La peligrosa frontera Zacatecas-San Luis Potosí

Por Norma Galarza

«El tiempo de las armas no es el de las leyes»

Plutarco de Queronea (historiador, biógrafo y filósofo griego)

➡️La carretera federal 49

➡️Robo y privación ilegal de la libertad

➡️La delincuencia en esa vía no es novedad

➡️¿Terroristas?

De salida

➡️Golpes al hampa

La carretera federal 49.- La privación ilegal de la libertad -por algunas horas- de diez adolescentes de un equipo de fútbol, cinco adultos y una menor; ocurrida el sábado en la carretera federal 49 -en los límites entre Zacatecas y San Luis Potosí-, no es un hecho aislado.  La vía federal que conecta ambos estados, es tierra de nadie desde hace al menos 3 años. Los asaltos protagonizados por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, son recurrentes y solo algunos trascienden lo mediático. El 30 de abril de 2024, cuando corrían los primeros meses del decretado “Año de La Paz”, en esta entidad, otros deportistas fueron secuestrados por hombres armados en el mismo punto y despojados de sus pertenencias. Venían a la capital a una competencia de Halterofilia, que sería del 2 al 5 de mayo. Las víctimas, diez hombres, dos mujeres y dos menores de edad, eran originarios de San Fernando, Tamaulipas. 

Robo y privación ilegal de la libertad.- Los criminales los interceptaron en un vehículo tipo Sedan y se los llevaron a una carretera de terracería a pocos kilómetros del municipio de Villa de Ramos en el estado vecino. Los captores los amenazaron con armas de fuego, golpearon a dos de la comitiva y luego se fugaron con los teléfonos, el equipo deportivo y la camioneta Suburban en la que viajaban las víctimas. A ellos, los dejaron a poca distancia de la carretera principal. Aquel 30 de abril del año pasado, en el lugar donde amedrentaron a los tamaulipecos, estaban también dos transportistas que se dirigían también a la capital zacatecana a entregar equipo de cómputo y otros artículos, en un automotor tipo RAM. Sufrieron la misma suerte: fueron despojados de todas sus pertenencias, pero dejados a su suerte a poca distancia de la carretera federal 49.  

La delincuencia en esa vía no es novedad.- El sábado, la Fiscalía de San Luis Potosí, tuvo que pedir colaboración a sus pares de Zacatecas y Aguascalientes, luego del reporte de la desaparición de un grupo de jóvenes.  Si bien, mas tarde se reportó su localización en Aguascalientes, todavía asustados por la experiencia y a 144.5 kilómetros de Salinas de Hidalgo, también les arrebataron sus pertenencias. Les quitaron teléfonos y la camioneta tipo Sprinter en la que se trasladaban. La escabrosa variación fue que la privación ilegal de la libertad implicó su traslado desde el lugar del ataque a tierras hidrocálidas ¿Con qué fin? Vaya usted a saber porque el robo se concretó muy lejos de ahí.  No es un secreto que el crimem organizado se siente tan cómodo en nuestro país, que le ha dado por secuestrar menores que no tienen qué ver con actividades ilícitas. Se los llevan con fines de esclavitud y con total impunidad. Sobre la «zona cero» de la vialidad entre entidades colindantss, hay pleno conocimiento de los tres ordenes de gobierno tanto de Zacatecas como de San Luis Potosí de que  de que dicha área geográfica, es prácticamente un triángulo de las Bermudas local, donde todo desaparece.   ¿Por qué no hay más vigilancia?  ¿incapacidad? ¿Complicidad? ¿Acaso tienen que actuar solo cuando los robos cobran relevancia en medios de comunicación? ¿De qué se trata? ¿De simular? 

¿Terroristas?.- Con ese contexto, se cierne sobre nuestras cabezas la amenaza de Donald Trump, de catalogar como terroristas a los cárteles de la droga mexicanos. A la par, en el país queda claro el estrepitoso fracaso de la estrategia de seguridad, que siembra la percepción de oscuros acuerdos del poder en turno con los grupos criminales. También es nítida la imagen de un fracaso social en el que por más que se detenga a cientos de presuntos criminales parece que se reproducen por generación espontánea. La desesperación social provoca ideas descabelladas como esa de aplaudir que el radical  Trump quiera intervenir en México, cuando es obvio, que su intención no es ayudar.  Si así fuera, endurecía la salida de las armas fabricadas en su país, que fortalecen a los cárteles o hacía frente a su problema doméstico de las adicciones. De ahí que corresponda sólo a nosotros, los que aquí vivimos,  exigir que nuestro gobierno deje de fingir que enfrenta a la delincuencia y restablezca el estado de derecho. Ningún ciudadano envalentonado por las armas, debe estar por encima de la fuerza pública. O usted ¿qué opina?

De salida

 Golpes al hampa.- Este fin de semana en acciones coordinadas, las autoridades zacatecanas se pusieron pilas al dar contundentes golpes al hampa. En Villanueva, Cuauhtémoc y Pinos, implementaron operativos que dieron como resultado la captura de 17 presuntos delincuentes. Pero, no soy optimista.  Lo malo es que nuestro problema parece que no se soluciona con detenciones. Capturar a un nutrido grupo de personas, solo significa que en que en poco tiempo será  sustituido por otro. Además,   falta ver qué destino tendrán los capturados, si logran su libertad en los juzgados o se les vincula a proceso. Recordemos que nuestro sistema de justicia sigue siendo un lastre que no cambiará con una reforma judicial cuyo verdadero objetivo fue político. A México le falta una reforma integral que mueva las arcaicas estructuras en las fiscalías y haga modificaciones legales para que el sistema carcelario contemple condenas que involucren el trabajo comunitario y una verdadera reincersión social. Más importante, el Estado necesita recuperar el monopolio de la fuerza, porque mientras la fragilidad institucional sea la norma ( que incluye por supuesto la facilidad con la que se corrompen las fuerzas de seguridad), poderes fácticos continuarán con el mando. ¿No cree? 

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