Por Cuauhtémoc Calderón
En el escenario político de Zacatecas, Rodrigo Reyes Mugüerza, secretario general de Gobierno, no ha sido un operador político eficaz ni un factor de gobernabilidad. Al contrario, ha destacado por su constante confrontación, su falta de oficio político y sus agresiones verbales y físicas contra mujeres, tanto en el ejercicio de la protesta como en la función pública.
Su última declaración en Tres Cruces, donde dijo textualmente: “Vamos a ir formando brigadas, para estar bien divididos”, que aunque el contexto es su estrategia para hacer campaña con recursos públicos en las colonias, deja claro que en lugar de ser el núcleo que articule la operación política del gobierno estatal, es el principal generador de conflictos y división interna. Su discurso y su actuación no solo generan caos dentro de la administración, sino que también alimentan la polarización social en Zacatecas.
Descalificación y violencia política de género contra la jueza que frenó el segundo piso
El caso más reciente que lo exhibe es el de la jueza Margarita Quiñónez Hernández, quien concedió una suspensión provisional contra el segundo piso del bulevar Adolfo López Mateos. En lugar de actuar con seriedad y presentar los argumentos legales pertinentes, Reyes Mugüerza descalificó a la jueza, insinuando corrupción y complicidad política, sin prueba alguna.
Este ataque, además de ser una agresión institucional contra el Poder Judicial, constituye una forma de violencia política de género, al desacreditar la labor de una mujer en una posición clave. La acusación es grave, porque muestra que desde el gobierno estatal se está promoviendo un discurso de linchamiento contra quienes no se alinean con sus decisiones.
El violento manejo del 8M y su desprecio por las mujeres
Este no es un hecho aislado. Durante la marcha del 8 de marzo (8M), Rodrigo Reyes ordenó o toleró represión contra las manifestantes. Bajo su dirección, las fuerzas de seguridad estatales agredieron física y verbalmente a mujeres que protestaban legítimamente, en un acto que fue denunciado por diversos colectivos feministas.
Cuando se le exigió explicaciones, minimizó las agresiones y justificó el uso de la fuerza, negándose a reconocer la brutalidad policial. Como consecuencia, organizaciones feministas han exigido su renuncia, evidenciando que su perfil es incompatible con cualquier gobierno que se presuma democrático y respetuoso de los derechos humanos.
Un secretario que divide y confronta
Lejos de asumir su papel como operador político del gobierno estatal, Rodrigo Reyes ha sido un factor de división y confrontación interna. Sus constantes grillas contra sus pares en el gabinete, dejan claro que su estrategia no es fortalecer al gobierno, sino fragmentarlo. En lugar de generar acuerdos y construir una agenda de estabilidad, se ha dedicado a provocar conflictos y alimentar pleitos que afectan la gobernabilidad.
El secretario general de Gobierno debería ser el responsable de negociar, articular estrategias y generar estabilidad. Pero en Zacatecas, el puesto ha quedado en manos de alguien que actúa más como un agitador que como un líder político.
¿Rodrigo Reyes es sostenible en el gobierno?
La permanencia de Reyes Mugüerza en el gobierno estatal ya no es un tema de discusión interna, sino de viabilidad política. Con acusaciones de violencia de género, confrontaciones con el Poder Judicial, represión contra manifestantes y una innegable incapacidad para articular al gabinete, la pregunta es ¿por qué sigue en el cargo?
Zacatecas necesita gobernabilidad, estabilidad y funcionarios con inteligencia política. Rodrigo Reyes representa exactamente lo contrario. Su continuidad en el puesto no es sostenible y, más temprano que tarde, su propio desgaste lo convertirá en un lastre imposible de cargar para el gobierno de David Monreal.
El colmo: el secretario y su afiliación partidista
Y como si no bastara con su historial de confrontación, Rodrigo Reyes acaba de afiliarse oficialmente a Morena, en medio de un proceso interno plagado de divisiones y fuego amigo. Ahora, el secretario general de Gobierno no solo interviene en temas administrativos y políticos, sino que se ha sumado de lleno a las grillas de un partido en guerra interna, lo que compromete aún más su imparcialidad y su función institucional.
En La Trastienda, lo dejamos claro: Zacatecas no necesita un secretario de Gobierno que confronte, divida y agreda. Necesita liderazgo, negociación y soluciones.
¿Cuánto más podrá durar Reyes Mugüerza antes de que su propia toxicidad lo saque del gobierno… o del propio partido que ahora dice defender?