desertores y conversos a la causa opositora. En este aspecto, antes de la contienda presidencial de este año, liderazgos cercanos a la Cuarta Transformación, amenazaron con su salida del proyecto, por no tener condiciones de igualdad, pero pronto se diluyeron sus propósitos ante el reparto de cuotas y posiciones que la candidata ungida puso sobre la mesa. Al darles espacios de poder, dejaron de lado la posible consolidación de un proyecto grande de oposición.

Aún se debe esperar, ya que si bien en su momento el PRI consolidó un sistema donde había espacio para toda la familia revolucionaria con sus sectores, el sistema de Morena pese a aglutinar distintas corrientes, implosionará cuando su figura principal no esté en la dirección del movimiento.

La tercer estrategia es el boicot económico y de servicios.  Es algo más fuerte que pone en jaque a las finanzas del gobierno, pero como hemos visto en la Venezuela de Maduro o en Cuba de los Castro, el populismo y el estado controlador, generan una sociedad dependiente de las limosnas del Estado. Lo que sí es posible, es generar conciencia en la población que envía remesas y además buscar una organización tipo red que vaya conquistando territorios locales como municipios y distritos, para desde éstos minar al estado controlador y sus zonas de influencia, como en las pasadas elecciones donde la oposición obtuvo el triunfo en la mayoría de las capitales estatales. El único boicot que pudiera surtir efecto es la parálisis automovilística y la falta de consumo de combustibles.

La presión internacional como cuarta idea, juega un rol importante, ya que además de legitimar los movimientos, es una llave para gestar economía y desarrollo a los estados nacionales. Como se vio con la mal llamada reforma de justicia que quiere someter el Poder Judicial a los caprichos del Ejecutivo, los mercados internacionales han estado presionando como última barrera de contención ante este ataque a la República.

La última táctica que propone Sharp, es la generación de acciones no violentas como las marchas. Las tuvimos aquí en defensa de la democraciae del INE y ahora el Poder Judicial.  También propone eventos como la primavera Árabe donde los símbolos de libertad ante la opresión generan movimientos sociales de alto impacto.

En conjunto, para lograr disminuir los autoritarismos, es necesaria la participación, la información y el interés social, de lo contrario será difícil integrar un frente común ante los  populismos que surgen con fuerza en el mundo y que estamos padeciendo en nuestro país. Las causas pueden variar según los intereses, pero lo que debe ser el llamado es la degradación de la libertad que da primeros síntomas, de la seguridad y de la autorrealización.

Así como en Polonia llegó el cambio mediante el movimiento Solidaridad, en Sudáfrica el llamado a la unidad de Mandela hizo que cayeran las cadenas de la segregación y en Medio Oriente la libertad reunió a la población mediante redes en una primavera que dio esperanza a la juventud de un cambio; es necesario en nuestra patria buscar ese motivo que evite que un régimen tiránico controle al país.