«Nadie se baña en el mismo río dos veces»
Heráclito
➡️247 mdp
➡️Desinterés o incapacidad
➡️Princesa Disney
➡️Rescates
➡️Vientos de cambio
De salida
➡️Autodestape por la Cuauhtémoc
Por Norma Galarza
247 mdp.- David Monreal tiene una misión poco complicada y que le puede ayudar a mejorar su vapuleada imagen: gestionar 247 millones de pesos. Ese recurso, sería su aportación para completar los 494 millones de pesos que pide en una sola exhibición el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para refinanciar la deuda de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). El gobierno federal ya se comprometió a cubrir el resto a través de la Secretaría de Educación. A Monreal Ávila, se la ponen -la oportunidad- peladita y en la boca, aún así, no parece interesado. El que no asume como gobernador, anda muy entretenido festejando su segundo informe de “resultados” y paseándose por los municipios en los informes de sus amigos. Y es que, ya pasaron dos meses desde que se enteró que tenía esa oportunidad dorada y él sigue disperso.
¿Desinterés o incapacidad?.- La gestión para ayudar a la universidad fue acuerdo con el exsecretario de gobernación y segunda ex corcholata favorita, Adán Augusto López Hernández. El personaje al que AMLO llama «hermano” facilitó la oportunidad de bajar la deuda de la universidad a la mitad. Empero, el desinterés del que cobra como titular del ejecutivo local, es innegable porque deja pasar el tiempo y no se concentra en las diligencias que re requieren. Está más interesado en difundir las chaquetas respecto a las acciones exitosas de su administración, que en paliar un poco los problemas de la UAZ. Por abulia, desinterés o porque no le halla, deja ir la opción inmejorable de lograr que el Instituto pacte con la universidad, la reducción del adeudo histórico de cerca de 3 mil millones de pesos, en 50 por ciento. Es decir, si la Máxima Casa de estudios logra juntar los casi 500 millones de pesos, le restarán alrededor de 1 mil 500 millones de pesos, pagaderos a 20 años. Lástima que tengamos un gobernador chiquito, chiquito, chiquito.
Princesa Disney .– Por cierto, quienes deberían poner sus barbas a remojar y bajarle a los excesos, son Rubén Ibarra y sus vasallos. El rector que recién rindió su segundo informe en el que habló de la posibilidad de cubrir el endeudamiento mencionado, es sucesor de la élite corrupta causante de los problemas crónicos de la UAZ. Una élite que por su manejo licencioso y su tesón de convertir a la universidad en caja chica y agencia de colocación de amigos, esposas, amantes y sistema decimal, la condena al déficit presupuestal de forma crónica. La Máxima Casa de Estudios es como una princesa Disney de las de antes, que lo único que espera es ser rescatada. Pero esa fama, no la ha ganado sola. La costumbre de acumular pasivos, comenzó desde Virgilio Rivera, se afianzó con Rogelio Cárdenas y no paró con Alfredo Femat. Durante la rectoría del petista ocurrió uno de los rescates financieros más importantes.
El rescate- En 2008, con la capacidad negociadora de la ex gobernadora Amalia García -ella sí la tenía-, y la voluntad del gobierno federal que encabezaba Felipe Calderón, se resolvió un adeudo de casi mil 500 millones de pesos que se tenían con Hacienda, el Issste, y otros organismos. De acuerdo a la nota de la periodista Irma Mejía publicada en El Universal en junio de 2013, bastó poco más de un lustro para que las dos administraciones que siguieron, aumentaran las responsabilidades de la UAZ. Tanto Francisco Domínguez Garay como su sucesor Armando Silva Cháirez, provocaron nuevos endeudamientos a la universidad. Por los excesos de ambos, una nómina cada vez más robusta y mayor demanda estudiantil, en 2013 se debían más de 600 millones de pesos. El dispendio irresponsable de recursos es el Talón de Aquiles arraigado. La mala costumbre de gastar más de lo que se tiene, para luego ir a llorarle al gobernador en turno, no se terminó con Silva Chairez, siguió con Antonio Guzmán Fernández y es palpable ahora que su hijo putativo, el rector Ibarra. El problema es que la institución educativa es, desde hace años, un coto de poder politizado, en el que se heredan espacios entre cercanos. Ese sistema enquistado en ese ente, normalizó la permanencia de un grupo selecto de consanguíneos, amigos y hasta amantes, a los que se les paga favores con el recurso de la educación superior.
Vientos de cambio.- No obstante, hay un grupo de universitarios que quieren rescatar al organismo de esas manos. Uno que apela porque se respete la legalidad y se termine el tráfico de influencias y el pago de favores, naturalizado. Desde que Jenny González Arenas tomó el encargo de Secretaria General del Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (STUAZ), las arcaicas estructuras han empezado a temblar. Un ejemplo de la revolución en la UAZ, es el grupo de trabajadores que ya no quiere callar en la Unidad Académica de Agronomía El motivo de que se alce la voz, es que sin decir agua va, Rectoría incluyó en su planilla laboral a una docente del campo metafísico ¿Cómo es eso? Pues que pese a que tiene asignada una plaza, nadie la conoce porque nunca va a laborar. Un perfil a todas luces irregular, que Rubén Ibarra, simplemente niega de forma categórica, como si en ello le fuera la vida. Pero ya nadie le cree. Además no es la única plaza asignada de forma opaca que viola el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y las reglas universitarias. En resumen, ese contexto injusto para decenas de maestras y maestros que cumplen los requisitos, es el que paraliza hoy a la UAZ. El rector intenta usar a alumnos, a docentes maiceados y hasta a padres de familia, para deslegitimar la protesta. Empero cada día se desvela aún más, el verdadero rostro del político infiltrado en la cúpula educativa.
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