La marcha disruptiva condenada por las mujeres del poder

La marcha del miércoles en Zacatecas, quedará en el anecdotario como la más disruptiva desde que se conmemora en sus calles el 8 de marzo.   Es histórica por los simbolismos que encierra. Romper vidrios, rayar paredes y quemar la puerta que esconde al Poder,  fue una auténtica ruptura contra el sistema.  Se hizo trizas el pacto con el statu quo, que intenta imponer a las mujeres las formas en las que deben manifestarse.  Y es que, lo establecido mandata que hay que caminar en paz por el centro histórico, tal vez formular consignas contra el gobierno, pero no más.

  El sistema quiere mujeres alienadas, mientras en Zacatecas los feminicidios, las desapariciones, las violaciones y la violencia doméstica, aumentan paulatinamente, al amparo de un Estado omiso.  

 

No lo digo al azar. De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de 2020 a 2021, el feminicidio aumentó 42. 8 por ciento.  El abuso sexual 32.5 por ciento, el acoso, 32.4 por ciento y la violación equiparada 43.7 por ciento; hay todavía una más escabrosa cifra negra.   La tendencia de esos tipos de violencia contra las mujeres, fue ascendente en 2022, como confirman cifras de la misma fuente.  Lo peor es que no se auguran cambios  en este 2023.  Tan solo en enero,  nuestra entidad ocupó el segundo lugar nacional en presuntas víctimas mujeres de homicidio doloso por cada 100 mil de ellas. En ese sentido, en enero, asesinaron a 20 zacatecanas.  La entidad, también supera la media nacional en delitos de feminicidio por cada 100 mil féminas. El primer mes del año, el secretariado  registró en ese aspecto, una tasa de 0.12 por ciento frente a la media nacional que es de 0.10 por ciento. En el mismo mes, 21 zacatecanas fueron presuntas víctimas de violación, y no son todas, ya que solo unas pocas  denuncian.  Son además, muy  alarmantes los datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), que dan cuenta de que en 2022, se activó el protocolo Alba por 453 mujeres de las cuales 122 no fueron encontradas.  

 

Con ese contexto, el Día Internacional de la Mujer  no podía ser cómodo para quienes hoy se encuentran en los puestos de toma de decisiones, ni para el modo de producción capitalista al que la ideología feminista achaca el sometimiento de las mujeres.  No lo fue, por eso los grafitis, la destrucción de vidrios y la intervención a la insignia del estado indolente: El Palacio de Gobierno.  En respuesta a ello, qué mejor que las mujeres del sistema para emitir una postura que cruzó los linderos de lo patético, por ser ellas perpetradoras de violencias.  A través de una transmisión en vivo, la noche del miércoles, las secretarias del gabinete respaldaron el pronunciamiento de Zaira Ivonne Villagrana Escareño, la titular de la Semujer.   Maribel Villalpando, Susana Rodríguez, Gabriela Pinedo y Humbelina López, flanquearon a Villagrana Escareño  que reprobó   “a quienes hicieron uso de la violencia en la marcha”.  En un video de 4 minutos,  quien ostenta el cargo de secretaria de las Mujeres,  fingió tener calidad moral para decirles a otras  cómo deben protestar.  

 

 

Sus compañeras, con caras de lideresas de la Unión de Mujeres de la Vela Perpetua,  guardaron silencio.   Ella jaló aire para, primero,  reconocer las luchas feministas  y luego soltar una perorata reprobatoria de las acciones del miércoles.  Pero ¿ Cómo pide buenas formas, quien se ha encargado de acosar y violentar a sus subalternas desde que llegó al puesto? Y ¿qué decir de sus homólogas en el gabinete? Son las mismas que hicieron mutis cuando David Monreal manoseó a Rocío Moreno. Ah, pero que no toquen las paredes, los vidrios y las puertas, porque ahí sí les  brota lo feministas.  Cuánto cinismo.

Por otro lado, si bien  estoy en desacuerdo con la expresión a través del garrote,  entiendo la furia y las motivaciones del grupo de chicas que el día de la marcha acudieron con la intención de destruirlo todo.  Vivimos  un tiempo en el que la vida de las mujeres parece tener menos valor que paredes, vidrios y puertas.  En Zacatecas, hay dolor profundo  por las niñas y mujeres a las que a la situación de vulnerabilidad que ya vivían, se sumó el embate en su contra, de la guerra contra el narco.  Al final,  quedará para la posteridad que el 8 de marzo de 2023 se cimbraron las estructuras por hartazgo. Más de 15 mil mujeres de todas las edades, salieron a reclamar el territorio que les ha sido negado por años. Es mejor que se acostumbre, porque las marchas pacíficas ya no serán posibles si los gobiernos continúan simulando interés por cambiar el entorno de muerte en el que vivimos  

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