La Trumpformación de Claudia

Por Christian del Havre

“Aquel que establece su argumento a través del ruido y de la imposición, demuestra que su razonamiento es débil”.

Michel de Montaigne (escritor y filósofo francés)

 

Desde la elección del presidente norteamericano en noviembre del año pasado, la política de seguridad en nuestro país dio un giro de 180 grados, dejando al lado los “abrazos, no balazos”, para comenzar a implementar operativos y el ataque frontal a algunas zonas del crimen organizado.

La misma presidenta, ha dado cuenta de la cooperación que ha generado con el mandatario al enviar a la frontera norte a 10 000 efectivos de la Guardia Nacional para hacer labores de patrulla fronteriza mexicana y la búsqueda de los laboratorios clandestinos de fentanilo que ahora sí se sabe que existen y donde se han incautado drogas, además de los decomisos a los que ya no estábamos acostumbrados y aprehensiones de líderes del narco.

En un hecho sin precedentes y bajo una dudosa aplicación de ley, se expatriaron a 29 capos líderes del narco, incluido la joya de la corona para los organismos de seguridad de Estados Unidos el capo de capos, Miguel Caro Quintero, esto como un gesto de cooperación y cambio en la estrategia de seguridad del gobierno de Sheinbaum.

Esta disposición del gobierno mexicano a lo que está pidiendo Trump, para tener el control político y social en Estados Unidos, ya tuvo sus primeras recompensas al ser la mandataria a la que respetó y no ataco de forma frontal en el tema de los aranceles, al menos le dio un mes más de gracia, en lo que ella da muestras de obediencia.

Aun y cuando se está ejecutando una estrategia de seguridad diferente a la del anterior mandatario, con resultados de mucha pirotecnia, porque los homicidios, desapariciones y muertes siguen a la alza en nuestro país, en la que no es guerra, tiene campos de exterminio, el mandatario del país vecino tiene su objetivo: acabar con el control del narco en territorio nacional.

Otra declaración que hace ver cómo el nacionalismo patriotero, de defender la soberanía, se cae a pedazos, es la que menciona que Claudia Sheinbaum está trabajando para controlar y limitar las mercancías producidas en oriente y que entran de forma clandestina a nuestro país. Es un mandato que le pidió Trump, bajar las importaciones de productos chinos y ahora viene por las inversiones del país asiático en México, el primero en la mira es el Tren Maya.

A estas alturas, la presidenta de México tiene una dura decisión, comenzar a utilizar la política de Trump contra el narco estado, para consolidar su poder dentro de Morena o seguir el juego de su antecesor con el riesgo de al final tener un choque frontal con el mandatario gringo, donde saldrá salpicada de una y otra forma, pero con el respaldo y legitimidad del vecino del norte.

En este punto puede ser que la mandataria pueda hacer una serie de concesiones y acusaciones de algunos liderazgos de Morena ligados al crimen organizado y con ello ganarse más puntos en la relación con Trump, además que ganaría legitimidad dentro del país, al limpiar a su movimiento de personajes que están señalados desde hace años con temas espinosos. Claro está que estos a su vez, buscarán su derrumbe, pero con la gracia y venia del mandatario del norte, se podrá ganar legitimidad y con ello consolidar una nueva fuerza y proyecto político.

Recordemos que Trump lo que busca es consolidar el mercado más grande del mundo en Norteamérica pero bajo el manto protector de Estados Unidos, pero le estorban dos cosas: la influencia desmedida del narcotráfico y la injerencia de China en esta parte del orbe. En la medida que el gobierno acceda a combatir ambas, será más cordial la relación con el vecino del norte.

Ahora sí que la decisión está en la cancha de la mandataria, tiene un mes para demostrar que está del lado de Trump o seguirá con el populismo morenista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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