La señora X

Por Christian del Havre

“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo… del miedo al cambio” Octavio Paz

Hace unos días en esta entidad de trabajo diario, de esfuerzo migrante y esperanza eterna, nos visitó la coordinadora del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez. Vino a un estado maltrecho por la lucha entre criminales organizados, la falta de oportunidades y las «herencias malditas» que aún gobiernan.

En Zacatecas inauguró una nueva etapa de la vida política del país. Tras el acoso del gobierno y su aparato perseguidor que amenazó  con demoler su casa,  a la coordinadora del Frente Amplio por México (FAM), le llovieron ofrecimientos ciudadanos de que se quedara en sus casas.  En atención a ello, llegó al hogar de la familia zacatecana Valdés Miranda.

Está abriendo puertas y oídos a los ciudadanos a los que se les niega el diálogo y la interlocución con el gobierno. El sábado en el desfile del 16 de septiembre, las madres buscadoras quisieron conversar con el gobernador David y éste  optó por encerrarse en su burbuja, y se fue fuertemente escoltado,  ignorando así el dolor y la incertidumbre; una puerta que se abrió en los oídos de Xóchitl.

Es una mujer que rompe los protocolos y moldes del político  acartonado, lo viví personalmente al ver que a pesar de la agenda apretada, en su camino hizo varias paradas para atender el llamado del ciudadano de a pie, lo vimos con “Charly el boleador”, pero también con los turistas de varios rincones del país que pasaban y al reconocerla, saludaban. Se acercó a atender y a abrazar a un conductor que le gritaba vítores,  recibía abrazos, propuestas en mano, ella siempre atenta y alegre, se siente su sentido humano.

Xóchitl Gálvez tiene enfrente  no sólo un reto, sino una misión como la de David y Goliat; por un lado,  el estado encabezado por un gobierno de cuarta,  que ha estado en campaña permanente desde La mañanera, los últimos cinco años. Por el otro,  los recursos que de él se desprenden como lo padeció Marcelo en la elección de las corcholatas.  Se suma además, la adversidad del amago a la oposición por parte  del crimen organizado, como se vivió y documento en la elección de 2021, donde Morena ganó estados de tradición panista y priista sin problema alguno pero que a la vez coincidían con la franja del pacífico y donde hubo casillas dominadas por el miedo y el fusil.

Tampoco abona lucha interna de los partidos y sus cúpulas, la falta de unidad por egos, estrategias e intereses, los partidos que  integran el FAM donde hay personajes que no son bien recibidos por la sociedad o dinámicas internas que no generan certeza democrática. A pesar de todos esos frentes,  ha ido construyendo con la sociedad.

Lo más importante son los retos con los ciudadanos, por un lado el miedo y la incertidumbre, ya que si bien el ciudadano busca un cambio para mejorar, la criba del convencimiento  del liderazgo que gobierna es fuerte y  provoca que a la aspirante opositora se le cuestionen detalles que ni al peor de los políticos se le hace.  Se cae en el prejuicio porque hay falta de conocimiento de su vida, logros y forma de ser.  Los votantes están acostumbrados a que los políticos profesionales se reinventan, a veces simulan y generan espejismos con tal de llegar a una posición, la sociedad cuestiona vida, éxitos y pensamientos como si fueran eso un espejismo. Predomina aún la cultura machista, pero no sólo de hombres sino de mujeres que no creen que una de sus pares tenga esa oportunidad de darle un sentido humano a la política y al poder. Asimismo los esquemas de corporativismo y clientelismo, si ese que tanto daño le hace a la democracia y a la vida personal, porque se vende la libertad a cambio de una prebenda, que hace falta en el momento pero que se paga muy cara cuando el funcionario electo ejerce mal el servicio público.  Otros retos a enfrentar con los ciudadanos, son la apatía y conformismo, el primero, surge cuando no hay una propuesta convincente, pero que también promueve la inacción, el desgano y el decir al cabo son los mismos.

En el discurso, Xóchitl nos demuestra una mujer integra, con convicciones forjadas en casa pero también por las vivencias en el pasar de su vida, una mujer con mucho sentido del humor, pero con seriedad ante los problemas. Su vida ha sido un constante romper moldes, desde su niñez en una comunidad indígena donde las oportunidades de estudio son limitadas, la cultura reinante, era y sigue siendo, el casarse y dejar cualquier sueño personal enterrado en la milpa. Al salir de su comunidad para poder seguir un sueño encontrar a la mitad del camino dificultades del abuso, incomprensión social y el inequitativo sistema educativo público, que superó gracias al apoyo de amigos y familia y a su fuerza de voluntad, porque así como muchos de nuestros estudiantes foráneos padecen hambre, desvelo y falta de recursos, ella lo vivió; es una mujer que salió de la cultura del esfuerzo, el trabajo y las ganas de salir adelante.

Un rostro relativamente nuevo en la política, ha competido dos ocasiones, uno en su natal Hidalgo y el otro en la delegación Miguel Hidalgo de la ciudad de México.  Cuando funda su empresa, al poco tiempo hace una fundación con el objetivo de llevar alimento y oportunidades a las comunidades indígenas. En su paso por el gobierno, se comprometió  a no dejar el cargo por otro puesto o vendía su departamento, cosa que hizo al llegar a postularse como Senadora y  los beneficios se fueron a la congregación salesiana.

Es una mujer de convicciones, llena de esperanza, porque su vida ha sido la lucha diaria.  Tiene el temple para enfrentar retos, ya lo hizo con un padre alcohólico y golpeador; tiene amor a su patria, lo ha demostrado a los largo de su vida en su búsqueda por el bien a los demás, con fundaciones o con buenas gestiones de gobierno; es auténtica, no busca la pose siente sus raíces indígenas y su huipil lo ha usado desde su juventud; es la esperanza de cambio que muchos estamos anhelando.

El cierre

Hoy se conmemoran dos hechos que han trascendido generaciones y que han marcado la unidad del pueblo mexicano, me refiero a los temblores de 1985 y 2017, busquemos construir no solo en las tragedias.