Las comparecencias y la pugna familiar por el control del poder

«No es necesidad, no es deseo: no, el amor al poder es el demonio de los hombres. Déjelos tener todo: salud, comida, vivienda, entretenimiento; y seguirán siendo infelices.» 

Friedrich Nietzsche

➡️Ricardistas al Pleno: Bennelly Hernández

➡️Mari Carmen Salinas comparecerá, pero no manda en la Seduzac

➡️Rodrigo Reyes, el lavado de manos y el fuego amigo

De salida

¿No tendrá nada qué hacer Santos Antonio González?

Ricardistas al Pleno: Bennelly Hernández.- La 65 legislatura arrancó ayer las comparecencias de funcionarios en el marco de la Glosa del Tercer Informe de David Monreal. Casualmente, se acordó que enfrenten al Pleno la mayoría de tropas de Ricardo Monreal en el Ejecutivo estatal. Titulares que apenas llegaron al puesto, como Bennelly Hernández. Y es que, a la par que el Ricardismo aplaude la recuperación de espacios en dependencias arrebatados a La secta de Verónica Díaz en aras de cortar de tajo su carrera a la gubernatura, huestes de la última, continúan con el control. ¿También en la Legislatura? Es la pregunta. En el gobierno, la llegada de  Bennelly Jacobeth Hernández a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), es otro triunfo hueco y agridulce para el ex gobernador. Hay la amenaza de que la ex candidata a alcaldesa de “El Mineral” terminará haciendo un papel de convidada de piedra, mientras el equipo de dicha secretaría, concentra su lealtad a la que hoy ocupa un escaño en el Senado de la República. No es descabellado, con el antecedente de la tibieza – o negativa- que David Monreal demuestra a la hora de enfrentar la estructura de su ex cuñada. Un ejemplo claro, es la Secretaría de Educación (Seduzac), a la que llegó apenas el 2 de abril de este año, Mari Carmen Salinas Flores, que al igual que la nueva titular de Sedesol, comparecerá en el Pleno. 

Mari Carmen Salinas comparecerá, pero no manda en la Seduzac- Salinas Flores tiene el nombramiento, pero no el poder en la Seduzac.  Aunque tiene menos de un año en el puesto, dará cuanta de una parte de la gestión de la hoy diputada local, Maribel Villalpando Haro, que dejó irregularidades como un nómina inflada.  Peor es, que en esa secretaría aún responden a los intereses de Villalpando Haro,  que representa a los de Díaz Robles, no solo en las oficinas ubicadas sobre el bulevar López Portillo, también en los municipios. El organismo sigue al servicio de La secta. A la ex tesorera de Senado no se le permitió siquiera nombrar a su equipo cercano.  Sin el poder real y con un equipo legado cuya determinación es hacerla dimitir, la secretaria aguanta, no solo las grillas internas, sino complots externos como tomas de escuelas. Entretanto, el líder del clan gestado en Fresnillo, piensa que gana terreno para construir en el gobierno de su otro hermano, el camino de Saúl a la sucesión en la gubernatura. Sin embargo, el que cobra como gobernador no está en esa sintonía. 

Rodrigo Reyes, el lavado de manos y el fuego amigo.-Un alfil más del Ricardismo, es Rodrigo Reyes Mugüerza que destaca entre los enviados de quien incrustó el apellido Monreal tanto en la escena política local como nacional. Al primero en comparecer frente a la actual legislatura, le ha tocado ser pararrayos del fuego amigo que se sortea a diario en la Nueva gobernanza. Su nombramiento llegó, no solo con el objetivo de arrebatar espacios a la hoy Senadora, también a menguar el impacto de las torpezas crónicas del “más inteligente de los Monreal”. Ha servido de manera eficiente para desviar hacia sí, los conflictos que antes de su llegada, colisionaban en la figura de un personaje al que la naturaleza negó cualquier tipo de talento, pero el destino dio poder. Su papel al frente de la Secretaría General de Gobierno contrasta radicalmente con el que realizó la ex diputada Gabriela Pinedo, otra ex operadora de La secta que prefirió el bajo perfil. Ayer compareció frente a una legislatura de cuestionamientos predecibles, demostrando que el ejercicio se aleja cada día más de una auténtica rendición de cuentas. Las interrogantes se centraron en que si fue él el que mandó golpear a las niñas, adolescentes y mujeres el 8 de marzo y sobre la primera versión de la explosión del tanque de gas en la Fenaza. Como Poncio Pilatos, se lavó las manos. En el primer asunto, se defendió al señalar que él no tiene atribuciones para dar órdenes a las fuerzas del orden involucradas en el desorden del 8M. Insistió por otro lado, que fue el primer reporte que recibió tras la explosión de la madrugada del lunes 23. Muy difícil determinar si miente y de comprobar si toda la estratagema armada en ambos casos, no es más que una cruzada interna en la pugna por los puestos y las oficinas entre grupos políticos familiares.  

De salida 

¿No tendrá nada qué hacer Santos Antonio González?

.– A Santos Antonio González, otra cuota de Ricardo Monreal pero en el Legislativo, le brotó de manera espontánea, el activismo en defensa de los derechos laborales. Quien nunca dijo nada mientras la nueva gobernanza se deshizo del 25 por ciento de la plantilla laboral existente, sin decir agua va, tomó el puesto de defensor de los trabajadores del ayuntamiento capitalino. Indignado, acusó a la administración entrante, la de Miguel Varela, de emprender una cacería de brujas contra empleados de confianza. Sin duda, el legislador Morenista solo quiere figurar. Sabe perfectamente las dinámicas laborales en el servicio público. Comprende que cada nueva gestión, trae compromisos propios. Así como a la llegada de Jorge Miranda se prescindió de un gran número de trabajadores con el pretexto de que servían a intereses de Ulises Mejía, hoy se repite la historia. Nada nuevo bajo el sol, convendría que mejor se enfoque en presentar iniciativas ¿No cree? En fin, así las cosas. Hasta el lunes

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