La trastienda #20: Segundo Piso: la ciudadanía gana al poder

Por Cuauhtémoc Calderón

Zacatecas fue testigo de algo que pocas veces ocurre: una decisión oficial obligada por la presión ciudadana. El segundo piso proyectado para el bulevar Adolfo López Mateos fue finalmente cancelado, no por una reflexión interna del gobierno, ni por un análisis técnico, ni mucho menos por una estrategia política. Fue la gente —organizada, persistente, informada— la que torció el brazo del poder.

El documento firmado el 13 de junio de 2025 entre el Gobierno del Estado y las empresas contratistas es claro, se rescinde el contrato de manera anticipada. Las razones jurídicas se recogen en los múltiples juicios de amparo interpuestos por ciudadanos que no se dejaron engañar. La suspensión definitiva de la obra, ahora ya oficial, marca un precedente: en Zacatecas, la sociedad civil despertó.

Los partidos que dijeron sí (y después fingieron amnesia)

El presupuesto para esta obra se aprobó en diciembre de 2023 con los votos del PRI y el PAN. Sin matices. Sin dudas. Sin reservas. Ambos partidos, tan críticos en redes como complacientes en el Congreso, avalaron el proyecto millonario que pretendía imponer cemento y tráfico sobre el corazón de la ciudad.

En aquella ocasión, sólo votaron en contra la diputada Priscila Benítez y los diputados Juan Mendoza y Enrique Laviada. Después, algunos intentaron “curarse en salud”, como el propio alcalde capitalino Miguel Varela, quien durante meses especuló en voz alta, insinuando que le ofrecieron recursos a cambio de dejar pasar el proyecto. Fue una confesión disfrazada de denuncia, y luego olvidada con la ligereza con que se archiva una promesa rota.

Varela: entre el silencio y la especulación

El presidente municipal de Zacatecas nunca fijó una postura técnica clara. Nunca convocó a expertos. Nunca lideró un cabildo que analizara el impacto real de la obra. Prefirió mantenerse en ese terreno pantanoso de las declaraciones ambiguas, dejando correr los días, a ver si le alcanzaba el cálculo político para quedar bien con todos.

Pero los ciudadanos no olvidan. Y menos cuando se juega con la ciudad que habitan.

El empresario que lo dijo claro

En un foro público, el empresario zacatecano Eduardo López lo dijo sin rodeos: “Zacatecas no necesita un segundo piso”. Lo dijo con datos. Con argumentos. Y con una frontalidad, que se extraña en la clase empresarial local, pero que sin dudarlo fue muy necesaria para impedir los atropellos del poder. Esa intervención —aislada, valiente— fue la primera voz empresarial en contradecir al poder.

No necesitábamos más concreto. Necesitábamos más cabeza.

El gobernador ausente

¿Y David Monreal? En silencio. Como si el tema no fuera con él. Como si la ciudad no fuera la capital de su estado. Como si los recursos públicos no fueran su responsabilidad. Mientras la obra se caía en tribunales, él prefería la evasión. Prefirió nunca confrontar. Nunca explicar. Nunca asumir.

La omisión representa con claridad su gobierno, sin proyecto y sin rumbo.

Una victoria ciudadana

Que no quede duda: esta no fue una decisión del poder, fue una rendición ante la sociedad. Desde los primeros amparos, pasando por las protestas, los foros, las columnas, los videos virales y los ciudadanos que firmaron con nombre y rostro su rechazo, el mérito es completo de quienes resistieron sin cargo público, sin sueldo y sin reflectores.

El segundo piso no cayó. Lo tiró la gente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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