Por: Cuauhtémoc Calderón.
Zacatecas acaba de registrar una caída del 3.3% en el empleo formal entre junio de 2024 y junio de 2025, según datos del IMSS. Esa cifra nos coloca como el tercer estado más afectado del país. Un dato que debería provocar alarma, autocrítica y estrategia. Pero lo que provoca en el gobierno es lo contrario. Declaraciones vacías, fotos intrascendentes y reuniones inútiles.
Mientras el empleo se derrumba, el secretario del ramo, Jorge Miranda, publica mensajes sobre “amistades de muchos años” y “coincidencias” con empresarios, como si el problema fuera de relaciones públicas y no de falta de visión, políticas y resultados.
Empleo que se pierde y tiempo que se desperdicia
La caída no es menor. Miles de zacatecanos han perdido su empleo formal. Eso significa hogares con menos ingresos, menos acceso a salud, menos seguridad social, menos estabilidad. El golpe ha sido especialmente duro en sectores como la construcción, la minería y el campo. Justo los que alguna vez dieron forma al Zacatecas productivo.
Y mientras eso ocurre, las dependencias encargadas de promover desarrollo económico gastan su tiempo cazando reuniones, mareando ingenuos y saturando las agendas de quienes vienen a aportar. No hay estrategia, no hay inteligencia institucional. Solo hay simulación.
La anécdota que lo revela todo
Hace unos días, durante un encuentro en las instalaciones del Centro Platero, quedó claro el verdadero nivel de banalidad que domina a quienes se suponen responsables del desarrollo económico. El evento contaba con empresarios, directivos y actores clave… pero el secretario decidió llevarse a un grupo de invitados a tomarse la foto con el gobernador. Así, sin más, abandonaron a los demás asistentes como si fueran extras de una puesta en escena que nunca se trató de desarrollo, sino de propaganda.
Ese tipo de actitudes revela la desconexión entre los discursos y la realidad. Seguramente, alguien le reportó al gobernador que habían cumplido con “una gira de vinculación”. En la práctica, solo dejaron en evidencia que no saben generar oportunidades, pero sí saben acaparar reflectores. Y qué decir de la presentación institucional del gobierno a los inversionistas, de pena ajena. Mal hecha, torpe, básica, ingenua y muy mal hecha (me lo comentaron varios de los asistentes).
Del dicho al vacío
No hay estrategia para atraer inversión. No hay mesas serias de trabajo con cámaras empresariales. No hay estímulos fiscales. No hay gestión regional para conectar vocaciones productivas. Solo hay lo de siempre: poses, frases hechas y funcionarios que se toman más tiempo en publicar la foto que en leer el diagnóstico.
El desarrollo no llega por decreto, ni por retórica, ni por lealtades políticas. Llega con resultados. Y hoy, el resultado más claro es el retroceso.
¿Quién va a responder por esto?
Alguien debería asumir responsabilidad. Pero en Zacatecas parece que nadie lo hace. El gobernador navega entre giras y generalidades. Los alcaldes se aferran a las redes sociales. Y los operadores de desarrollo se reparten el tiempo entre la simulación y la improvisación.
Lo que se necesita es un rediseño de fondo, alianzas reales con el sector privado, mecanismos ágiles para incentivar empleo, atracción de inversión inteligente, respeto por el tiempo de quienes sí quieren construir. Pero para eso se necesita humildad, visión y capacidad.
Y eso no se toma en la foto.