La trastienda #4: Monreal se esconde, Zacatecas arde

Por: Cuauhtémoc Calderón.

En La Trastienda del poder, David Monreal ha vuelto a demostrar lo desconectado que está de la realidad. Mientras miles de maestros, acompañados por diversos sectores, tomaban las calles en una de las marchas más grandes que ha vivido Zacatecas, el gobernador se resguardaba en la zona militar para hacer honores a la bandera.

La escena lo dice todo. Un gobernador que prefiere el protocolo vacío antes que enfrentar a su pueblo.

Patriotismo de escritorio vs. patriotismo real

Monreal cree que ser patriota es estar en una ceremonia, rodeado de funcionarios y militares, escuchando el himno con la mano en el pecho. Pero en La Trastienda de la política, sabemos que el patriotismo real no se demuestra en eventos oficiales, sino en las calles, en las decisiones y en el cumplimiento del deber.

Ser gobernador no es solo ocupar una silla y recitar discursos, es dar la cara, enfrentar problemas, tomar decisiones difíciles y defender los intereses de la gente.

Mientras él estaba en la zona militar, afuera, miles exigían lo que por derecho les corresponde. Sueldos, prestaciones, condiciones dignas. Nada más patriótico que luchar por los derechos de los trabajadores.

Un gobierno que huye de los problemas

La estrategia del gobernador es clara: esconderse. Evita el contacto con la gente, minimiza las crisis, hace como si los problemas no existieran.

Desde su llegada al gobierno, ha quedado claro en La Trastienda que su estilo de liderazgo es la evasión. Frente a la violencia, dice que las cifras han mejorado. Ante el desastre económico, nombra a un secretario de Economía con antecedentes de corrupción. Y ahora, ante la mayor movilización del magisterio en años, decide ignorarla.

No se trata solo de no haber salido a enfrentar la protesta. Se trata de un gobernador que ni siquiera parece comprender la magnitud del problema.

Un Zacatecas en crisis y un líder que no lidera

David Monreal gobierna como si Zacatecas pudiera seguir adelante sin él. Como si el estado no dependiera de las decisiones que tome, de su capacidad para gestionar conflictos, de su voluntad para sentarse a negociar.

Pero Zacatecas sí depende de su gobernador. Y hoy, su gobernador no está.

No está para solucionar la crisis educativa. No está para frenar el colapso financiero. No está para resolver la inseguridad. Y hoy, tampoco estuvo para ver de frente a los miles de zacatecanos que marcharon exigiendo respuestas.

¿Para qué quiere ser gobernador?

David Monreal compitió tres veces por este cargo. Soñaba con gobernar Zacatecas. Pero en La Trastienda, la pregunta es inevitable: ¿para qué? Para evitar los problemas, para esconderse cuando las cosas se salen de control, para hacer honores a la bandera mientras la gente protesta afuera.

Ser gobernador no es solo recitar el himno en una ceremonia. Es salir a la calle, escuchar a la gente y dar soluciones.

Monreal tendrá que elegir qué tipo de líder quiere ser. Pero una cosa es segura: Zacatecas no necesita a alguien que se esconda. Necesita a alguien que gobierne. Y hoy, el estado no tiene a nadie al frente.