Libertad en riesgo

Por Christian del Havre

“Perro con hueso en la boca, ni muerde, ni ladra”.

Porfirio Díaz (ex presidente de México)

 

 

En estos últimos días fuimos testigos de la implantación del “Gran Hermano”, si el estado interventor en toda su expresión, avalado por los legisladores de Morena, aliados y los de MC (moreno naranjas). Se aprobó la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia; aunque está en proyecto la ley que regula las redes sociales.

La trascendencia de esta decisión radica en que bajo el pretexto de tener los datos de todos los usuarios de las telecomunicaciones y bajo el principio de cuidado y seguridad ciudadana, nos están imponiendo una ley llamada -por la oposición-: “espía”, esto quiere decir que además de que el gobierno de forma discrecional cuente con tus datos biométricos los podrá usar y procesar como se le dé la gana. Recordemos en mas de una ocasión los datos de gobiernos o instituciones privadas son hackeadas, robadas o vendidas al mejor postor ¿quién garantizará la protección de datos y más cuando ya quitaron al órgano autónomo que se encargaba de resguardarlos?

Esta versión distópica de George Orwell, donde el estado tiene el control de pensamiento, llamada 1984, donde controla la propaganda, la forma de ver el mundo y la libertad misma; donde una sociedad adormecida, deja de cuestionar y solo permea la propaganda estatal y el control de los ciudadanos.

Aquí viene a colación una de las fabulas de Esopo El lobo y el perro donde el primero vivía en libertad y limitaciones, el segundo en la abundancia pero encadenado siguiendo órdenes, pero la realidad va más allá; veamos a Venezuela donde la miseria es el pan de cada día, pero donde el mismo pueblo en un momento dado, defiende a los políticos que viven en el lujo y el despilfarro. O los cubanos que aún y cuando cada año se lanzan a la aventura al mar con tal de llegar al sueño americano de una vida de más oportunidades, siguen idolatrandoidolatrando o a “Castro” y sus compinches.

En nuestro país no estamos mejor, están destruyendo instituciones, implantando el absolutismo y generando leyes que van e contra de la libertad y la sociedad adormilada entre apoyos sociales y medios amenazados. Una sociedad con el hueso en la boca y el periódico amenazando , pero con la popularidad de los últimos dos presidentes arriba del 70%.

Reflexionemos ¿Qué estamos haciendo como sociedad? ya llegamos al límite de la apatía y el hastío ¿Qué hará falta para reaccionar? o ¿Será muy tarde para ponerle un límite a la camarilla de rufianes que pone en riesgo nuestra libertad?

 

 

 

 

 

 

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